Gastronomía

Gala, pasión por la cocina de mercado en pleno Chamberí

Con más de 30 años de experiencia, está considerado un clásico en la oferta gastro de la capital

Serafín y Jorge Losada, padre e hijo, dirigen juntos el restaurante Gala
Serafín y Jorge Losada, padre e hijo, dirigen juntos el restaurante GalaArchivoArchivo

La oferta gastronómica de Madrid resulta casi infinita, pero cuando hay tanto donde elegir, hay un ingrediente clave a la hora de acertar: la experiencia. Y buen ejemplo de ello es el restaurante madrileño Gala. Situado en el castizo Barrio de Chamberí, en el centro de Madrid, restaurante Gala es un negocio familiar con más de 30 años de historia. Desde 1989 mantienen sus señas de identidad intactas: cocina de mercado basada en la calidad de los productos y en el cuidado de su elaboración, el mimo al cocinar salta a la vista.

Serafín Losada, gerente y propietario del local, lleva al frente del negocio desde su apertura. Apasionado por su trabajo, hoy dirige la batuta del restaurante junto a su hijo Jorge Losada, quien se unió a este proyecto en el año 2021, tras un recorrido profesional de cinco años en el ámbito comercial y del marketing. Así, Jorge apuesta por seguir la herencia familiar y adentrarse en el mundo de la hostelería con el objetivo de renovar la imagen y crear una experiencia gastronómica en un espacio innovador donde el cliente disfrute y se deje llevar por las emociones que sus fogones ofrecen, basados en la auténtica cocina de mercado.

La cocina del restaurante Gala está dirigida por Taigoro Suzuki con su mano derecha, Pablo Lozano. Para ambos esta es su segunda etapa, tras haberse formado en restaurantes como Inua, un dos estrellas Michelin ubicado en Japón por parte de Taigoro, y Leña, de Dani García por parte de Pablo. Ahora, ambos reúnen en Gala su experiencia para no dejar indiferente a ningún comensal. Y el resultado no puede ser más apetecible, ya que entre ambos hacen de Gala un lugar de culto a la cocina elaborada de mercado.

Trabajar al día es uno de sus valores diferenciales, ya que el stock con el que cuentan es mínimo manteniendo así la frescura y calidad de sus productos, comprados a diario en el mercado local. Y esa confianza se deja ver en sus clientes, quienes llevan años compartiendo momentos únicos en su sala. «Los comensales ven Gala ya como su casa. Conozco a algunas familias de cuatro generaciones», cuenta Serafín.

Considerado ya un clásico de la capital, cuenta con un coqueto comedor, una sala privada para hasta 10 comensales y una amplia terraza. Su cocina elaborada, de mercado y temporada, se ve enriquecida por su constante renovación de los menús degustación con interesantes jornadas gastronómicas como la dedicada a las setas. Pero si hay un plato que destaca en la carta del restaurante Gala es su famoso steak tartare, presente en la carta desde los inicios y cuya terminación se hace en mesa. Pero, además, merece la pena probar otras delicias como el carpaccio de gamba roja, mayonesa de ajo negro y frutos rojos; o los erizos de mar gratinados a la muselina de cava y huevas de tobiko; sin pasar por alto las carnes alístanos-Sanabresa o el chuletón de vaca con 45 días de maduración. Razones más que contundentes para estar ser uno de los restaurantes Bib Gourmand de la Comunidad de Madrid