
Tribunales
Condenado por distribuir material pedófilo generado con IA con fotos de familiares y vecinos
La sentencia, dictada en firme tras el reconocimiento expreso del acusado, le impone cinco años de prisión

La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a cinco años y nueve meses de prisión a un hombre que usaba las redes sociales para compartir abundante material pedófilo en distintos grupos a los que él mismo aportaba archivos que generaba con inteligencia artificial a partir de fotografías y vídeos de familiares y vecinos.
La sentencia, dictada en firme tras el reconocimiento expreso del acusado en sala, le impone cinco años de prisión por un delito de distribución de pornografía infantil con menores, algunos de ellos bebés de pocos meses, sometidos a tratos degradantes y vejatorios sobre los que se representaba violencia física o sexual.
Asimismo, y en base al acuerdo alcanzado con la Fiscalía y la acusación particular ejercida por el letrado Leo Marfil, también se le han impuesto nueve meses más de cárcel por tres delitos contra la integridad moral en relación a las fotos realizadas sobre su sobrina de corta edad, su excuñada y varias niñas vecinas de su comunidad, a las que conseguía acercarse a través de su propio hijo pequeño.
El acusado, defendido por el abogado Manuel Rincón, ha consignado el pago de 30.000 euros en indemnizaciones a las víctimas, por lo que se le ha aplicado una atenuante muy cualificada de reparación de daño a la hora de fijar la pena impuesta por el tribunal presidido por el magistrado Jesús Martínez Abad.
El hombre ha reconocido que, al menos desde febrero de 2023, ponía a disposición de otros usuarios de Telegram y WhatsApp archivos de foto y vídeo con menores desnudos o mientras participaban en actos sexuales con adultos; un tipo de material que también remitía de forma directa o colgaba en sus "estados".
En este sentido, los agentes encontraron en su dispositivo móvil un total de 4.130 archivos de pornografía, "algunos de ellos editados con inteligencia artificial, siendo mayoritariamente de naturaleza pedófila". Asimismo, formaba parte de 944 grupos de Telegram cuya temática "era en su totalidad de carácter sexual", varios de ellos destinados a compartir archivos pedófilos.
A través de su perfil en esta red, compartía archivos con otras personas al tiempo que también recibía otros vídeos de similar naturaleza. Con uno de estos usuarios llegó a intercambiar hasta 323 archivos pedófilos de extrema dureza.
El condenado ha reconocido asimismo que distribuía entre sus contactos fotografías reales de gente de su entorno, con las que hacía montajes a través de la IA "editándolas para que esas personas cercanas al acusado apareciesen junto a cuerpos ajenos desnudos y participando de explícitos actos de naturaleza sexual".
Del mismo modo, tanto el acusado como sus contactos eran conscientes de la corta edad de los menores, ya que incluso comentaban los años que tenían las niñas de cuya imagen se servían para realizar sus montajes.
Las acusaciones han incidido en que el acusado llevó a cabo estas prácticas a sabiendas de que suponían "un ataque a la dignidad como seres humanos de las personas cuyas imágenes se usaban sin ningún tipo de autorización para fines tan degradantes, vejatorios y lesivos" para su dignidad.
En esta línea, Marfil ha apuntado que a la vista de las penas establecidas y de la gravedad de los hechos enjuiciados no cabría aplicar cualquier tipo de suspensión de pena privativa de libertad para el acusado durante la ejecución del fallo.
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