Economía
Incertidumbre inmobiliaria en la Costa del Sol ante la invasión de Ucrania
El sector vive «un momento histórico en las ventas» pero prevé que los clientes rusos buscarán liquidez a través de sus activos
Desde la Asociación Leading Property Agents of Spain (LPA), creada en Marbella para aglutinar a los profesionales del sector inmobiliario de la Costa del Sol en torno a objetivos como promocionar el destino como la mejor elección tanto a nivel residencial como vacacional, su presidente, Jose Carlos León, explica a LA RAZÓN que de momento «no se están notando especialmente efectos inmediatos derivados del conflicto entre Rusia y Ucrania», toda vez que apenas han trascurrido diez días de la invasión, si bien a corto y medio plazo «se dejarán notar».
El también fundador y CEO de la empresa NVoga Marbella Realty, reconoce no obstante que el mercado inmobiliario ruso «no representa a día de hoy los niveles que tuvo antaño», por tanto no es el que protagoniza las principales transacciones internacionales que se generan en la Costa del Sol, especialmente en los municipios de Marbella, Estepona y Benahavís.
León advierte de que a día de hoy «estamos teniendo mucha más presencia de clientes y potenciales compradores procedentes de países como Suecia, Bélgica, Holanda, Polonia o Francia».
Con todo, el colectivo LPA reconoce que estamos ante «una situación muy grave y al tiempo muy triste, especialmente para muchos compañeros rusos con los que trabajamos, además de familias y amigos que residen aquí desde hace años». Y es que se trata de «familias perfectamente arraigadas e integradas en nuestra sociedad, con sus hijos aquí escolarizados y sus vidas perfectamente consolidadas en nuestro entorno».
Es por ello por lo que existe un deseo y anhelo generalizado «de que esto acabe pronto, cuanto antes y con las menores consecuencias, máxime porque después de haber sufrido las consecuencias de una pandemia mundial durante dos años, a nivel económico estábamos empezando a ver un poco de luz al final del túnel».
El presidente de LPA incide que a día de hoy en la Costa del Sol, «estamos viviendo un momento histórico» en cuanto transacciones inmobiliarias y en el marco de un sector que «está en su mejor momento, gracias a ritmos de venta muy positivos».
Sin embargo, la «triste» situación que protagonizan «dos países que han sido hermanos», tendrá consecuencias directas especialmente en los clientes rusos «que por la incertidumbre y consecuencias que genere el conflicto, necesiten liquidez y no puedan transferir fondos y quieran o se vean en la necesidad de vender sus propiedades».
León recuerda que situaciones parecidas “ocurrieron con los clientes procedentes del Reino Unido ante el estallido del Brexit: esos clientes vivieron grandes momentos de incertidumbre fueron conscientes de que España no se les quería y que había que vender antes de ser asfixiados a impuestos”.
Esos sí, es probable que se dé la circunstancia, “ante la devaluación de la moneda -rublo- tal y como está, hará además que el capital ruso tenga que tratar de moverse, lo que podría acelerar la decisión de compra de muchos clientes no sólo rusos sino también ucranianos, y el activo refugio que es el ladrillo, volverá a estar en el punto de mira, porque es algo más seguro para ellos”.
Sin embargo, esta coyuntura acarreará “el problema de que los bancos rusos puedan actuar o no con el mecanismo financiero conocido como código swift; los bancos grandes lo tienen a día de hoy cortado, mientras que pequeños y medianos sí están operando, por lo que hay clientes que han recurrido a esas entidades menores”.
Por tanto, las operaciones a día de hoy en marcha “siguen su curso y no hay de momento dificultad con los bancos en cuanto a financiación”.
Eso sí, de cara por ejemplo a la temporada estival “se han planteado y firmado alquileres para los que ya se ha transferido el cincuenta por ciento en concepto de reserva, y hay que ver ahora si esos clientes tendrán o no problemas a la hora de transferir más adelante el montante restante para completar la cuantía”.
Por último, León insiste en que “todo reciente y dependerá de si el conflicto todo acaba a corto o medio plazo”.
MERCADO RUSO EN ESPAÑA
Los ciudadanos procedentes de la Federación Rusa siguen realizando activamente compraventas de inmuebles en España; no en vano, los años anteriores a las sanciones, la nacionalidad rusa era la tercera en cuanto a inversiones inmobiliarias en España. A día de hoy, se sitúa en décima posición y en una tendencia al alza, tras registrarse un total de 3.129 compraventas en 2019.
Y es que España sigue siendo el país de destino preferido de los ciudadanos rusos para realizar inversiones inmobiliarias y el país del que más información demandan a las agencias especializadas. Sin embargo, el sector español se enfrenta desde hace dos años al reto de adaptarse a la actual crisis económica derivada de la Covid-19, que limita los movimientos, y al crecimiento de la demanda en otros países mediterráneos, a lo que se une ahora las consecuencias del conflicto ruso-ucraniano.
Tradicionalmente, el comprador ruso ha mostrado clara preferencia por las comunidades autónomas costeras, especialmente las situadas en el litoral mediterráneo. Y, de igual modo, existe una gran diferencia entre provincias costeras y provincias no costeras dentro de una misma Comunidad Autónoma. Aquellas costeras despuntan en número de compraventas de vivienda, mientras que las no costeras comparten estadísticas similares a las provincias del interior de España.
En el caso de Andalucía, provincias como Córdoba o Jaén representan tan sólo un 0,3 , 0,8 por ciento, respectivamente, de las compraventas dentro de sus comunidades frente a provincias como Málaga, que acapara el 75 por ciento.
No en vano, en el año 2019, el cómputo de transacciones en la provincia malagueña, se aproximó a trescientas unidades, según los datos de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Moscú.
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