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Hyatt Regency Barcelona Tower: arquitectura icónica y estancia inmejorable
Hyatt Regency Barcelona Tower es un alojamiento de lujo donde la funcionalidad se une al diseño y la gastronomía dialoga con los negocios, además de regalar una azotea absolutamente alucinante
En el skyline del sur de Barcelona, el Hyatt Regency Barcelona Tower destaca por su imponente arquitectura de líneas futuristas y su cúpula de cristal de 24 metros de diámetro. También lo hace por un concepto integral de hospitalidad donde la excelencia operativa, la versatilidad de espacios y la gastronomía se entrelazan con precisión.
Ubicado estratégicamente en la Gran Via de l’Hospitalet, entre el aeropuerto y el centro de la ciudad, el hotel se ha consolidado como uno de los centros de convenciones más importantes de España. Sus más de 5.000 metros cuadrados de espacios funcionales están diseñados para responder con solvencia a todo tipo de eventos: desde congresos internacionales hasta celebraciones sociales personalizadas.
La oferta es diversa y ajustable. El Auditorio Millenium, con capacidad para 500 personas y seis cabinas de traducción simultánea, acoge eventos de sectores tan exigentes como el automovilístico o el tecnológico. El Salón de baile Cosmos, con sus 1.600 metros cuadrados modulables, permite celebraciones de hasta 1.800 asistentes en configuración tipo teatro. A su alrededor, una red de salas más íntimas complementa esta versatilidad con espacios pensados para reuniones ejecutivas, presentaciones o encuentros de pequeño formato.
El hotel como destino: hospitalidad elevada
Pero, claro está, el Hyatt Regency Barcelona Tower no sólo funciona como centro de convenciones: también es un hotel de cinco estrellas con vocación clara por el confort y la sofisticación. Sus 280 habitaciones y suites han sido diseñadas con un enfoque contemporáneo, elegante y funcional, que combina estética y comodidad para el viajero de negocios o de placer.
Las estancias ofrecen una variedad de categorías adaptadas a distintas necesidades, con vistas que se extienden desde la ciudad hasta el mar. Algunas de las habitaciones superiores o suites acceden, además, al exclusivo Regency Club, un espacio privado en la quinta planta con salas de reuniones, servicios adicionales y una atmósfera más íntima y tranquila. Son habitaciones que casi —o sin el casi— son apartamentos donde quedarse a vivir, de lo bellos, completos y confortables que son.
El hotel, asimismo, alberga un moderno centro de fitness, zonas comunes amplias, servicios de conserjería y una atención al huésped basada en la eficiencia, la cortesía y la discreción. Todo enmarcado por una arquitectura singular que convierte cada desplazamiento dentro del hotel en una experiencia visual fabulosa.
Skyfall Cocktail Club: alturas, diseño y espectáculo
En la cima del edificio, a 105 metros de altura, el Skyfall Cocktail Club redefine lo que significa salir en Barcelona. Bajo la icónica cúpula de vidrio de 24 metros de diámetro diseñada por Richard Rogers, este espacio ofrece vistas de 360 grados sobre la ciudad y el Mediterráneo, una carta de cócteles de autor y una programación de eventos que combina música, gastronomía y performance.
La propuesta coctelera es tan cuidada como sorprendente. Se sirven combinados únicos, con maridajes y montajes que van más allá del trago convencional. Algunos de los cócteles más representativos incluyen: The Macallan Cocktail Experience: un maridaje de platos exclusivos con cócteles creados ad hoc a partir del famoso whisky escocés.
Esta experiencia no solo está pensada para sibaritas del destilado, sino para quienes buscan reinterpretar la coctelería desde una perspectiva sensorial completa. O un menú de maridaje de vinos: cenas bajo las estrellas donde cada uno de los seis platos se acompaña de un vino cuidadosamente seleccionado. La oferta cambia según la temporada, asegurando variedad e innovación. O una masterclass de coctelería: sesiones guiadas por los bartenders del Skyfall en las que se aprende a preparar algunos de los cócteles icónicos del espacio. Incluyen técnicas, historia y degustación de tres creaciones distintas. O una cena con espectáculo al estilo Casino Royale: cada sábado, Skyfall se transforma en un escenario inspirado en el universo de James Bond. El ambiente, la música y la puesta en escena recrean la atmósfera de espionaje y glamour con una propuesta gastronómica sofisticada. Entre los platos: tosta de salmón rellena de queso y aguacate o una tulipa de pan de lentejas con arroz basmati y dados de ternera al ras el hanout.
La banda sonora de estas noches la pone el DJ residente Lobo Miró, con un estilo que mezcla house, funky y ritmos africanos. Su experiencia internacional en salas como Pacha, Blue Marlin o Boho House asegura sesiones eclécticas que mantienen el pulso y el alma del lugar.
Fuego Terrace & Grill: el placer de cocinar, el lujo de elegir
Por si fuera poco, aparte de los mil alicientes que el hotel proporciona cada día del año, este verano, la terraza del Axis Lounge dio paso a Fuego Terrace & Grill, un concepto al aire libre que rompe con la formalidad del restaurante tradicional. La propuesta es directa: parrilla japonesa yakiniku en cada mesa, ingredientes seleccionados y la experiencia compartida de cocinar en vivo.
Así las cosas, se trata de una cena en la que el comensal se convierte en parte activa del proceso culinario, acompañado por una carta que combina calidad de producto con sencillez bien medida. Entrantes como la berenjena en tempura con yogur y avellanas tostadas o el tartar de salmón con quinoa y manzana abren paso a una selección de carnes, pescados y opciones veganas, presentadas listas para ser cocinadas en el grill central de cada mesa. Pluma ibérica, solomillo de buey, langostinos, vieiras o setas salteadas conviven con guarniciones pensadas para acompañar sin saturar: pimientos de Padrón, ensaladas, patatas confitadas o setas de temporada.
El apartado dulce tampoco es accesorio. Postres como el cheesecake de yuzu, el “Amante de chocolate” o el goloso “Best Tower” para compartir dan cierre a una velada que apuesta por el sabor directo, el ambiente relajado y el aire libre como ingredientes esenciales.
En definitiva, el establecimiento entero da lo que muy pocos pueden ofrecer dadas su monumentalidad y espectacularidad, su servicio impecable y calidad gastronómica extraordinarias. Está claro que quien haya concebido el Hyatt Regency Barcelona Tower ha sabido posicionarlo como algo más que un hotel de cinco estrellas, pues su nivel de hospitalidad, infraestructura, atención, cocina, ambientación está pensado para responder de forma sobresaliente a las exigencias de hoy en el sector hotelero.