Infraestructuras
El «cuento» del AVE a Almería tiene fecha de caducidad: 2026
Incredulidad ante los nuevos plazos de una obra «eterna» para la provincia pese al compromiso adquirido recientemente por el ministro Bolaños
El Gobierno mantiene 2026 como la fecha señalada para la llegada de la Alta Velocidad a Almería. Pero ni las continuas visitas de ministros, ni la publicación de los datos de ejecución de la obra, ni siquiera los avances en tramos clave como el Vera-Pulpí consiguen que cale entre los almerienses la confianza de que el AVE recorrerá algún día su provincia: «Por desgracia para nuestra tierra, las obras no van a la velocidad de crucero que nos cuenta el ministro», ha dicho el coordinador de la Mesa del Ferrocarril, José Carlos Tejada, desde la plataforma que aglutina 216 colectivos para reivindicar mejoras en las infraestructuras ferroviarias de Almería. El responsable de la cartera de Presidencia, Félix Bolaños, utilizaba hace unos días términos de navegación marítima para ratificar el «compromiso» del Ejecutivo en cumplir los plazos para que Almería quede integrada en la Red del Corredor Mediterráneo. Desde la localidad veratense, afirmaba que «las obras de la alta velocidad continúan avanzando y por eso puedo reiterar lo que dije hace un año: en 2026 habrá AVE en Almería». Aseguraba Bolaños que «los 200 kilómetros de línea entre Murcia y Almería están prácticamente todos ya adjudicados, en ejecución o ya terminados». Sin embargo, la Mesa del Tren reclama «sinceridad» porque es «una fecha difícil de alcanzar a no ser que se le dé un impulso potente» a los tramos que están en construcción en la provincia.
Aluvión de dudas pese a las cifras que hablan de una inversión de 1.065 millones de euros en las obras del trazado, lo que supondría ya hasta un tercio del presupuesto total de 3.300 millones previsto para la infraestructura entre Murcia y Almería. Pero el análisis inmediatamente posterior de sociedad civil y empresarios revela detalles como que el tramo Los Arejos-Níjar, o el Níjar-Río Andarax, no han concluido aún y acumulan retrasos a lo previsto en sus plazos de ejecución. «Nos traslada el ministro que se han comenzado a construir cinco viaductos, pero quedan por hacer hasta 28 más, algunos de más de 800 metros, como el que cruzará el Río Andarax», ha recordado Tejada, incrédulo ante las posibilidades reales de cumplir la hoja de ruta prometida.
También desde la administración regional y la mayoría de responsables políticos provinciales se está viendo con escepticismo el nuevo «gran compromiso con Almería» del gobierno de Pedro Sánchez. La consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, Marifrán Carazo, pedía que se tenga presente el incremento de los costes y los retrasos de obras que «no llevan el ritmo» adecuado «desde hace tiempo», con «varios tramos paralizados» por una «crisis de precios» que el Gobierno central «no ha arreglado ni para sus propias infraestructuras». También el diputado nacional del PP, Juan José Matarí, ve al Gobierno instalado en un «optimismo propagandístico y electoralista» que la sociedad almeriense «pone en duda» ya que «los ciudadanos ya están cansados de que se les venda humo y no realidades».
Un mar de dudas para el que, incluso, el Gobierno ha reconocido que aún existen tramos con trabajos pendientes de iniciar, pese a verse superadas las planificaciones para su inicio. Es el caso de la nueva estación y tramo de 9,9 kilómetros de Totana, en Murcia, adjudicado el pasado mes de julio por 184,5 millones de euros y cuyas obras «empezarán en otoño». Mientras, desde la plataforma del tren almeriense repiten sin cesar que «necesitan transportes limpios que descarbonicen la provincia y nos hagan más competitivos». Además, solicitan una visita inmediata de la ministra de Transportes para que «cuente en persona cuál es la hoja de ruta y los plazos de ejecución de las obras de aquí a 2026».
Y es que, tras más de dos décadas esperando el AVE, se hace ahora un estudio funcional de la conexión ferroviaria entre Almería y Granada. «Llevamos un periodo de tiempo lamentable, en el que hemos tardado más de siete horas en llegar a Sevilla, con cuatro transbordos. Luego llegó la pandemia y nos quitaron los trenes. Y ahora, cuando volvemos a la normalidad, no hay narices de recuperar los viajes con Granada y Madrid de la mañana», ha denunciado Tejada. El malestar sigue siendo la sensación generalizada, mientras el colectivo valora ese estudio funcional por parte de Renfe que determinará las características de la próxima conexión ferroviaria entre Almería y la ciudad de la Alhambra. Otro importante nudo ferroviario que esperan tendría continuidad para el futuro del Corredor Mediterráneo por esa ruta. «Ahora proponen invertir 922 millones de euros para quitarle 20 minutos al viaje, que en el mejor de los casos quedaría en una hora y 36 minutos».
La «competitividad» del tren frente al coche en Almería no es una posibilidad. Y la paciencia de los almerienses tiene fecha de caducidad: 2026.
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