Elecciones 19-J

IU señala que el acuerdo con Podemos fue “un trágala” y que la disgregación posibilitó la mayoría absoluta

“El tránsito de parte del electorado desde el PSOE-A al PP ha sido natural”, considera la coalición ante unos resultados “muy malos”. El informe evidencia las diferencias con el partido morado

La candidata de 'Por Andalucía' a la Presidencia de la Junta, Inma Nieto, junto a la ministra de Igualdad, Irene Montero, y el titular de Consumo, Alberto Garzón, en el cierre de la campaña electoral. Álex Zea / Europa Press
La candidata de 'Por Andalucía' a la Presidencia de la Junta, Inma Nieto, junto a la ministra de Igualdad, Irene Montero, y el titular de Consumo, Alberto Garzón, en el cierre de la campaña electoral. Álex Zea / Europa PressÁlex ZeaEuropa Press

El Informe político de la Coordinadora andaluza de IU fue aprobado este fin de semana con 76 votos a favor, 20 en contra y 7 abstenciones. En el análisis del varapalo del 19-J, al que accedió LA RAZÓN, se apunta que “los resultados de las elecciones andaluzas han sido muy malos”, ya que “suponen un gobierno conservador que aplicará su agenda neoliberal contra los intereses de la mayoría social, así como una pérdida notable de escaños de nuestro espacio político”. También señala que de haber ido todas las izquierdas juntas a los comicios, habrían alcanzado 12 escaños en lugar de los siete que suman Por Andalucía y Adelante Andalucía y apunta también a que el PP no habría logrado mayoría absoluta. El informe deja clara también importantes diferencias entre IU y Podemos.

IU señala que el acuerdo con Podemos fue “un trágala” y que la disgregación de las izquierdas posibilitó la mayoría absoluta de Moreno

“La derecha ha sabido asociarse a la idea de progreso mejor que la izquierda entre el electorado, el cual tiene un comportamiento más pragmático que valora positivamente la alternancia. A ese nuevo patrón se ajustaba bien la imagen de moderación de Bonilla y su pretendido papel histórico de cambio tras 37 años de gobiernos del PSOE”, señala el informe.

En primer lugar, IU se felicita por los resultados electorales en Colombia y lamenta las muertes en la valla de Melilla. En segundo lugar, la coalición agradece a los votantes el apoyo a Por Andalucía y reconoce “el ímprobo trabajo de los cuadros políticos que han estado detrás de la campaña, así como a nuestra candidata a la Presidencia, Inma Nieto, y a las y los candidatos principales de las fuerzas que componen Por Andalucía: Esperanza Gómez (MP), Juan Antonio Delgado (Ps), Mar González (Equo), Carmen Molina (AV) y José Antonio Jiménez (Iniciativa). Se hace extensivo este reconocimiento al conjunto de candidatas y candidatos de las listas provinciales”.

“El bloque de la derecha y ultraderecha ha obtenido 2.197.214 votos, el 59.9% del total, mientras que el bloque progresista tan solo 1.333.365 votos, el 36.4%. En 2015 el bloque progresista obtuvo 2.277.837 (57.2%) y en 2018 fueron 1.596.838 (44.1%), mientras que el bloque conservador consiguió 1.454.003 votos (36.5%) en 2015 y 1.808.756 (50%) en 2018″, señala el informe. IU llega a la conclusión de que “la derechización del voto en Andalucía es clara (el CIS lo advierte desde 1999), así como la normalización de la ultraderecha. La inserción de nuestros discursos es cada vez más difícil en los nuevos sentidos comunes”.

“La derecha ha sabido asociarse a la idea de progreso mejor que la izquierda”, concluye en su informe

“El tránsito de parte del electorado desde el PSOE-A al PP ha sido natural: el PP ha sido continuista de viejas políticas iniciadas por el PSOE-A, por lo que no se han advertido cambios tan notables en la gestión para un sector que votó a Susana Díaz; el PP ha fagocitado a Cs, el cual se había nutrido en 2018 de muchos ex votantes socialistas, por lo tanto, Cs ha puesto un puente a los electores antiguos de PSOE-A hacia el PP; y el miedo a la entrada de Vox en el gobierno lo ha capitalizado un PP que se presentaba bajo la marca Juanma Moreno”, apunta IU. Y añade: “Ese miedo a Vox, el falso perfil moderado de Bonilla y el continuismo en viejas políticas de las mayorías del PSOE-A han puesto puente de plata para que aproximadamente un 16% de votantes del PSOE-A en 2018 hayan votado al PP en 2022″.

IU también se escuda en la participación y habla de “una notable movilización de los barrios enriquecidos frente a los barrios empobrecidos (en los históricos barrios de voto progresista viene cayendo la participación desde 2015, de un 62% a un 47%). Mientras en los primeros subió la participación 1.8 puntos respecto a los anteriores comicios, en los segundos el comportamiento fue el contrario ya que subió la abstención hasta dos puntos”.

La coalición entra de lleno en la disgregación del voto de las izquierdas: “Nuestro espacio político obtuvo 585.949 votos (16.9%) en 2018 pero en estos comicios, yendo el espacio fragmentado, se ha bajado a 451.658 votos (12.6%). El descenso en escaños no se compadece con el descenso en votos. Entre Por Andalucía y Adelante Andalucía suman 7 escaños, de haber habido una única papeleta se estiman 12 escaños. A eso hay que añadir que no habría alcanzado mayoría absoluta el Partido Popular. Nadie entendía, y menos ahora a la luz de estos datos, la apuesta por la dispersión y no por el encuentro”.

En cuanto a los problemas para ponerse de acuerdos las fuerzas de izquierda, señala: “No se consiguió realizar un proceso programático con la suficiente apertura e implicación del tejido social a pesar de los foros programáticos celebrados, ni se llegó a un acuerdo de candidatura en tiempo razonable”.

IU señala que en el acuerdo de última hora no se logró el equilibrio con Podemos: “No conseguimos el último objetivo. El acuerdo con la dirección estatal de Podemos fue un trágala a pocos minutos de cerrarse el plazo para el registro de la coalición. La decisión de asumir aquel pésimo acuerdo en términos de reparto de puestos de salida en detrimento de IUCA fue porque sí se alcanzaban otros objetivos: frente amplio, candidatura a la Presidencia bajo la candidata que más consenso tenía en el frente amplio e insertar a IUCA en el nuevo ciclo electoral bajo el liderazgo de Yolanda Díaz. La alternativa a la candidatura de frente amplio conllevaba una fragmentación de la que nadie habría obtenido grupo parlamentario y se habría puesto en serio riesgo la estabilidad del espacio político estatal”.

Sobre el reparto, añade: “El mal resultado electoral ha agravado ese desequilibrio en los puestos de salida y situado a IUCA con una injusta representación en el grupo parlamentario”.

DESTITUCIONES

“Es indudable que entramos fatal en la campaña por el ruido de aquel acuerdo, acrecentado porque Podemos no llegó a tiempo al registro de la coalición. Las consecuencias han sido graves: se dañó la imagen de la candidatura y se quedó fuera de la papeleta el logo de Podemos generando confusión entre electores de Podemos que pudieron votar a Adelante Andalucía porque todavía relacionaban a Teresa Rodríguez con Podemos. Esta mezcolanza se afirmó en muchos colegios electorales”, señala el informe.

“Los ecos de las tensiones de aquel acuerdo volvieron a oírse con la inoportuna destitución, en plena campaña, de la jefa de gabinete del Ministerio de Igualdad, dirigente de IUCA e IU federal”, subraya.

“La campaña electoral comenzó con confusión para nuestros electores y sin una consolidación de la imagen de Por Andalucía ni de la candidata entre la sociedad andaluza. Un problema de posicionamiento e identificación de la marca”, se admite.

Del resultado en sí, el informe señala: “Por Andalucía ha sacado 281.688 votos en estas elecciones, en 2018 la confluencia obtuvo 585.949 votos, se puede decir, a falta de otros análisis posteriores, que 167.970 han ido a parar a la “nueva” Adelante Andalucía y el resto (136.291 votos) han ido a parar a otras opciones o a la abstención. Esto indica una bajada importante de votos y un aumento de la fragmentación, que debido al sistema electoral ha perjudicado la representación electoral de nuestra apuesta política (con un 7,7% de los votos tenemos el 4,6% de los escaños).Por Andalucía ha sacado 281.688 votos en estas elecciones, en 2018 la confluencia obtuvo 585.949 votos, se puede decir, a falta de otros análisis posteriores, que 167.970 han ido a parar a la “nueva” Adelante Andalucía y el resto (136.291 votos) han ido a parar a otras opciones o a la abstención”. Esto indica, según IU, “una bajada importante de votos y un aumento de la fragmentación, que debido al sistema electoral ha perjudicado la representación electoral de nuestra apuesta política (con un 7,7% de los votos tenemos el 4,6% de los escaños)”.

Sobre la campaña, apunta que “la entrada en la campaña de dirigentes como Alberto Garzón, Enrique Santiago, Íñigo Errejón, Ione Belarra, Juantxo López Uralde…ha sido muy beneficiosa, especialmente la de la compañera Yolanda Díaz. Su presencia en el acto del sábado 11 en Córdoba metió definitivamente en campaña a Por Andalucía y fue continuada con dos históricos actos en Málaga y Sevilla. Se insufló enorme ilusión”.

En lo que a la movilización de las bases también se atisba otro punto de fricción con Podemos: “Se ha percibido una desigual implicación de las asambleas locales. Con todo, ha sido la militancia de IUCA la que ha soportado el grueso de la campaña de calle (repartos de propaganda, asistencia a actos, etc.), tal y como prueba la asistencia de apoderados a los colegios electorales (4.726 apoderados de IUCA, 644 apoderados de Podemos)”.