Medio Ambiente
Aumenta la población de liebre ibérica en las zonas de matorral de Doñana
Estudio de la Estación Biológica de Doñana tras el declive del conejo europeo
Un estudio realizado por miembros del Equipo de Seguimiento de Procesos Naturales de la ICTS-RBD, de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), constata que la población de liebre ibérica ha aumentado en zonas de matorral de Doñana tras el declive del conejo europeo.
Este equipo ha examinado los patrones de actividad y uso del hábitat de los conejos (Oryctolagus cuniculus) y las liebres (Lepus granatensis) que viven en simpatría, es decir, compartiendo zonas de distribución, en el Parque Nacional de Doñana, durante dos períodos de brote de enfermedades víricas que afectan a estas especies.
En el primer periodo (1984-1985), mediante conteos fecales y transectos, observaron que estas dos especies estaban segregadas, los conejos en zonas de matorral y las liebres en áreas de marismas, y que ambas especies ocupaban también los ecotonos de juncos y helechos.
Los conteos en transecto al amanecer, mediodía, atardecer y medianoche revelaron que los conejos y las liebres tenían los mismos patrones de actividad (crepuscular y nocturna) en las zonas de simpatría.
Durante el segundo periodo (2015-2016), en los mismos transectos que en el primer periodo, los datos mostraron que los conejos y las liebres eran principalmente nocturnos en zonas de matorral y en las zonas de marisma adyacente; las liebres ocuparon también áreas de matorral, un hábitat que antes sólo ocupaban los conejos.
Tras el análisis de estos datos, los investigadores precisan que el declive de los conejos, causado por las enfermedades, ha favorecido probablemente a las liebres que se dispersaran a zonas de matorral, un tipo de vegetación que antes ocupaban exclusivamente los conejos.
Ese declive también ha provocado la casi desaparición en esta zona del lince ibérico (Lynx pardinus), especialista en depredación de conejos, lo que ha permitido el aumento de los depredadores generalistas.
Posteriormente, los depredadores generalistas han aumentado la presión de depredación tanto sobre los conejos como sobre las liebres, lo que ha provocado su paso a la actividad nocturna.
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