El análisis

Andalucía acumula una década reclamando una financiación justa

La reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera constata la dificultad para impulsar un nuevo modelo y condena a Andalucía a seguir perdiendo 1.400 mllones al año destinados a sanidad o educación

La portavoz andaluza y consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España
La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina EspañaLa Razón

Cuando en el año 2009, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero negociaba con ERC una nueva financiación autonómica, la entonces consejera de Economía y Hacienda andaluza, Carmen Martínez Aguayo –recientemente exonerada por el Constitucional en el caso ERE– advertía que rechazaría cualquier acuerdo que no respetara la igualdad entre todos los ciudadanos españoles, independientemente de su comunidad de su residencia. La realidad es que Andalucía apoyó ese nuevo modelo pese a la fría relación del Ejecutivo presidido por Griñán con la entonces ministra Elena Salgado, decisión que a la postre fue un error porque condenó a la comunidad a sufrir una infrafinanciación que se ha incrementado con el paso de los años. En 2014, el modelo debía revisarse, pero no lo hizo y aún sigue vigente, acumulándose una década en la que Andalucía ha recibido menos recursos que la media de las comunidades autónomas para prestar servicios básicos esenciales como la sanidad, la educación o las políticas sociales.

De momento, no hay perspectiva de que esta situación cambie a corto plazo. La reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) solo ha servido para constatar que el Gobierno de España quiere encajar un modelo asimétrico para que sus socios independentistas catalanes mantengan el apoyo a Pedro Sánchez.

Así, la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, salió «preocupada» porque el Ejecutivo de Pedro Sánchez «no tiene voluntad política» para «solucionar la injusticia tremenda» que supone el actual modelo de financiación autonómica.

«Lo que nos tememos es que este Gobierno sólo tiene voluntad política para solucionar el problema con Cataluña, porque le hacen falta los votos, pero no tiene voluntad para solucionar el problema real que tenemos en Andalucía, donde no tenemos los recursos» que le corresponden a la comunidad, argumentó España.

El lamento de la responsable de las cuentas públicas andaluzas no es nuevo y está avalado por el estudio del director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Ángel de la Fuente. En un trabajo sobre aportaciones al debate sobre políticas públicas, este experto ha propuesto un fondo de nivelación para cuatro comunidades autónomas porque reciben menos dinero que la media para costear sus servicios públicos. En concreto, cuantifica este fondo en 3.277 millones para solventar la peor financiación por habitante ajustado de cuatro comunidades autónomas: Castilla La Mancha, Murcia Comunidad Valenciana y Andalucía. De esos 3.277 millones, según los cálculos de Fedea, el 43% sería para Andalucía, es decir, 1.409 millones.

Fedea pone algunos ejemplos en un modelo que es bastante complejo. Así, basándose en la liquidación definitiva de la financiación del ejercicio 2021, Andalucía pasaría de tener una financiación por habitante ajustado de 2.793 euros, el 94,3% de una media nacional de 2.963 euros, a alcanzar precisamente esa cota, los 2.963 euros.

En este sentido, por cada andaluz que se contabiliza en el reparto de la financiación serían 170 euros más y con ello crecería 3,5 puntos la financiación por habitante y se situaría entonces en el 97,8% de la media española, que sería de 3.029 euros.

En este contexto, Carolina España insistió en que «cada vez la brecha es más grande, cada vez percibimos menos dinero que la media y cada vez es más difícil prestar los servicios públicos fundamentales» en alusión a la educación, la sanidad y la dependencia.

Andalucía tampoco acepta la a nueva senda de estabilidad que plantea un objetivo de déficit del -0,1% en 2025, 2026 y 2027 y reclama una «redistribución entre las administraciones públicas más equilibrada». En realidad, siendo una buena noticia no acaba con el problema de fondo, que es la infrafinanciación y la ausencia de ese fondo de nivelación. Una década más tarde, la solución sigue sin aparecer en el horizonte.