Viajes
Fuerte de “São Filipe” de Setúbal, unas vistas espectaculares
Situada en una de las bahías más bellas del mundo
Seguramente, desde este promontorio militar se consiguen algunas de las panorámicas más bonitas que el viajero pueda tener si viaja hasta Setúbal.
El río Sado (uno de los más importantes de los que discurren exclusivamente por territorio portugués), desemboca tranquilamente sus aguas en el inmenso Atlántico. Un estuario encajonado entre la península de Troia (famosa por sus interminables playas de arena fina), la ciudad de Setúbal y las estribaciones costeras de la “Serra da Arrábida”. Aguas que, además de haber sido testigos mudos de importantes hechos de la historia de Portugal, son morada de varias familias de delfines mulares.
Además de encontramos en una de las bahías más bellas del mundo, hay que destacar que se trata de un espacio natural rico por su diversidad (terrestre y acuática) y con una gran riqueza de flora y fauna.
Pues bien, tras describir someramente tan privilegiado entorno, hoy deseo poner atención en las increíbles vistas que se obtienen desde un lugar estratégico: la gran fortaleza de “São Filipe”.
Situada, lógicamente, en una posición inmejorable, dominando cuantos barcos entran o salen por este estuario, fue un bastión amurallado decisivo para la defensa de la ciudad.
Tal era su importancia estratégica que el propio Felipe II (primero de Portugal) dicen que asistió en persona, en el año 1582, a la colocación de la primera piedra.
Tan espectacular fortificación (erigida para evitar la vulnerabilidad militar de estas costas, reforzando las líneas de defensa) fue, con el paso de los siglos, adquiriendo otras funciones.
En la actualidad, guardando la historia y el pasado de estos centenarios muros y tras una importante obra de reforma y adaptación, el viajero puede, en su terraza panorámica, sentarse a disfrutar, mientras toma una cerveza o un café, de una de las más bonitas bahías del mundo.
Así pues, las vistas desde esta fortificación son únicas. Reitero, únicas.
Como fondo de este precioso escenario natural, el espectacular estuario del Sado y la enormidad del Atlántico que no deja de recordarnos, estando en Portugal, a su gloriosa época de los descubrimientos. No hay que olvidar que Setúbal fue siempre un importante puerto marítimo.
Frente a nosotros, la península de Troia. Una gran lengua de tierra que separa el océano del río Sado y que, desde hace años, es destino vacacional de muchos turistas atraídos por sus idílicas playas.
A nuestras espaldas, el Parque Natural de Arrábida y, a nuestra izquierda, la bulliciosa ciudad de Setúbal, una de las grandes urbes del país vecino.
Un lienzo natural de incomparable belleza donde la paleta de colores la forman el intenso azul del océano, los tonos dorados de las playas y el verde del denso manto vegetal de estas sierras.
Resulta, tras lo escrito, difícil encontrar mejor emplazamiento para tener una idea clara de dónde nos encontramos. El estuario a vista de pájaro, desde las alturas, dominado el horizonte.
Fácil comprender, sentado en este mirador pétreo, que la bahía de Setúbal forme parte de la prestigiosa “Asociación de bahías más bellas del mundo”.
Un fuerte, antaño construido para repeler y evitar ataques a la ciudad, transformado ahora, entre otras cosas, en un mirador sin igual al que acuden miles de viajeros deseosos de inmortalizar con su cámara ese regalo de la naturaleza que frente a sus ojos se despliega.
Mi consejo es que, además de profundizar un poco en la historia de esta colosal obra de arquitectura militar, le den cierto tiempo a la visita al baluarte para conocer, con la tranquilidad que el paseo exige, algunas de sus estancias. Entre ellas, y especialmente, su asombrosa capilla (decorada en paredes y techo con preciosos azulejos, algunos recordando la vida de San Felipe).
Junto a este perenne centinela de la bahía, conviene destacar que Setúbal tiene mucho por ver, mucho por conocer y mucho por visitar.
Hoy, estos renglones se encaminan a resaltar uno de sus múltiples atractivos. Unas panorámicas que no hacen más que subrayar y recalcar el envidiable enclave natural donde se asienta una ciudad digna de ser nuestro próximo destino.
Consejos útiles:
Web: www.visitsetubal.com
¿Dónde dormir?: RM Guest House-The Experience (www.rmguesthouse.pt). Un precioso alojamiento en el que el diseño y la decoración son incuestionables señas de identidad.
¿Dónde comer?: Restaurante Novo 10 y restaurante O Tavira
Un plato típico: Choco frito.
Una recomendación: En este estuario viven, curiosamente, varias familias de delfines de forma permanente. Existen numerosas empresas, como “Rotas do Sal” (www.rotasdosal.pt), que organizan excursiones en barcos para verlos.
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