El Obispado de Córdoba ha señalado que el Decreto de Alarma del Gobierno por el coronavirus “establece una serie de motivos para salir de casa, por necesidades básicas”, y “acudir a un templo cercano a rezar podría ser una de ellas, a no ser que la autoridad nos lo impida”, de modo que en la Diócesis “no cerramos la puerta de nuestras iglesias parroquiales, cuidando las distancias y las medidas higiénicas normales”. Así lo ha destacado el Obispado, en respuesta a las "consultas" que le están llegando, desde "distintos lugares de la diócesis", en cuanto a la aplicación del citado decreto, el cual establece que "la asistencia a los lugares de culto y a las ceremonias civiles y religiosas, incluidas las fúnebres, se condicionan a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro". Junto a ello, el Obispado entiende también que "esta situación no nos impida atender a los pobres, a los sin techo, a los últimos. Al contrario, encuentren en la Iglesia la buena acogida que siempre les hemos dispensado, más necesaria en estos momentos". Sin embargo y para mantener esa atención a los más necesitados, se van a "extremar las medidas higiénicas en esta actitud caritativa en las parroquias, en la Casa de Acogida y en la UVI Social", mientras que la Casa de Ocio y Tiempo Libre de Caritas Diocesana de Córdoba en Torrox (Málaga) "se ha puesto a disposición de la Consejería de Salud y Familias". En cualquier caso, el Obispado ha insistido, como ya anunció el pasado viernes, que "todos los fieles católicos están dispensados del precepto dominical de acudir a la Santa Misa los domingos y fiestas de guardar, de manera que se evite el contacto masivo y así evitemos entre todos la expansión del virus". En relación con ello, desde la Diócesis se ha indicado que "en bastantes parroquias se celebraron ayer domingo misas con una asistencia muy reducida de fieles", y "en todos los casos observando las distancias establecidas y las normas higiénicas señaladas". En la Santa Iglesia Catedral celebró la misa el obispo, Demetrio Fernández. Fue transmitida por televisión y acudieron una docena de fieles, a lo que se suma que, "por distintos medios de comunicación, son transmitidas la misa del domingo y de cada día". Desde la Santa Iglesia Catedral, todos los días a las 12,00 horas. A los sacerdotes, el Obispado les recomienda "que celebren la Santa Misa a diario, para pedir por el pueblo que sufre e implorar de Dios la pronta sanación de los enfermos y el descanso eterno para los difuntos", aunque, "lógicamente, podrán reducir el número de misas diarias y dominicales, según su prudente criterio pastoral", mientras que, por parte de la Diócesis, no se va a impedir "a nadie que acuda, a no ser que hubiera aglomeración o no pudieran respetarse las distancias de seguridad, cosa improbable en este momento". También invita la Diócesis a los párrocos “a que toquen las campanas, que nos llaman a la oración, y que estén disponibles para confesar en el templo o en los domicilios a los que sean reclamados”, para no abandonar “en este momento a nuestro pueblo, el pueblo santo de Dios, que se nos ha confiado apacentar”.