Brasil

El empujón turístico de Brasil

El empujón turístico de Brasil
El empujón turístico de Brasillarazon

Con el lanzamiento de artefactos pirotécnicos, el próximo 31 de diciembre se inicia uno de los años más prometedores para el turismo de Río de Janeiro y, con ello, de Brasil. Entre los días 5 y 21 de agosto, su elección como sede principal de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2016 convertirá a la ciudad en el centro de atención de todo el mundo. Deporte, música y naturaleza se combinarán para hacer de Río 2016 un escaparate que muestre las bondades que transforman esta ciudad en un lugar único.

A pesar de su sustitución por Brasilia como sede del poder político, la ciudad ha mantenido una esencia inconfundible basada en la música, las gastronomía y el comercio. La mayor parte de la vida en Río de Janeiro transcurre en sus calles, incluidas las compras de los productos típicos del lugar. Desde los puestos de marcas cariocas en Ipanema hasta las más de 600 tiendas populares en el centro de la urbe, el visitante tiene a su disposición ciento de opciones comerciales para dejar hechas sus compras antes de adentrarse en el casco viejo. Esta parte de la ciudad transpira historia.

El Río antiguo muestra una de las principales características de la urbe: la capacidad para acoger con armonía la influencia europea y el paisaje tropical. Los ambientes se mezclan en lugares turísticos como la plaza de Cinelandia o la Iglesia de la Orden de Tercera de Sao Francisco da Penitencia, construida en lo alto de una colina. Los edificios, nuevos y antiguos, conviven con una frondosa vegetación que recorre Río de Janeiro a través de sus grandes zonas ajardinadas.

El mejor ejemplo es el Parque Nacional de Tijuca, una de las selvas urbanas más grandes del mundo. Además, dentro de este parque que divide la ciudad de norte a sur, también se puede contemplar el paisaje desde Vista Chinesa, que se eleva a 380 metros de altura.

Sin embargo, el imaginario de la ciudad está dominado por sus gentes, su cultura y sus playas. Es en ellas donde habitantes, turistas y clases sociales se mezclan para compartir la pasión por el fútbol o la música al aire libre. Un ejemplo son los aplausos de todos los que acompañan al espectáculo de la puesta de sol desde la playa de Arpoador. Es en este ambiente costero donde mejor se puede observar cómo la música va más allá de la samba. A pesar de todo ello, Río de Janeiro es la ciudad de la música gracias a su famoso carnaval.

Por otro lado, si se cuenta con los días suficientes para visitar la ciudad con detenimiento, Río de Janeiro posee escondites para el turista más cuiroso. Santa Teresa se presenta como uno de los lugares más pintorescos, pues sus bares y restaurantes, ubicados en una colina, crean un clima bohemio que recorre sus calles. Por la noche, el rincón más famoso entre los jóvenes de la ciudad es de Bajo Leblon, con bares de moda que permiten disfrutar de los cócteles brasileños. Para el turista más convencional, Laguna Rodrigo de Freitas es el lugar perfecto. Tres parques y 25 quioscos con bares y restaurantes forman el principal centro gastronómico de Río de Janeiro.