"El bloc"

Agente empotrado

“Más que infiltrada, sería más propio decir que la casa okupa en cuestión fue empotrada por el vigoroso agente, a quien ahora han denunciado sus amantes por llevárselas a la cama con añagazas”

Causas originales del problema catalán
Causas originales del problema catalánLorena SopênaEuropa Press

Un colega admirado y querido, hoy regenerado en apacible padre de familia, arrastraba a comienzos de siglo justa fama de donjuán que, como suele ocurrir, le acarreaba enormes placeres pero también no pocos disgustos. Prescindieron sumariamente de sus servicios en una empresa en la que trabajaba con tanto talento como eficacia, y otro amigo ducho en el Derecho Laboral lo sacó de su perpleja indignación al ponerlo ante el espejo: «Te has cepillado a siete en el mismo centro de trabajo. Eso es causa objetiva de despido, mamón». Había mucho de pecaminoso y puede que incluso algo de censurable en su actitud, desde luego, pero hubo sobre todo una tremenda profesionalidad en quien le hablaba a cámara imperturbable, con la cara churretosa por culpa de una maquilladora despechada, mientras la sonidista, otra de las damnificadas, le lanzaba improperios por el pinganillo y el copresentador le ponía ojitos, ya que el prenda resultaba atractivo para mozas y varones. Trabajar en semejante situación de estrés sexoafectivo debe ser infernal y en tal circunstancia se ha visto el celebérrimo policía encubierto (que si Rabocop, que si el Aparato del Estado… el ingenio popular es infinito) en el perroflautismo barcelonés, que se encamó en dos años con ocho activistas, que se haya sabido, para obtener información. Más que infiltrada, sería más propio decir que la casa okupa en cuestión fue empotrada por el vigoroso agente, a quien ahora han denunciado sus amantes por llevárselas a la cama con añagazas. Es proverbial el victimismo de los nacionalistas, y más todavía el de los catalanes, pero uno jamás imaginó que llegasen hasta el punto de considerar la seducción como un arma de destrucción masiva. El corto trecho, o sea, que separa a Arturo Fernández de Pol Pot.