Misión Imposible

La mejor escena de 'Misión Imposible' confirma el momento en que se equivocó la franquicia

La primera entrega de 'Misión Imposible' marcó el tono inicial del thriller de espías con cierto enfoque en la acción

Tom Cruise se cuelga del Burj Khalifa en una de las escenas más icónicas de 'Misión Imposible'
Tom Cruise se cuelga del Burj Khalifa en una de las escenas más icónicas de 'Misión Imposible'Difoosion

La primera película de Misión Imposible supuso el inicio de una franquicia de espías que acabó teniendo un fuerte énfasis en la acción. Pese a que la mayor parte de las entregas son buenas, Misión Imposible tuvo ciertos tropiezos al comienzo porque no prestó la atención necesaria a lo que hizo tan especial a la primera película. Dirigida por Brian De Palma, Misión Imposible tomó una estrategia interesante para diferenciarse de la serie de televisión homónima.

Al final, esta terminó siendo la forma perfecta de iniciar una franquicia que marcaría para siempre el género de acción. Es por eso que, pese a sus carencias, Misión Imposible ha tenido más subidas que bajadas. A medida que la franquicia de Tom Cruise se ha consolidado, cada entrega ha mejorado progresivamente. Sin embargo, la realidad es que parece no haber aprendido mucho de la mejor escena de la película original.

La esencia del suspense en su punto más alto

Este fue un momento que casi acabó con Misión Imposible antes de que pudiera alcanzar su máximo potencial. Al recordar esta entrega original, es reseñable ver cuánto ha cambiado la franquicia en todo este tiempo. Pese a que está marcada por la acción más frenética y explosiones que dictan el ritmo de la película, la mejor escena de Misión Imposible es el atraco de Langley.

El guion desarrolló a la perfección los riesgos que había presentes en el atraco en Langley, de modo que la secuencia real se desarrolla en un silencio casi absoluto. Mientras Ethan Hunt descendía lentamente con cables, Brian De Palma aprovechó varios trucos ingeniosos para aumentar la tensión a un nivel insospechado.

Esta escena es un ejemplo perfecto de cómo crear tensión, un momento idóneo para el tipo de thriller de espías que Brian De Palma se propuso hacer. Además, las escenas de la acción más pura son realmente escasas. Tras la primera película de Misión Imposible, la franquicia perdió el rumbo con las dos primeras secuelas que expandieron su universo.

El cambio de Brian De Palma a John Woo mostró cómo la franquicia pasó de sustentarse en la tensión a basarse en la acción más pura. El problema principal fue que ninguna de esas primeras continuaciones se adaptó por completo a esta transición. Solo cuando Misión Imposible encontró la manera de combinar la acción más emocionante con momentos de tensión, dio con la fórmula ideal para convertirse en un fenómeno global.