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Arabía Saudí comprará prácticamente la totalidad de Electronic Arts para ocupar un puesto de poder en los videojuegos

Las últimas informaciones sobre la venta de Electronic Arts apuntan a que Arabia Saudí se hará con el 93% de la compañía

La venta de Electronic Arts a Arabia Saudí puede ser el principio del fin de uno de los gigantes del sector del videojuego
La venta de Electronic Arts a Arabia Saudí puede ser el principio del fin de uno de los gigantes del sector del videojuegoElectronic Arts

La venta de Electronic Arts (EA) ha generado polémica por la aparente estructura del consorcio comprador. Aunque oficialmente la adquisición involucra a tres inversores, Public Investment Fund (PIF) de Arabia Saudí, Silver Lake Partners y Affinity Partners, los datos presentados ante los reguladores revelan que detrás de esta compra hay un único dueño real. En la práctica, la transacción no es más que una fachada para que el fondo saudí obtenga el control total.

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Aunque Silver Lake y Affinity figuran como co-compradores, sus participaciones quedan reducidas al 5,5 % y 1,1 % respectivamente, convertidas en meros instrumentos para facilitar la adquisición. En realidad, tanto estas firmas como el mismo PIF comparten un origen de financiación común, lo que sugiere que la operación tiene como objetivo ocultar la influencia predominante de Arabia Saudí sobre la compañía.

El importe de la operación ronda los 55.000 millones de dólares, lo que la convierte en una de las compras más grandes en la historia del videojuego. Pero más allá del precio, lo relevante es quién quedará al mando: según los datos, será el PIF saudí quien asumirá el control de EA una vez concluya la transacción. Este tipo de compras disfrazadas bajo consorcios múltiples no son nuevas en el mundo corporativo, pero en el contexto de una empresa cultural como EA resultan especialmente sensibles. La maniobra no solo transforma la propiedad de una de las mayores editoras de videojuegos del mundo, sino que plantea preguntas sobre las implicaciones políticas, económicas y éticas de una influencia extranjera tan directa en un sector con gran peso mediático y social.

Una de las mayores operaciones del sector del videojuego, en poder saudí

La operación todavía debe superar varios obstáculos, como la aprobación por parte de los organismos reguladores internacionales, así como el voto de los accionistas. Si todo marcha según lo previsto, se espera que la compra se cierre a mediados de 2026. Con ello, EA dejaría de cotizar en bolsa y su historia como empresa pública llegaría definitivamente a su fin, para pasar a manos mayoritariamente saudíes.

Un movimiento que puede revolver los cimientos de la industria del videojuego, dejando en poder del gobierno saudí una de las compañías más influyentes en el sector interactivo. Habrá que ver cómo evoluciona este asunto que está preocupando al sector, especialmente tras la compra de acciones de Arabia Saudí en Nintendo, donde también tiene un pequeño porcentaje de la compañía japonesa.