Paso del tiempo

¿Por qué el tiempo pasa mas rápido conforme nos hacemos mayores?

El tiempo percibido por nuestra mente y el tiempo del reloj son dos parámetros totalmente diferentes y fluyen a diferentes ritmos

A los abuelos, gracias
A los abuelos, graciasJesús G. FeriaLa Razon

A medida que envejecemos, nuestra percepción del paso del tiempo experimenta cambios y ya no se asemeja a la que teníamos en los primeros años de vida. Este fenómeno peculiar se explica mediante la disfunción de la percepción, y una nueva investigación liderada por Adrian Bejan, profesor de ingeniería mecánica en la Universidad de Duke, Estados Unidos, ha arrojado luz sobre este tema.

Bejan destaca que el tiempo percibido por nuestra mente y el tiempo del reloj son "dos parámetros totalmente diferentes y fluyen a diferentes ritmos". Mientras que el paso cronológico de horas o días es medible, nuestra percepción del tiempo varía según nuestras actividades, edad e incluso el nivel de fatiga.

La investigación de Bejan se centra en el funcionamiento de la mente humana y su relación con la percepción del tiempo. Según sus conclusiones, el tiempo está vinculado a lo que vemos, es decir, a los diferentes estímulos que recibimos. Cada individuo tiene su propio "tiempo mental", que no guarda relación con las horas, días o años en relojes y calendarios.

Este fenómeno del tiempo ocurre en el llamado ojo de la mente, donde se almacenan las imágenes mentales que el cerebro selecciona y organiza a lo largo de los años. El deterioro del cerebro dificulta la apreciación de cambios en las imágenes mentales, lo que acelera nuestra percepción del tiempo.

Bejan también resalta la importancia de los movimientos oculares secuenciales rápidos, sacudidas que se producen en nuestros ojos varias veces por segundo. Entre estos movimientos, los ojos se detienen y el cerebro procesa la información visual de manera inconsciente. Este proceso es más breve en los bebés.

"Cuando somos jóvenes y experimentamos muchos estímulos nuevos, todo es novedoso y el tiempo parece pasar más lentamente", explica Bejan. "A medida que envejecemos, la producción de imágenes mentales se ralentiza, lo que provoca la sensación de que el tiempo pasa más rápidamente", añade. Además, otros aspectos de la vida, como la fatiga y la degradación del cerebro, también influyen en nuestra percepción de la realidad.