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El lujo del silencio mallorquín

Gran Hotel Son Net es un cinco estrellas situado en una antigua finca del siglo XVII.

El hotel se caracteriza por la elegancia de su mobiliario, que crea espacios muy acogedores.
El hotel se caracteriza por la elegancia de su mobiliario, que crea espacios muy acogedores.larazon

Gran Hotel Son Net es un cinco estrellas situado en una antigua finca del siglo XVII.

La isla de Mallorca nunca defrauda, mucho menos durante la época estival, cuando sus bucólicas calas muestran su mejor cara. Sin embargo, no sólo del mar Mediterráneo vive el viajero que llega hasta la mayor de las Baleares, ya que al oeste de la isla se alza majestuosa la sierra de Tramuntana (declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 2011). Y es allí, a sus pies, en el valle de Puigpunyent, donde se esconde una joya histórica reconvertida en alojamiento de cinco estrellas. Se trata de la finca de Son Net, que data del siglo XVII y que actualmente cobija Gran Hotel Son Net, que en en el año 1998 abrió sus puertas como uno de los alojamientos más auténticos, lujosos y con mayor historia de la isla.

Son muchas las características que convierten a Gran Hotel Son Net en un establecimiento único en su categoría. Buen ejemplo de ello es su alma sostenible, ya que en su interior se defiende el uso de métodos de cultivo ecológicos, tanto en el huerto como en la viña que da como fruto un vino muy especial que el huésped puede probar en sus restaurantes. Además del cultivo de uvas autóctonas como Malvasía y Callet, junto a los centenarios olivos que rodean la finca, nos topamos con un curioso espacio dedicado a los animales autóctonos de la isla, como ovejas, gallinas y burros mallorquines que ahora pastan por las tierras para animar el paseo del viajero.

Y es que, además de dormir, el huésped que llega hasta aquí tiene la obligación de sacarle todo el partido al entorno. Para ponerlo bien fácil, Gran Hotel

Son Net presume de una gran piscina exterior principal de 30 metros de longitud ubicada en una gran terraza que nos invita a darnos un chapuzón con unas privilegiadas vistas a las montañas y al valle de Puigpunyent.

El descanso está asegurado en cualquiera de las más de 30 habitaciones del establecimiento, llenas de influencias coloniales, hermosas camas con dosel y baños de mármol. Aunque si hay opción, lo mejor es decantarse por alguna de las 25 cabañas privadas que proporcionan exclusividad e intimidad, con bañera de hidromasaje privada y piscina propia. Además, también existe la opción de dejarse caer por el «Beauty Lounge» Son Net, pues ha sido diseñado para brindar relajación, bienestar y tranquilidad gracias a tratamientos personalizados.

La oferta gastronómica también está a la altura del entorno, ya que el hotel cuenta con dos restaurantes. Ahora, en verano, lo mejor es optar por Gazebo Restaurante para disfrutar de una comida al aire libre con cocina más informal, mientras que durante la cena es posible disfrutar de una agradable velada a la luz de las estrellas. La cocina, de estilo mediterránea, está elaborada con productos de temporada acompañados de los que se recogen en la huerta del hotel.

Si la ocasión lo merece, es posible optar por la casa del árbol, un espacio de lo más coqueto construido a base de madera en lo alto de un árbol que puede reservarse para grupos y que brinda al huésped el privilegio de ver a vista de pájaro la Serra de Tramuntana y la campiña.