Sevilla

José Garrido: «Mis retos van más allá de una Puerta Grande en Madrid como novillero»

Tras impactar en Olivenza y Valencia, el extremeño cortó una oreja el jueves en Las Ventas

José Garrido, en su actuación del jueves en Las Ventas
José Garrido, en su actuación del jueves en Las Ventaslarazon

Después de un 2013 en el que dejó gran ambiente en la mayoría de cosos que pisó, empezando por su triunfal debut con picadores en Olivenza, José Garrido inició 2014 con dos contundentes toques de atención, de nuevo, en la plaza pacense y en Valencia. Tres orejas en la Feria de Fallas para dejar claro que el extremeño más que llamar a la puerta, pretende derribarla. De la mano de Raúl Gracia «El Tato» y con un padrino de lujo como Antonio Ferrera, Garrido sigue quemando etapas de manera meteórica con el triunfo como velocidad de crucero. Madrid, el jueves, fue la penúltima parada.

–Profeta en su tierra, triunfador en Fallas y un soplo de aire fresco en Madrid, José Garrido sigue sonando mucho.

–Y que no deje de ser así. Han sido tres actuaciones rotundas. Deben marcar la pauta que pretendo delimitar para mi temporada, que cada comparecencia sea un triunfo. Estoy en mi año fuerte de novillero y ya no valen las medias tintas, la película es muy diferente: tengo que apretar cada vez que me visto de luces.

–Si tuviera que escoger, ¿Con cuál de esas tardes se quedaría?

–Valencia, por supuesto. Olivenza es especial para mí por muchos motivos, me dieron la oportunidad el año pasado y supone torear en casa, pero cortar tres orejas en una feria de la importancia de las Fallas, en una plaza de primera... Sabe dulce, muy dulce. Por suerte, se habla bien de mí, que es lo que quiere todo torero, estar en boca de la gente por sus triunfos.

–Se nota que ha aprovechado los meses de frío.

–No tengo quejas del año anterior, porque echamos una temporada redonda, pero insisto en que no me vale ya con eso. Es mi segundo año de novillero y tienen que pasar cosas. La preparación ha sido muy intensa en el campo. Día a día y ahora se van recogiendo los frutos con buenos resultados.

–¿Cómo es un invierno encerrado en el campo con El Tato y Antonio Ferrera?

–Fantástico. Me siento muy afortunado, un privilegiado, por estar junto a ellos, por vivir con ellos la profesión. Hemos formado un equipo muy bien compenetrado y ahí estamos, construyendo poco a poco para el futuro.

–¿Cree que todas las figuras deberían seguir la fórmula de Ferrera y apadrinar cada uno la carrera de un novillero?

–Sería muy bueno para el futuro de la Fiesta. En mi caso, creo que está funcionando al máximo y le estoy sacando partido. Si se animara algún torero más... mejor que mejor. Yo creo que es la mejor manera de que un chaval que empieza pueda curtirse. Una ayuda excelente para su formación, porque Raúl y Antonio me aportan todo lo que no he podido vivir aún en la profesión y que, sin embargo, ellos han tenido que lidiar un montón de veces en sus carreras. Son los mejores maestros que podría tener.

–Cambio de tercio, este junio también le llegará el debut en Sevilla.

–Sí y me resulta tan ilusionante... Tengo muchísimas ganas, porque es una plaza que se me ha ido demorando en el tiempo y me ha creado aún más deseos de hacer el paseíllo. No pude anunciarme sin caballos, el año pasado se intentó, pero se quedó sin fraguar a las puertas y ahora mi expectación por debutar en La Maestranza es máxima.

–Y en Madrid, también ambicioso: doblete. Aún le queda otra bala.

–Sí, espero lo máximo. ¿Por qué no ir más de una tarde? Al final, torear es lo que más me gusta, lo que he elegido yo, así que por qué no hacerlo en una plaza tan especial como Las Ventas.

–Las ganaderías son Fuente Rey, que ya la mató el jueves, y Fuente Ymbro. Irá tanto Garrido a la fuente que al final...

–Pues... Esperemos que en lugar del cántaro, rompa la Puerta Grande. Quiero tirarla abajo con mi toreo. El jueves estuvimos cerca. No me obsesiona, no estoy aquí sólo para lograr eso. Mis retos como torero van más allá de una Puerta Grande como novillero en Madrid.

–Posada de Maravillas, Lama de Góngora, Román, usted... Una generación de lujo en Madrid. ¿Se romperá este San Isidro el maleficio novilleril de las salidas a hombros?

–Estoy convencido de que sí, me atrevo a decir que, por lo menos, habrá una. Sólo hablo por mí claro... Pero, desde luego, las opciones para que haya más existen. Hay nombres que vienen apretando fuerte y que interesan.

-Muchos aficionados ven un corte especial en su toreo. ¿Es un torero diferente al resto?

-No soy yo el que lo tiene que decir, pero evidentemente sí me gusta que digan eso, que no comparen a José Garrido con nadie y vean un sello propio en la forma que tengo de torear. Soy muy joven todavía para definir del todo mi concepto, siempre hay una constante evolución. Sólo deseo que la gente se ilusione por ir a verme a la plaza, que vean que allí hay alguien dispuesto a ofrecer mucho juego y que, con él, pueden pasar una buena tarde.

–Entonces, la alternativa, ¿la dejamos para 2015?

–La lógica invita a pensar así, pero depende de lo que pase en Sevilla y Madrid. No lo descarto del todo. Hay que aprovechar las inercias. Si en esas plazas pasan cosas importantes, tal vez los plazos se acorten.

–¿Y con Antonio Ferrera de padrino?

–Sí, claro. Me encantaría que pudiera ser así. ¿Quién mejor que él como padrino? Me conoce desde mis primeros pasos en la profesión y es el que apostó por mí desde que era un becerrista sin caballos. Le debo mucho a Antonio y vuelvo a repetir que le estoy muy agradecido.