Un secadero de jamones y chacinas en la localidad de Aracena (Huelva)

El jamón y la gamba se abrazan a la venta electrónica para llegar a los turistas

La sierra y la costa de Huelva, zonas en las que encontrar esos productos, concentran la mayor parte de ese turismo de “compras gastronómico” que este año se ha visto muy mermado por la covid-19 y las restricciones de movilidad

El canal “online” se ha convertido, en estos tiempos de covid-19, en el principal aliado de los sectores del ibérico y del marisco de Huelva, y de sus productos estrellas, el jamón y la gamba, para seguir llegando a los turistas que, año tras años, tenían una cita obligada con la provincia para adquirir estos manjares.

La sierra y la costa, zonas en las que encontrar esos productos, concentran la mayor parte de ese turismo de “compras gastronómico” que este año se ha visto muy mermado por la covid-19 y las restricciones de movilidad, principalmente, en este último mes, ya que para ambos sectores las Navidades suponen el punto culmen de las ventas de todo el año, de ahí la necesidad de reinventarse o morir.

Un operario cuece el marisco en un cocedero de la localidad de Punta Umbría (Huelva)
Un operario cuece el marisco en un cocedero de la localidad de Punta Umbría (Huelva)Julián PérezAgencia EFE

Así lo cuenta a Efe, José Vázquez, representante de la Asociación Provincial de Industrias de la Carne (AICE): “Las empresas del sector, ya sean de mayor o menor tamaño, dependen mucho de la venta física, del turismo que se registra durante el año en la zona, ya sea del que va de paso o del que viene expresamente a comprar nuestros productos”, por ello, ante su ausencia “muchos han optado por una reinvención urgente” y cambiar al canal online.

Su hermana, Ana Vázquez, junto con la que regenta la empresa Ibéricos Vázquez en Aracena (Huelva), remarca que la crisis sanitaria les está impidiendo realizar las visitas guiadas que realizaban a las dehesas y fábricas de embutidos y jamones para que el turista conociera los procesos de elaboración y que concluían con cata y, en muchas ocasiones, con la compra de productos.

Además, en estas fechas próximas a la Navidad la sierra “se recibiría la visita de muchas familias para comprar el jamón, algo que tampoco se puede hacer por esas restricciones y que ha llevado a un cambio en la comercialización; antes se presentaban físicamente en la sierra, calarla y probarla, era una compra más con los cinco sentidos y este año las ventas son online”.

“En el sector del ibérico te adaptas o mueres, y eso es lo que venimos haciendo nosotros como empresa familiar que lleva ya tres generaciones” y, de esta forma, Ibéricos Vázquez, como muchas otras empresas de la zona, han realizado una apuesta decidida por el online que posibilita a ese turista tener el producto de todos los años en su mesa.

Y este año, añade, con una ventaja ya que “el hecho de que se haya paralizado la venta a parte de la hostelería y para eventos ha hecho que haya mucha oferta, por lo que se han visto reducido los precios en torno a un 30 % respecto al año pasado”, por lo que apostilla: “Se ha democratizado el precio del jamón y es más accesible y posible llevarte uno bueno a casa”.

Algo muy similar ha sucedido con el marisco, tal y como cuenta Juan Carrillo, representante de Mariscos Carrillos, una empresa señera en la comercialización de productos de la mar afincada en Punta Umbría (Huelva), quien alaba la actitud del sector en estos momentos difíciles.

“El sector ha sentido este año los efectos en la movilidad que ha motivado la covid-19 y ha visto caer sus ventas en torno a un 30 %, sin embargo, lejos de dejarse vencer por esas barreras muchas empresas han optado por adaptarse y buscar una salida, que pasa, por la apuesta por el online”, destaca.

“El sector está enganchándose al online de una manera acelerada y sí que estamos notando que nacen muchas páginas y con soporte bueno; se ve que las empresas del sector están invirtiendo en nuevas tecnologías y en la digitalización”, apunta.

Asimismo, y pese a la nostalgia que le supone el haber perdido este año la venta directa con el cliente, valora que la digitalización “ha contribuido a que el marisco deje de ser un producto de lujo a ser no de consumo habitual pero sí más ocasional”.

Esto ha sido posible gracias a la competencia entre empresas que ha contribuido a la aparición de nuevos formatos que permiten elegir el producto y la cantidad deseada.