Medio Ambiente
El alga asiática afecta ya al 30% de las capturas de la pesca artesanal
La especie invasora está dañando el fondo marino del Estrecho de Gibraltar, avanzando más de 200 kilómetros, y también las playas andaluzas
Son las doce de la mañana y, como sucede desde 2016, pescadores de la flota artesanal de Barbate se afanan en retirar de sus redes las numerosas algas «capturadas» tras un duro día de faena en «la mar». Enredadas, casi incrustadas en cada uno de los hilos que les dan forma, cuesta imaginar que éstas hayan podido pescar especie alguna. «Desgraciadamente, esto se ha convertido en el pan nuestro de cada día y, lo peor, es que va a más», señala Juan González, experimentado marinero de uno de los puertos más señeros de Andalucía y España, La Albufera.
La preocupación de Juan y sus compañeros de fatiga, que confirman con sus gestos este lamento, no es para menos. «Si esta profesión ya es dura y arriesgada, el alga asiática», subraya, «ha venido a complicarla aún más».
Y es que el alga asiática, «Rugulopteryx okamure», se ha convertido en una auténtica pesadilla para pescadores, ecologistas e, incluso, el sector turístico, que ve cómo su mayor atractivo, las playas, son cada vez más frecuentadas y conquistadas por toneladas de esta especie acuática.
Detectada entre 2015 y 2016 en la zona del Estrecho de Gibraltar, el alga asiática (organismo procedente del Pacífico noroccidental), favorecida por las corrientes de la zona, se ha expandido velozmente en los últimos años por los fondos rocosos. Colonización que ha puesto en jaque su biodiversidad e, incluso, ha mermado la presencia de algunas de las especies más valoradas de la zona, como es el voraz, también conocido por Besugo de la Pinta.
«Aunque resulta difícil de cuantificar, desde su eclosión (los científicos dicen que su presencia puede ser muy anterior al año en el que la visualizamos por vez primera) hasta ahora, el alga asiática ha venido mermando progresivamente las capturas. Pérdidas, más centradas en la flota artesanal, que, aproximadamente, se podrían cifrar en un treinta por ciento en estos momentos», asegura Manuel Fernández Belmonte, presidente de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (Facope) y vicepresidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP).
«Es un hecho que esta invasión está provocando una alteración del medio, favoreciendo su destrucción y, no menos importante para un sector como el nuestro, propiciando la desaparición de especies. Circunstancias que, con ser especialmente acusadas en la zona del Estrecho de Gibraltar, están teniendo su reflejo en toda la costa andaluza, tanto en la Atlántica como en la Mediterránea».
Asimismo, en mayor o menor proporción, «las algas afectan a todas las flotas (cerco, arrastre y artesanal). Si bien es cierto que esta última, por su proximidad a la costa, la padece en mayor medida, sufriendo una importante pérdida de redes e, incluso, teniendo que, como sucedió el año pasado, renunciar a faenar durante meses, ya que ni tan siquiera pueden calar el arte». Cabe destacar que, además de la alteración que sufre el medio, principalmente los fondos rocosos, estas ingentes toneladas de algas que van de un lado a otro arrastradas por las corrientes también suponen un serio peligro para las embarcaciones, ya que, al incrementarse el peso de las redes, éstas se puedan desequilibrar. Asimismo, la pérdida de redes, palangres y anzuelos se ha convertido en algo normal.
Estudios científicos
«Si bien es cierto que estamos recibiendo ayudas económicas por parte de la Junta de Andalucía para poder sobrellevar esta situación de pérdidas, algo que agradecemos; lo que verdaderamente nos interesa es que los estudios científicos que se vienen realizando desde la Junta de Andalucía, a través del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), den lo antes posible sus frutos para que se puedan establecer las correspondientes estrategias con las directrices de gestión, control y posible erradicación de la especie», extremo este último que algunos científicos consideran ya un imposible. Estudios que, según demanda el sector pesquero a la Administración andaluza, «deben ir mucho más allá del alga asiática, contemplando todas las especies exóticas que están llegando a nuestras costas. Especies que, aunque algunas mueren en el medio, otras, como es el caso del alga asiática, se adaptan y acaban alterándolo».
La principal hipótesis para argumentar la llegada del alga invasora a aguas del Estrecho apunta a los aportes de agua de lastre que se emplean para dar estabilidad a los grandes cargueros y que, una vez aquí, descargan en parte.
Recientemente, Verdemar-Ecologistas en Acción ha alertado de que, «en un año, el alga asiática ha avanzado más 200 kilómetros a ambos lados del Estrecho de Gibraltar».