El pasado político de la vicepresidenta

Montero gastó más de 500 millones en conciertos sanitarios en Andalucía

El presidente de la Junta saca a relucir las «contradicciones» de la vicepresidenta y defiende que el gasto sanitario por habitante está por primera vez por encima de la media

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús MonteroEPEP

La supuesta privatización de la sanidad andaluza es un mantra que la izquierda viene agitando desde hace tiempo y que se ha convertido ya en un lema que se extenderá hasta las elecciones autonómicas. Ayer, estos partidos –tanto Adelante Andalucía como Por Andalucía y el PSOE-A– usaron este asunto para atacar al Gobierno andaluz, hasta que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, explotó al final de una sesión de control al Ejecutivo que se fue agitando conforme avanzaban las intervenciones. «Basta ya de mentiras y de faltar a la verdad», aseguró Moreno a la portavoz socialista, María Márquez, quien previamente le había acusado de «cebar sin control a la sanidad privada mientras hay gente que no se pone el tratamiento de quimioterapia porque no hay sillas».

Moreno contraatacó mostrando una decena de documentos firmados por la actual vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y secretaria general del PSOE-A, María Jesús Montero –entonces consejera de Salud–, en los que se establecían conciertos con la sanidad privada, alcanzando un montante de más de 500 millones de euros. «Lo que no puede decir Montero –cuando era consejera– es que los conciertos tienen un importante perfil social cuando lo hace el PSOE, pero cuando una ley que aprueba el PSOE la hace el PP en beneficio de Andalucía entonces es privatización», lamentó Moreno.

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, en el Parlamento andaluz
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, en el Parlamento andaluzEPEP

Además, el presidente andaluz resumió en «cinco frases» su posición sobre los conciertos en la sanidad, que son «las mismas que hizo María Jesús Montero en el Parlamento andaluz el 16 de junio de 2010». Así, recordó que la entonces consejera dijo que «en ningún caso los conciertos ponen en duda el carácter público de la sanidad», así como que «la actividad concertada está perfectamente regulada», que «los servicios que se prestan tienen un importante perfil social», que «la actividad de conciertos en el sistema sanitario público no resta calidad y no resta carácter público» y que «garantiza en todo momento los derechos consolidados del sistema sanitario público de Andalucía». Y «esa es mi posición», afirmó el presidente de la Junta.

No obstante, fue el portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García, el primero que sacó a relucir este asunto a raíz de la citación judicial de la actual gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y de sus dos antecesores en el cargo por los contratos de emergencia durante la pandemia. García aludió al «triángulo de la sanidad andaluza», cuyos vértices serían «el dineral a la privada, la corrupción, y los andaluces en la listas de espera», no sin antes reprocharle que el Gobierno andaluz vaya a destinar 533 millones al nuevo acuerdo marco de conciertos con la sanidad privada y preguntarse «por qué ese dinero funciona mejor en la privada».

Tras ironizar con que «Sanitas, Adeslas o Quirón no se llevan nada» como adjudicatarias de esos conciertos, García recorrió las distintas dotaciones presupuestarias anuales para los conciertos y concluyó que el Gobierno que preside Moreno ha destinado «2.600 millones de los impuestos de los andaluces», una cantidad «regalada a la sanidad privada» mientras se preguntó si «estamos mejor o peor».

García relató su caso personal: una operación de rodilla que acabó derivándose a la sanidad privada ante la incertidumbre del tiempo de espera en la sanidad pública. En este sentido, se lamentó de que «hay quien se lo está llevando calentito» y criticó que «quitaron los controles desde el Consejo» sobre los conciertos, para seguidamente reprocharle su anuncio de diciembre de 2024 en el Debate sobre el estado de la comunidad de las citas de Atención Primaria en un plazo de 72 horas para precisarle que «se refería al acto administrativo de que te den una fecha, aunque sea para 15 o incluso 30 días la cita con el médico».

Moreno, en relación con la citación de los directivos del SAS, aseguró que «se aclararán muchas cosas» e instó a la oposición a «dejar que la justicia actúe». Junto a ello, aludió a dos retos inmediatos de la sanidad andaluza: el envejecimiento de sus usuarios y la jubilación de los profesionales médicos. En este sentido, apuntó un incremento de 500.000 usuarios en la franja de población mayor de 60 años, un grupo que «consume más servicios sanitarios» y que su representatividad es ya del 30% de la población total.

El presidente andaluz criticó que «ahora nos toca reparar que nadie planificó esas jubilaciones masivas», por cuanto apuntó que la sanidad andaluza afrontará la jubilación de 4.386 profesionales, aunque seguidamente defendió que «hoy la situación es mejor que hace siete años». Fue en este punto cuando quiso subrayar un dato relevante: el gasto sanitario por habitante ha pasado de ser de 1.169 euros en la etapa socialista a 1.765 euros en 2025. Es decir, «por primera vez estamos por encima de la media nacional en gasto por habitante».

El presidente de la Junta sostuvo que el 91% de la población andaluza es atendida por el servicio público, rechazó «el proceso privatizador» y recordó que el modelo de concierto nace de la Ley General de Sanidad de 1986, desarrollado posteriormente por un Real Decreto, mientras planteó de forma retórica «cuál de las 17 comunidades autónomas no tiene conciertos». Junto a ello, indicó que Cataluña dedica un 20% de su presupuesto sanitario a conciertos con empresas privadas.

La portavoz socialista, por su parte, acusó a Moreno de realizar «un nuevo robo» a la sanidad pública destinando 533 millones más a la privada y «luego hacerse el ofendidito diciendo que no están privatizando la sanidad». «Cuántos favores no deberá usted a las farmacéuticas de Andalucía para que, a pesar de estar investigados en los juzgados, siga cebando sin control a la sanidad privada», remarcó.

El portavoz popular, Toni Martín, ahondó en las contradicciones del PSOE. «Si sus señorías del PSOE mantienen que firmar un concierto con la sanidad privada es robar dinero público para dárselo a sus amiguetes, están acusando a su jefa, la señora Montero, de pegarse años robando el dinero público para dárselo a sus amiguetes», afirmó. No obstante, ofreció «mano tendida» a la oposición para «sumarse a trabajar por los andaluces» en lugar de «confrontar» y de generar «dos bandos irreconciliables». A su juicio, Montero «mentía antes o miente ahora, porque firmaba a dos manos conciertos sanitarios millonarios con la sanidad privada y decía, además, que eran el complemento necesario y adecuado a la sanidad pública, pero si ahora lo hace usted, es que usted es el enemigo público número uno» dijo dirigiéndose al presidente andaluz.