Gobierno de Brasil presenta nuevo programa de ayuda social

(AP). El gobierno de Brasil lanzó el miércoles un nuevo programa de asistencia social con el que asegura temporalmente una ayuda financiera muy necesaria para millones de familias, pero a los expertos les preocupa que aún no se determina de dónde provendrán los fondos y otros detalles.

El programa de transferencias en efectivo lleva el nombre de Auxilio Brasil y reemplaza a Bolsa Familia, una iniciativa elogiada ampliamente que fue implementada hace dos décadas por el izquierdista Partido de los Trabajadores. El nuevo programa aumenta el monto mensual para cada beneficiario a un promedio de 224 reales (40 dólares) respecto a los 190 reales anteriores y también incrementará el número de personas beneficiadas.

Se tiene previsto que llegue a 17 millones de familias para fin de año, en comparación con los 14,5 millones inscritas en Bolsa Familia antes de la pandemia, pero menos de la mitad de las que recibieron pagos de emergencia debido a la crisis del coronavirus, los cuales concluyeron el mes pasado. Eso ha desatado algo de confusión entre muchos brasileños acerca de si siguen siendo elegibles para recibir asistencia.

El presidente brasileño Jair Bolsonaro creó Auxilio Brasil en agosto con una medida provisional de emergencia que el Congreso debe ratificar antes del 9 de diciembre. El tiempo corre, pero los legisladores de la Cámara de Diputados aguardan a que el Senado apruebe una enmienda constitucional propuesta que elevaría el límite máximo de gastos del gobierno, lo que permitiría liberar fondos para el programa.

Sin embargo, la enmienda ha generado divisiones, ya que ha incrementado las preocupaciones de los inversores en torno a la posibilidad de un gasto gubernamental excesivo.

En tanto, analistas políticos dicen que Bolsonaro está de hecho cambiándole el nombre a un programa existente para impulsar sus posibilidades de reelección. Se anticipa que compita en los comicios del próximo año ante el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quien creó Bolsa Familia en 2003. Bolsonaro se encuentra rezagado en los primeros sondeos, después de que se recuperó de una caída en sus niveles de aprobación por la forma en que se manejó el programa gubernamental de asistencia por la pandemia.

La asistencia en Brasil por la emergencia sanitaria era una de las más generosas a nivel mundial, y ya había desatado algunas inquietudes en el mercado de que el país estaba gastando por encima de sus posibilidades. Auxilio Brasil, si bien conlleva una fuerte reducción respecto a la ayuda por la pandemia, representará costos adicionales en comparación con los de Bolsa Familia.

Pedro Guimarães, presidente del banco estatal que distribuye la asistencia, Caixa Econômica Federal, intentó apaciguar las preocupaciones fiscales durante una conferencia de prensa el miércoles.

“Desde el punto de vista de los pagos, no tenemos problema alguno”, aseguró.

Sin importar de dónde provenga el financiamiento, los críticos han cuestionado los motivos para descontinuar un programa de asistencia social que fue aplaudido ampliamente por sus logros. Bolsa Familia fue sujeto de miles de estudios académicos en Brasil y otros países, los cuales reportaron que ayudó a reducir significativamente la pobreza, la desigualdad y la mortalidad infantil.