Asturias

El Gran Hotel Brillante, la joya boutique entre el mar y la montaña asturiana

En el pintoresco enclave de San Esteban de Pravia, donde el río Nalón se encuentra con el mar Cantábrico, renace un icono de la hospitalidad asturiana: el Gran Hotel Brillante

El Gran Hotel Brillante, la joya boutique entre el mar y la montaña asturiana.
El Gran Hotel Brillante, la joya boutique entre el mar y la montaña asturiana.Cedida.

Cuando se piensa en Asturias, es fácil que vengan a la mente lugares icónicos como Cangas de Onís, Covadonga o Llanes. Sin embargo, hay un Asturias menos transitado, más íntimo, donde el tiempo parece detenerse y la esencia de la región se revela sin artificios. San Esteban de Pravia es uno de esos lugares: un pequeño puerto con historia, naturaleza y alma, que guarda uno de los secretos mejor cuidados del norte. En este entorno singular renace el Gran Hotel Brillante, un refugio boutique entre el mar y la montaña que invita a descubrir una Asturias distinta y auténtica.

El Gran Hotel Brillante es una experiencia que combina historia, diseño, gastronomía y naturaleza en perfecta armonía. Tras una ambiciosa rehabilitación de más de tres millones de euros, este hotel boutique no solo recupera el esplendor de su pasado, sino que lo reinventa con una propuesta contemporánea de lujo discreto. El edificio que lo alberga ya funcionaba como pensión a principios del siglo XX, cuando ilustres como Rubén Darío, Joaquín Sorolla o Mariano Fortuny lo elegían como refugio en sus visitas al norte. Hoy, ese legado se respira en cada rincón, aunque con una elegancia renovada que rinde homenaje a su herencia.

Historia de Gran Hotel Brillante.
Historia de Gran Hotel Brillante.Cedida.

Fernando Artime, su propietario y director, ha liderado este proyecto con una clara premisa: “Que el huésped se sienta mejor que en casa”. Para materializar esta visión, Artime contó con la interiorista Beatriz Silveira, quien ha sabido interpretar el entorno y la historia del lugar con un lenguaje cálido y acogedor. Los tonos tierra, verdes, anaranjados y azules remiten al paisaje asturiano, mientras que los materiales nobles (maderas de roble y castaño, mármoles cálidos, tejidos exclusivos) aportan una sensación de autenticidad y sofisticación. Uno de los puntos fuertes del hotel es la luz natural, que inunda las zonas comunes y resalta detalles como las lámparas “Calabazas de Pravia” de Otherlamps, diseñadas por Paloma Eguilior y Matilde Llado, un guiño artístico a la región.

Gran Hotel Brillante.
Gran Hotel Brillante.Cedida.

El Gran Hotel Brillante dispone de 14 habitaciones exteriores, cada una con personalidad propia. Desde las cabeceras forradas en telas inglesas de Designers Guild hasta las sábanas de 400 hilos egipcios de Carmen Borja, cada elemento ha sido cuidadosamente seleccionado. Todas las habitaciones cuentan con tecnología actual (Smart TV, WiFi, cafetera, aire acondicionado) pero sin renunciar a la estética clásica. La joya de la corona es la Gran Suite Rubén Darío, un espacio que encapsula el espíritu romántico y literario del lugar.

Residencias privadas

En la última planta se encuentran las ocho residencias privadas del hotel, pensadas para estancias más prolongadas o para quienes viajan en familia o en grupo. Cada una lleva el nombre de un lugar emblemático de la zona (como Peña Seis o Focarón) y están equipadas con cocina completa, baño en mármol y una decoración elegante pero funcional. Una opción ideal para quienes buscan privacidad sin renunciar a los servicios de un hotel boutique.

Gastronomía

El restaurante del hotel, situado junto a la recepción, está presidido por una impresionante barra de mármol negro de inspiración art déco. Allí, los huéspedes disfrutan de desayunos y brunches con productos locales: embutidos, quesos, conservas y una selección de vinos españoles, todo acompañado por la repostería casera de la casa. Mención aparte merece su carta de champagne, con una especial presencia de Laurent Perrier, del que el hotel es embajador.

También es posible acceder al bar desde la calle, lo que permite mantener la privacidad de los huéspedes y, al mismo tiempo, abrir las puertas al público local.

Entorno para explorar

Más allá de la comodidad y el diseño, el Gran Hotel Brillante ofrece una ubicación privilegiada para descubrir la Asturias más auténtica. A tan solo 10 minutos del aeropuerto de Asturias, San Esteban de Pravia combina costa y montaña, naturaleza y cultura. Desde aquí, es posible practicar actividades como senderismo, surf, paddle surf, ciclismo o excursiones a caballo. También es punto de paso del Camino de Santiago del Norte, lo que lo convierte en parada ideal para peregrinos que buscan una experiencia de descanso premium.