En el tercer toro de la tarde, Javier Jiménez, mientras se disponía a realizar un lance de rodillas en la parte final de la faena, fue cogido y zarandeado por el toro hasta en dos ocasiones, y en la segunda, acabó cayendo de cabeza contra la arena. En un primer momento, el torero mostró síntomas de no poder caminar, y fue rápidamente trasladado a la enfermería de la plaza por su cuadrilla, pero instantes después tranquilizaría al público de Pamplona saliendo a matar al toro, en un gesto de gran valor y sacrificio. También lidiaría el último toro de la tarde, aunque presentando claros gestos de dolor durante la faena.

Finalmente, fue trasladado al Complejo Hospitalario de Navarra, en el que fue sometido a multitud de pruebas y desde el que han emitido el último parte médico: «Fracturas de apófisis espinosas de las vértebras C 5, C 6 y C 7». Desde su entorno han reconocido que el torero sufre fuertes dolores y que durante el percance llegó a perder el conocimiento durante unos segundos. En estos momentos se encuentra ingresado en el área de observación, desde donde estudiarán su evolución.