Elon Musk

Elon Musk: "La única forma de sacarnos de la crisis de la deuda y evitar que EEUU quiebre es la Inteligencia Artificial y la robótica"

Aunque sus predicciones no son infalibles ni determinan lo que necesariamente ocurrirá, sus opiniones suelen tener peso

Elon Musk, CEO de SpaceX y xAI
Elon Musk, CEO de SpaceX y xAIAP/Matt Rourke

En una era en la que la tecnología sostiene buena parte de la actividad diaria, episodios como la reciente caída de Cloudflare —que dejó inoperativas aplicaciones como X (antes Twitter) o ChatGPT— evidencian esa dependencia. Por ello, no sorprende que las figuras más influyentes del ámbito tecnológico suelan ser consultadas para anticipar posibles escenarios futuros.

Aunque sus predicciones no son infalibles ni determinan lo que necesariamente ocurrirá, sus opiniones suelen tener peso: cuentan con información privilegiada y un profundo conocimiento de los sectores que están transformando el mundo. Entre estas voces, una de las más mediáticas y escuchadas es la de Elon Musk.

El empresario, considerado actualmente la persona más rica del planeta, está al frente de compañías clave en el progreso tecnológico. Ha apostado por áreas destinadas a moldear el futuro —como la movilidad eléctrica, la inteligencia artificial, la neurotecnología o la exploración espacial— a través de empresas como Tesla, xAI, Neuralink o SpaceX.

Durante su participación en el podcast Joe Rogan Experience, Musk calificó la deuda nacional estadounidense no solo como un problema político, sino como una amenaza profunda para la estabilidad económica: "La única forma de sacarnos de la crisis de la deuda y evitar que EEUU quiebre es la Inteligencia Artificial y la robótica".

Según Musk, el descenso de la productividad manufacturera y la presión por mantener la competitividad internacional hacen imprescindible un avance mucho más rápido en estas tecnologías. Desde su perspectiva, la IA y la robótica ofrecen la capacidad de compensar esas carencias y de impulsar el crecimiento de manera decisiva.

También sostiene que las estrategias políticas convencionales no bastan para revertir la situación: "se puede mejorar la dirección, pero en última instancia no se puede arreglar completamente el sistema...".

Para ilustrarlo, recurre a sus propias compañías, defendiendo que la automatización ha sido una pieza clave para aumentar la eficiencia y abaratar procesos. Cita, por ejemplo, la intensa utilización de robots en las líneas de producción de Tesla, así como la automatización que emplea SpaceX en sus sistemas de reutilización de cohetes.