
Simulacro
Cádiz ante la amenaza de tsunami: «Ya estoy buscando una azotea»
Un millar de efectivos, drones y sistemas de alerta evalúan la capacidad de respuesta

Las autoridades llevaban varios días avisando de que ayer jueves llegaba el gran simulacro a Cádiz. No era la primera vez que se hacía un ensayo de lo que ojalá nunca sea necesario, pero había muchas dudas sobre cómo actuar. Lo importante era no asustarse ante la aparición de ambulancias, sirenas y mensajes de alarma en los móviles, así como tomar nota de qué hacer en el caso de que llegue la temida gran ola.
Hace cuatro años, el documental «La gran ola» presentó los resultados de los estudios de la comunidad científica sobre un posible maremoto en la costa ibérica. Las proyecciones alertaban de olas de entre cinco y quince metros que, en apenas un cuarto de hora, podrían impactar en las playas de Andalucía. Este riesgo no es hipotético: el 1 de noviembre de 1755, el terremoto de Lisboa provocó la mayor catástrofe registrada en Huelva y Cádiz, con miles de víctimas. Desde entonces, las administraciones han trabajado en protocolos de actuación, aunque los científicos advierten de que, aunque es inevitable, resulta imposible precisar la fecha de un eventual maremoto en la Bahía gaditana.
«Ya estoy yo buscando una azotea», comentaba una vecina cerca de la Plaza de San Antonio a primera hora de la mañana, observando el despliegue en el centro de Cádiz. «Después de este gran ensayo ya sabremos cómo reaccionar si pasa algo», comentaba un vecino. A las 10:09 horas se activó el Plan Andaluz ante el Riesgo de Maremotos en situación operativa 2 y, apenas cuatro minutos después, el servicio de Protección Civil emitió un mensaje Es-Alert a todos los móviles de los municipios costeros, indicando las medidas a adoptar.
Se trataba de un aviso sencillo y directo: subir a alturas de tres o más plantas, dirigirse sin demora a los puntos de encuentro establecidos y consultar los consejos de actuación del 112. Paralelamente, se activó el Centro de Coordinación Operativa Integrada y un Puesto de Mando Avanzado, desde donde se coordinó toda la operativa: tiempos de respuesta de la población y de los equipos de emergencia, eficacia de los sistemas de aviso masivo y evaluación de protocolos especiales, como la mensajería al 112 para personas con diversidad funcional.
El simulacro también incluyó la evacuación vertical y horizontal de más de medio millar de edificios públicos, nueve centros educativos y tres establecimientos hoteleros. Además, se puso a prueba la coordinación entre administraciones y operativos, así como los mecanismos de salvaguarda de bienes culturales.
Instituciones como el Archivo Histórico Provincial, la Biblioteca Provincial, el Centro de Arqueología Subacuática y el Museo de Cádiz participaron activamente, realizando evacuaciones simuladas y garantizando la protección de réplicas de obras de gran valor.
En materia de búsqueda y rescate, la playa de Santa María del Mar sirvió para practicar avisos a surfistas, rescates y protocolos forenses del Instituto de Medicina Legal. Mientras, en la zona franca, el Colegio de Arquitectos ensayó la valoración de daños en edificaciones, y en El Puerto de Santa María, la Unidad Militar de Emergencias (UME) coordinó la búsqueda de desaparecidos junto a bomberos y sanitarios.
La tecnología fue un eje central del simulacro. Se evaluaron las funcionalidades de la Red de Emergencias de la Junta de Andalucía (REJA), la conexión de los Puestos de Mando con el Centro de Coordinación Operativa Integrada y la eficacia de drones en la valoración de daños y búsqueda de víctimas. El consejero de Sanidad agradeció la participación de más de un millar de operativos de administraciones locales, autonómica y central y anunció una próxima reunión de evaluación.
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