Aniversario

¿Quién era Blas Infante, el padre de la patria andaluza al que Vox vilipendia?

El ideólogo del andalucismo logró en democracia aquello que la historia le negó en 1936 y su figura es equiparable a Sabino Arana, Castelao o Companys pero desde la integración

“¡Sea por Andalucía libre, España y la humanidad!”. En estos versos del himno andaluz escrito por Blas Infante se condensa la filosofía del andalucismo. Los menosprecios de Vox a la autonomía y al padre de la patria andaluza vienen siendo una constante desde su irrupción en la política regional. Coincidiendo con el aniversario del nacimiento de Blas Infante, desde sus filas le llamaron “lunático islamófilo”. El 5 de julio se conmemora el nacimiento del notario andaluz que creó el himno y en el Parlamento se le rinde tributo. También se le homenajea el día de su fusilamiento. Blas Infante está reconocido desde 1983 como padre de la patria andaluza.

Nacido en Casares (Málaga) en 1885, Blas Infante fue notario de profesión en Sevilla. Residía en Coria del Río, donde está el Museo de la Autonomía en su casa natal. Infante era un intelectual preocupado por los problemas sociales y creó un ideario andalucista en el escrito llamado el “Ideal Andaluz”.

El presidente de la Junta de Andalucía en funciones, Juanma Moreno, durante el acto institucional del Parlamento andaluz en conmemoración del nacimiento de Blas Infante. Joaquín Corchero / Europa Press
El presidente de la Junta de Andalucía en funciones, Juanma Moreno, durante el acto institucional del Parlamento andaluz en conmemoración del nacimiento de Blas Infante. Joaquín Corchero / Europa PressJoaquin CorcheroEuropa Press

Blas Infante fundó el Centro Andaluz en Sevilla y diseñó los símbolos de la autonomía: la bandera blanca y verde y el escudo de Hércules junto a la letra del himno con música de José del Castillo Díaz. En 1919 redactó el Manifiesto de Córdoba

luchó para que se reconociera a esta región como nación, a través del Manifiesto de Córdoba, que redactó en 1919. Su labor le valió para ser reconocido como una de las figuras más importantes y características de la historia política de Andalucía.

Con la dictadura de Primo de Rivera, Blas Infante optó por el exilio interior. Con la Segunda República vuelve a Sevilla y crea movimientos andalucistas por el Estatuto. Con la Guerra Civil, es secuestrado el 2 de agosto y fusilado el día 11. Su sentencia de muerte se dictó cuatro años después, acusado de instigador y propagandista del regionalismo.

En su ideario, según la obra “Blas Infante Pérez 1885-1936″ del Doctor en Historia Contemporánea Manuel Ruiz Romero, publicada por el Centro de Estudios Andaluces, el ideólogo del andalucismo “en cualquier caso, lo que se creía bueno para Andalucía lo sería también para otros territorios del Estado, sin el concurso de los cuales, sería imposible el resurgir de una España moderna. Como hemos apuntado, se aprueban además un escudo y una bandera (ambos tal y como hoy los reconocemos), a la vez que se inicia el debate para definir un himno propio. En paralelo, se demanda del poder central facultades autonómicas para que Andalucía tuviera ciertas competencias para decidir su futuro y resolver sus problemas (reforma agraria, obras públicas, instrucción o beneficencia…), o bien, reclamándole al Estado medidas reformadoras para que fueran atendidas con prioridad (justicia gratuita, igualdad hombre y mujer, centros educativos, sanidad desde los municipios…)”.

“Más que captar votos o afanarse por la simple toma de poder, sus ideales aspiran a cambiar los corazones y mentes de los andaluces”, señala Ruiz Romero. Blas Infante, al que Vox achaca su simpatía por lo musulmán, aborda “la similitud entre la música andalusí y nuestro flamenco”, influenciado por su viaje a Marruecos.

Lo que sí considera Infante es que “existe una especial vinculación entre ambos lados del Estrecho de Gibraltar y que, a lo largo de siglos, representan un origen común”.

Su actividad por la geografía andaluza “fue constante e intensa, dotándose de medios de comunicación como Pueblo Andaluz (1931) y Andalucía Libre (1932), o colaborando con entidades como el Centro de Estudios Andaluces, liderado por Alfonso Lasso de la Vega”.

Después, “en los años treinta, la bandera verde blanca y verde, establecida en la Asamblea de Ronda durante 1918 será oficializada y dada a conocer su simbología”, reza la biografía.

Celebradas las primeras elecciones generales democráticas en 1977 y la convocatoria del primer Día de Andalucía el 4 de diciembre de aquel mismo año, “su vida y obra pasaron a popularizarse a través de unos medios de comunicación y unas incipientes formaciones políticas que comenzaron a aceptarlo con desigual ritmo e intensidad”, señala la obra del Centro de Estudios Andaluces.

Monumento a Blas Infante, padre de la patria andaluza
Monumento a Blas Infante, padre de la patria andaluzalarazon

“La puesta en marcha en marzo de 1978 de la Junta de Andalucía como «entidad política con personalidad jurídica propia», así como el horizonte de una España constitucional descentralizada en autonomías, posibilitaron que Blas Infante fuese identificado como un símbolo de la conquista de un autogobierno político de primer orden competencial: es decir, por la vía del artículo 151 de la Constitución. Nuestro particular proceso hacia este rango jurídico y los avatares del mismo —especialmente el crítico referéndum del día 28 de febrero de 1980—, acabaron por equiparar las movilizaciones de los andaluces con la labor emprendida por el ciudadano andaluz de Casares”, señala el autor. “Andalucía alcanzó en democracia aquello que la historia le negó en 1936. Y ello multiplicó la función simbólica que ejerció Blas Infante, equiparable —salvadas las diferencias— a un Sabino Arana, Castelao o Companys”, concluye.

Después, “el andalucismo ahora hecho partido comenzó a homenajearle todos los 11 de agosto en el mismo lugar donde caía fusilado y, en sus siglas se integraron algunos de los compañeros vivos de Infante agrupados aun en la Junta Liberalista”, añade la biografía. Para entonces, “su dimensión estaría por encima de posiciones partidistas, de forma que su reconocimiento institucional ya apareció durante los debates y anteproyectos que, posteriormente darían lugar al primer Estatuto de Autonomía de nuestra historia”. El logro de la autonomía “institucionalizó las fechas de su vida como punto de encuentro de instituciones y entidades. El máximo órgano soberano y representativo del pueblo andaluz: el Parlamento de Andalucía, ni más ni menos, le reconoció en unos de sus primeros encuentros plenarios con el título de Padre de la Patria Andaluza (abril de 1983), nominación clásica también utilizada para con los libertadores en América. Título honorífico con el que también el Congreso de los Diputados le reconoció en noviembre de 2002″.

Finalmente, “el preámbulo del vigente Estatuto de Autonomía del año 2007 cita los antecedentes históricos” y ofrece un homenaje a «la vocación de la Junta Liberalista liderada por Blas Infante por la consecución del autogobierno, por alcanzar una Andalucía Libre y solidaria en el marco de la unidad de los pueblos de España, por reivindicar el derecho a la autonomía y la posibilidad de decidir su futuro». Mientras, en octubre de aquel mismo año, el Parlamento de Andalucía aprobó “iniciar los trámites para anular la sentencia contra él dictada en 1940. Por otro lado, la Junta de Andalucía gestionaba en 2001 con los herederos de Infante la adquisición del inmueble de la Casa de la Alegría en Coria del Río, hoy espacio ya restaurado y convertido en un espacio visitable junto al Museo de la Autonomía de Andalucía”.

El pensamiento de Blas Infante se resume en la letra del himno andaluz:

“La bandera blanca y verde

vuelve, tras siglos de guerra,

a decir paz y esperanza,

bajo el sol de nuestra tierra.

¡Andaluces, levantaos!

¡Pedid tierra y libertad!

¡Sea por Andalucía libre,

España y la humanidad!

Los andaluces queremos

volver a ser lo que fuimos

hombres de luz, que a los hombres,

alma de hombres les dimos.

¡Andaluces, levantaos!

¡Pedid tierra y libertad!

¡Sea por Andalucía libre,

España y la humanidad!