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Toros

“Horroroso” no debió morir

El presidente no perdonó la vida a un extraordinario quinto que mereció el indulto y del que Castella cortó las dos orejas en Valencia

Sebastián Castella ha abierto esta tarde la Puerta Grande de la plaza de toros de Valencia al desorejar a «Horroroso», un bravo y extraordinario toro de Jandilla
Sebastián Castella ha abierto esta tarde la Puerta Grande de la plaza de toros de Valencia al desorejar a «Horroroso», un bravo y extraordinario toro de Jandillalarazon

Rondaba a la tarde una frialdad extrema, de esas que parecen estar condenadas de antemano y que nada ni nadie, humano ni animal, fuera capaz de remontar. Mentira. Maldita sea. Habíamos soportado estoicamente la faena de Diego Urdiales al cuarto toro mientras una batucada se había propuesto taladrarnos la cabeza no como si estuviera alojada en la plaza sino en el mismísimo cerebro a lucha cabal con las ideas. Diego hizo caso omiso que bastante tenía con sortear las arrancadas del incierto toro y el resto hicimos lo que pudimos. Para dentro medio tragaba el toro, otra historia era cuando el viaje tiraba hacia los medios. La espada fue cruz. Y de pronto, en este escenario de pocas ilusiones, y bastante frío “Horroroso”, de Jandilla, apareció en nuestras vidas. Y se quedó con parte de nuestro corazón. ¡Qué torazo por favor! Qué manera de galopar, que no todo es lo mismo. Ni una embestida que la otra ni un derechazo a otro. Un mundo reside ahí y entre uno y otro está el mismísimo amor o el más puro rechazo.

Dos veces derribó al caballo. Estaba tan cantando. ¡Ese toro! Se desmonteraron Chacón y Fernando Pérez y Castella, su matador, qué suerte, se fue a los medios para darle dos pases cambiados por la espalda, de los que reside la emoción, y cuando se puso a torear fue cuando el toro persiguió el engaño hasta el final, con codicia, bravura, entrega, una barbaridad... Tenía “Horroroso” un caudal infinito de embestidas con la definición de repetir. Por la derecha, en los albores, vinieron los mejores momentos, los más reunidos y ligados. Bajó mucho al natural el toreo del francés. Retomó el pitón diestro y todavía tenía el toro infinito de toreo dentro para irse tras el engaño sin cejar en el empeño. Tremendo animal. Tuvo la faena momentos esplendorosos con otros de menos glorias dado que su antagonista era una absoluta joya. Intentó Sebastián alargar la faena viendo que el público pedía el indulto, sabiendo el tipo de animal que tenía delante... Pero el presidente no quiso ver la bravura inabarcable del toro, no quiso oír a la gente reivindicando el perdón al animal por todo lo que nos había dado: uno de los fines últimos de la Fiesta. Cuando ya apenas quedaba tiempo, Castella volvió a mirar al presidente, no parecía haber opción, se perfiló, le mató por derecho, pero “Horroroso” no debió morir. Dos orejas para Sebastián y vuelta al ruedo para el toro. Otro toro de mucha calidad con otro aire distinto se había llevado en segundo lugar, esta vez no se entendieron e hirió al banderillero Javier Gómez Pascual.

Se llevó el francés el lote de la tarde. Deslucido resultó el primero y con desagradables embestidas. Poco pudo hacer Urdiales. El viento se sumó a la fiesta en el tercero cuando Cayetano salió a escena. De corto recorrido y sin entrega el toro, aseado el torero. De rodillas comenzó la faena al sexto, que tampoco valió nada. El toro fue uno, pero estrella de las grandes.

FICHA DEL FESTEJO

Valencia. Octava de feria. Se lidiaron toros de Jandilla y Vegahermosa, 1º, descastado y deslucido; 2º, de mucha calidad; 3º, de corto recorrido y sin entrega; 4º, al paso y sin querer pasar; 5º, extraordinario y premiado con la vuelta al ruedo; y 6º, de Vegahermosa, deslucido. Casi lleno.

Diego Urdiales, de verde hoja y oro, buena estocada (saludos); cuatro pinchazos, estocada, aviso (silencio).

Sebastián Castella, de azul cielo y oro, dos pinchazos, dos avisos, descabello (silencio); estocada, descabello (dos orejas).

Cayetano, de turquesa y azabache, estocada, tres descabellos (silencio); estocada (silencio).

PARTE MÉDICO DE JAVIER GÓMEZ-PASCUAL:

Cornada a nivel de la región paravertebral derecha a nivel de L4-L5, que secciona la piel en unos 6-7 cm y penetra contundiendo la vértebra y rompiendo la fascia lumbar y músculo multifidus en una trayectoria de 3 cm y otra lateral de 4 cm que disecan periostio vertebral y rompe fibras musculares. Respeta la médula espinal y no penetra en el retro peritoneo. Es intervenido bajo anestesia local y sedación. Pronóstico reservado.

Trasladado al Hospital Casa de la Salud