Junta de Andalucía

El Gobierno andaluz se prepara ya para activar el plan de los 4.500 ingresos hospitalarios

Considera “excesivo” un Estado de alarma de seis meses, al entender que se lanza un mensaje “negativo” a los países del entorno

Imagen de una habitación de aislamiento en un hospital malagueño
Imagen de una habitación de aislamiento en un hospital malagueñolarazonJUNTA DE ANDALUCÍA

Con suerte, llegará un día en que el coronavirus sea un recuerdo del que brote un gemido de alivio. Pero, por ahora, Andalucía atraviesa “un momento de gravedad sanitaria”, como ha admitido hoy el consejero de la Presidencia y portavoz del Gobierno autonómico, Elías Bendodo, quien ha explicado que en el Consejo de Gobierno que se ha celebrado esta mañana se han “dado instrucciones” al titular de Salud, Jesús Aguirre, para activar el plan que contempla los 4.500 ingresos hospitalarios, al que ya se refirió el presidente de la Junta, Juanma Moreno, a finales del pasado septiembre en el Parlamento regional.

Hoy se ha sabido que la comunidad ha registrado 2.262 hospitalizados más en 24 horas, cifra que se aproxima a los 2.708 que se alcanzaron en marzo durante la primera ola de la pandemia, a los que hay que sumar 54 fallecidos, el récord de la segunda embestida de la enfermedad. En ese contexto, Bendodo ha recordado que ya está en marcha el plan de 3.000 ingresos hospitalarios y ha reconocido que se va “camino de” llegar a ese número.

El portavoz ha confirmado, como ya había avanzado Moreno, que no se descarta cerrar la región de cara al puente de Todos los Santos ligado a este fin de semana, o cambios en el toque de queda fijado por el Ejecutivo central de dirige Pedro Sánchez, pero ha insistido en que serán los expertos que componen el Comité de Alertas de Alto Impacto de la sanidad pública andaluza, los que tengan la última palabra y los que decidan mañana.

Sin abandonar los márgenes de la gestión de la pandemia, Bendodo ha aseverado que el Ejecutivo autonómico cree “excesivo” decretar un Estado de alarma “que dure seis meses”, hasta el 9 de mayo de 2021, al entender, entre otras razones, que se lanza un mensaje “negativo” a los países del entorno. En ese sentido, considera “razonable” el plazo de ocho semanas que ha planteado el líder del PP, Pablo Casado, para una vez concluido, volver a evaluar la situación y tomar nuevas medidas, si hiciera falta.