Aura, exponente de la recuperación del lince ibérico

Más de 900 descendientes, ese es el principal legado que ha dejado “Aura” una hembra de lince ibérico que allá por 2002 fue fundadora del programa de cría en cautividad y que tras 20 años al servicio de la especie ha sido uno de los máximos exponentes de su recuperación. El animal fallecía a finales de octubre en el Observatorio del Lince Ibérico del centro de El Acebuche, en el Parque Nacional de Doñana y fue el ejemplar de lince ibérico más longevo del que se tiene registro hasta la fecha.

Precisamente de este espacio salió en 2002, apenas con un mes de vida, hacia el Zoo de Jérez para prepararla, tras ser seleccionada por los técnicos, para integrar el Programa de Cría en Cautividad al que se incorporó en 2003.Fue en 2007 cuanto tuvo a su primera camada, siendo su contribución total al programa hasta 2018, cuando se retiró al Observatorio del Lince Ibérico, de un total de 14 cachorros. De ellos, según ha explicado a los medios Antonio Rivas, coordinador del centro de El Acebuche, algunos se quedaron en cautividad como futuros reproductores de la población cautiva y seis se liberaron al medio natural.

Eso ha permitido que “la sangre de Aura está presente o ha estado presente en más de 900 individuos en el medio natural y en cautividad”, ha apuntado, destacando que “cuando ella nació la especie estaba a un solo paso de desaparecer del planeta y cuando ha fallecido ha bajado casi dos peldaños en esa escalera hacia la extinción y la Unión para la Conservación Internacional de la Naturaleza (UICN) pone a la recuperación del lince ibérico como un programa de ejemplo”. Esta historia de “éxito” de Aura es lo que ha llevado este martes a la Junta de Andalucía a rendirle un homenaje en El Acebuche por esa contribución que a día de hoy sirve para “contar algo muy positivo, la supervivencia de una especie tan emblemática del lince ibérico en la Península”, ha indicado Enrique Borrallo, el director general de Espacios Naturales Protegidos en Andalucía.

”Aura es el gran ejemplo del crecimiento que ha experimentado la población de esta especie en los últimos 20 años”, ha dicho el director, que ha añadido que además de “escenificar un gran éxito reproductivo” de esta especie, este ejemplar ha servido, en sus últimos años en el Observatorio del Lince, para que “miles de escolares hayan podido ver linces en vivo y esa sensibilización ambiental de las nuevas generaciones también es una parte bonita de la vida de Aura”. Aura, ha añadido, forma parte de esta historia de la salvación del lince ibérico que “ha sido casi un milagro”. ”Si a alguien en 2002 se le hubiera dicho que yo estaría hoy aquí diciendo que en la Península a día de hoy hay alrededor de 1.400 ejemplares de lince ibérico, y en Andalucía más de 500 censados, no se lo creerían; pero los milagros existen y somos todos, esto evidencia que cuando todos remamos en la misma dirección se llega a buen puerto”, ha subrayado Borrallo, que por último, ha anunciado que la historia de Aura se perpetuará en un cuento para que su legado no quede en el olvido.