Para chuparse los dedos
Estas son las cinco heladerías que no te puedes perder por nada del mundo si viajas a Roma
¿Dónde vamos a encontrar ese helado delicioso que se nos va ir derritiendo en la boca ? No es una pregunta fácil de contestar, saberse mover en el laberinto de las heladerías italianas no es sencillo
Gozar dando probaditas a un helado durante un viaje a Roma es un rito. No quisiera decir que es un pecado no hacerlo pero, casi sí, es como un deber o casi una obligación pero, como siempre, hay un pero ¿a dónde vamos a encontrar ese helado super delicioso que se nos va ir derritiendo en la boca ? No es una pregunta fácil de contestar, saberse mover en el laberinto de las heladerías italianas no es sencillo. Según un estudio realizado hace un par de años, (previo a la pandemia), el número de heladerías en Italia es de vértigo, en Roma había 1.409 independientes y4.286 negocios que también vendían helados, Nápoles aparecía en segundo lugar con 898 heladerías seguida de Milán con 782, y así podemos seguir a lo largo y ancho de la bota italiana. Acertar con la mejor no es cosa fácil.
Hablando con algunos romanos, super enamorados de los helados (que lo son, casi todos) coinciden con algunas direcciones, amén de lo que dicen también los medios especializadas. He charlado con Marguerita, hija del propietario y fundador de la Gelatería dei Gracchi, una de las heladerías que los italianos la califican como una de las mejores de Roma, y ha destacado varios detalles:
“Es difícil encontrar heladerías en Roma que utilicen materias primas naturales, por lo general, utilizan productos prefabricados por ser más económicos y más prácticos para la elaboración de una buena cantidad de helados variados y a diario. Nosotros, a pesar de los costes y la dificultad para crearlos utilizando productos frescos de estación, cero conservantes y sin agregar colorantes, lo preferimos porque apostamos por la calidad y la creación de un producto más sano. La materia prima que utilizamos es de primera calidad como el pistacho que viene de Bronte por poner un ejemplo.” Todos los helados que hacemos son sin gluten”.
Según nos cuenta Margherita, el 90% de las heladerías utilizan productos preparados en polvo para elaborar sus helados con diferentes sabores, después los mezclan con nata, agua, etc. y la introducen en la máquina de hacer helados, “no quiero decir que todos lo preparados son de baja calidad, también los hay de alta. Somos muy pocas las heladerías que utilizamos productos de temporada y frescos” - y añade: “obviamente es mucho más costoso hacerlo como nosotros, con productos inclusive importados de Francia como la vainilla o como las almendras, es un costo elevado pero el resultado se nota en el sabor. Es más fácil, más económico y más rápido, elaborarlos con preparados en polvo” confirma.
Pues bien, ahora que ya lo sabemos, nos lanzamos a la búsqueda.
Estas son 5 de las heladerías más ricas y naturales de Roma.
OTALEG (Trastevere)
Esta historia te va a encantar, Marco Radicioni trabajaba en un sector que no tiene nada que ver con los helados, pero tenía tal pasión por ellos, que los preparaba en casa para ofrecerlos a sus amigos, y claro, como muchas veces sucede, te das cuenta de que lo que realmente te apasiona, es hacer helados y no trabajar en una oficina. Era realmente lo que quería hacer en la vida y convenció a Silvia, su pareja, para crear juntos este negocio que por lo que se ve y por los planes que tienen de abrir otros negocios en Roma, Otaleg va viento en popa. Pero volvemos a lo de antes ¿por qué estos helados son los más ricos y más sanos? Nos lo cuenta Marco: “Utilizamos solo productos frescos, por ejemplo, compro el pistacho crudo, lo tuesto en nuestro horno y después lo meto a la batidora obteniendo un resultado de alta calidad” . Otro de los ejemplos que Marco comenta, es sobre el tema de la elaboración de los sorbetes de fruta: ”Como lo que queremos es ofrecer un producto único, así como antes mezclaba la fruta con el agua, ahora ya no la utilizamos, nuestros sorbetes están hechos de fruta y azúcar y basta, ya no le añadimos agua obteniendo de esta manera un sorbete completamente natural” afirma.
Gelatería dei Gracchi (Cerca del Vaticano) Zona Prati
Llegar a esta heladería es relativamente fácil. Seguramente que cuando estéis en Roma visitaréis los Museos Vaticanos y el Vaticano. Al salir de la Plaza de San Pedro, dirigiros hacia la Piazza del Risorgimento y caminar por la Via dei Gracchi. hasta el número 272. Allí encontraréis la encontraréis. Es un paseo agradable por el barrio de Prati, una zona de comercios, bares y restaurantes.
La Gourmadise (Río Tiber- Testaccio)
Seguramente vais a pasear también por el barrio de Testaccio, cruzando el Río Tíber, podréis pasaros por esta famosa heladería que ha sido premiada en el 2018 por la publicación gastronómica “Gambero Rosso” con el premio “Tre coni” (Tres conos). Los helados son elaborados con leche de cabra consiguiendo con esta fórmula un resultado más ligero. Son helados recomendados para los que tienen intolerancia a la lactosa y algo interesante, tienen servicio a domicilio.
Neve di latte (Piazza Cavour)
Esta es otra de las heladerías muy recomendadas y muy aceptadas por los conocedores italianos. Si veis en su perfil de Facebook, podréis leer los comentarios de sus clientes habituales, en donde en algunos de ellos están deseando dejar la dieta típica post navidades, para ser lo primero en hacer, ir a descubrir y saborear los nuevos sabores de los helados.
Gelateria La Romana
Esta es la heladería más conocida en Roma. Hacen helados desde 1947. “Nuestro helado se elabora diariamente en los laboratorios artesanales de las heladerías La Romana, utilizando ingredientes genuinos como se hacía años atrás: huevos, azúcar, nata fresca etc.a los que se añade leche ecológica” Para garantizar que nuestro helado sea fresco, cremoso y sabroso producimos cantidades mínimas a lo largo del día para que su duración media no supere las tres horas. Es verdad que delante de las heladerías La Romana por lo general hay cola para entrar. Es una de las más tradicionales: “El aroma a “zabaione” me trae el recuerdo de cuando mi padre cocía en el fuego, usando una cazuela de cobre, aquellos ingredientes de los que yo no conocía el nombre pero sí su sabor. Quería probar, quería tener en mis manos aquella enorme cuchara de madera y mezclar durante horas; en realidad eran minutos pero vistos con mis ojos de niño parecían interminables...” Así lo describe uno de sus actuales propietarios.
“Era bonito ser envidiado por todos los niños que con 100 liras en el bolsillo hacían la cola para obtener el “fiordilatte” o la crema que mi padre sabiamente preparaba. Yo lo espiaba de lejos, para memorizar sus gestos, que con mis ojos de niño lo convertían en maestro, y que con el paso del tiempo, me han permitido ejercer el oficio más maravilloso del mundo. Nos acordamos de la fila en la heladería, mi madre ocupada en la caja y mientras tanto mi padre preparaba el helado. Mi hermano y yo ayudábamos en pequeñas tareas que nos hacían sentir grandes, para nosotros era un juego, sabíamos que al final de la jornada como premio recibiríamos un helado. Fascinados con las enormes paletadas de sabores apenas montados que mi padre exhibía con orgullo, esperábamos impacientes que la fila terminase, pero la plaza Ferrari estaba siempre repleta de gente que parecía no poder renunciar a nuestro helado.Ahora entendemos que estos recuerdos no pertenecen sólo a nuestra familia sino a todas aquellas personas que, como en el pasado, todavía hoy eligen La Romana” Ivano y Massimiliano Zucchi. (Propietarios de La Romana)
Los italianos aman los helados, disfrutan de ellos a cualquier hora, da igual que sea invierno, primavera, verano u otoño. Disfrutan como locos cada trocito, cada sabor. Elaborarlos les apasiona, y al ser una pasión buscan perfeccionarlo. Sin duda cuando se saborea un delicioso helado la vida sonríe.
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