El «reencuentro» del cine español, con estrellas pero sin alfombra roja

La alfombra roja estaba lista para volver a desplegarse en Málaga en marzo. A tres días de su inauguración y cuatro antes de que se decretara el estado de alarma en todo el país, con las películas y sus estrellas confirmadas, el Festival de Cine en Español se vio abocado a suspender una celebración imposible con las fronteras cerradas y la movilidad entre comunidades restringida. «Decidimos que lo más razonable era no hacerlo en las fechas que estaba previsto. La decisión fue la más acertada y así nos lo hizo sentir todo el sector del cine español», rememora su director, Juan Antonio Vigar. Nunca se habló de cancelación , a la espera de que la pandemia abriera un hueco en el calendario, que finalmente ha surgido en agosto, en parte gracias a la supresión de la Feria de este año. Del 21 al 30 del próximo mes, la ciudad servirá de «reencuentro» al mundo del cine. «La gente de la cultura tenemos una renovada capacidad de ilusión y siempre intentamos ver el lado positivo. Durante este tiempo lo que hemos hecho es estudiar con mucho detenimiento la situación sanitaria del país. Hemos encontrado unas fechas realistas y posibles», explica Vigar, que admite que lo importante es que esta edición se celebre y este año no sea en blanco.«La recaudación va a ser bastante inferior a la del año pasado por las restricciones de aforo», según el director, que reconoce que deberán ajustar el presupuesto también a la nueva situación, después de no haber podido recuperar parte del gasto que se hizo para la edición de marzo que hubo que suspender.

La pandemia obligará además a suprimir los eventos alrededor de las estrellas para evitar la aglomeración de personas y cumplir con las medidas de seguridad impuestas por Sanidad. «El modelo tradicional que equilibra muy bien la parte de proyecciones con la parte social –resume el director–. Por prudencia y responsabilidad no vamos a tener esa parte de evento social que supone la alfombra roja».

Vigar admite que «va a suponer una reducción significativa en los gastos porque vamos a aligerar mucho la programación» aunque la sección oficial contará con el mismo número de películas: «el 70% de las películas anunciadas van a a estar y aquellas otras que por modificación de la fecha de estreno no pueden van a ser sustituidas por otras». Todo el sector estará pendiente de la capital de la Costa del Sol porque será el primer certamen postcovid. «Que Málaga se celebre será bueno para San Sebastián porque será un banco de experiencia y un modelo de buenas prácticas. Y que San Sebastián se celebre será bueno para Gijón, para Sevilla, para Valladolid... Todos estamos en la idea de colaborar y de aprender unos de otros para intentar encontrar lo antes posible una normalidad», asegura el responsable del Festival malagueño.

«No se ha rodado nada durante muchas semanas. El que vuelvan a encontrarse todos y que los proyectos se vea que andan es muy importante», asegura con optimismo, después de que las dificultades sanitarias hayan conseguido algo que no había ocurrido nunca: que los certámenes de cine andaluces se unan en la coordinadora Profestivales 21, una unión que también ha alcanzado al resto de estamentos mediante la Plataforma del Audiovisual Andaluz.

Para él, las dificultades han reforzado el sector en otros aspectos. En su opinión, «se ha demostrado que si durante la crisis más fuerte había unos héroes inmediatos que era el personal sanitario, desde el mundo de la cultura también ha tenido un papel protagónico porque creo que hemos sostenido anímicamente a la sociedad española». Sobre el papel de las plataformas digitales, Vigar considera que tienen un papel destacado por las circunstancias especiales, pero no robarán espacio a la gran pantalla. «La apertura de las salas ha demostrado que el público quiere vivir esa experiencia de ver una película en sala, está en la esencia misma del cine», concluye.

Atravesado el desierto de meses con rodajes parados y cines con el cierre echado, el director cree que «ahora se trata de celebrar el cine y la cultura y que todos los que aman la cultura, que es esencial para un ser humano, vengan a consumir cine para tener ese reencuentro con la ciudadanía». Un objetivo para el que la promoción de las películas que suponen los festivales resulta fundamental: «No basta con trabajar y hacer cosas interesantes, tienen que llegar a nuestro público y el camino ya se ha empezado a andar».