Sociedad

Así son las XIII Olimpiadas Rurales de Los Pedroches

La piola, la carrera de sacos, los zancos o la carretilla, vuelven a recobrar su espíritu con la celebración del evento en Córdoba dos años después de la pandemia

Una joven, durante la prueba de mizos de las XIII Olimpiadas Rurales de Los Pedroches. EFE/Salas
Una joven, durante la prueba de mizos de las XIII Olimpiadas Rurales de Los Pedroches. EFE/SalasSalasAgencia EFE

Los juegos tradicionales, los de toda la vida, como la piola, la carrera de sacos, los zancos o la carretilla, vuelven a recobrar su espíritu con la celebración de las XIII Olimpiadas Rurales de Los Pedroches dos años después de la pandemia.

La localidad cordobesa de Añora, en el norte de la provincia de Córdoba, multiplica en estos días su población con la participación de cerca de 1.000 personas procedentes de todos los rincones de España y que se distribuyen en 48 equipos para competir en 15 juegos tradicionales y dos culturales.

El alcalde de Añora, Bartolomé Madrid, ha explicado a EFE que las olimpiadas vuelven tras “dos años de parón”, aunque en 2021 se celebró una “gala” para agradecer el “apoyo” de las “personas y entidades” que “preparan con mucho cariño” esta cita, ya sean “voluntarios o técnicos” municipales.

Competidores en la prueba de carrera de sacos de las XIII Olimpiadas Rurales de Los Pedroches. EFE/Salas
Competidores en la prueba de carrera de sacos de las XIII Olimpiadas Rurales de Los Pedroches. EFE/SalasSalasAgencia EFE

Dos años que han servido también para implementar “mejoras”, como los “escenarios” de la “inauguración y las pruebas”, que cuentan con una “nueva cubierta en el recinto ferial” y que permite celebrar de forma “más cómoda” la gala de clausura del domingo.

Una fiesta de cierre en la que se podrá “degustar una paella y un salmorejo” y que supone la “mejor manera posible” para acabar una nueva edición de las Olimpiadas Rurales que pretenden, desde su nacimiento hace 15 años, fomentar la “convivencia intergeneracional” a través de la “recuperación de las tradiciones del mundo rural”.

Como debe ser, previa a la gala inaugural, los 48 equipos han desfilado por las calles de Añora en una caravana multicolor hasta el recinto ferial, donde la artista Paloma Lirola ha conducido un acto acompañado por el grupo Animal Rock.

Rafa Nadal o Iker Casillas han sido algunos de los rostros que en anteriores ediciones han dejado su mensaje de apoyo y ánimo a los “olímpicos”, un honor que esta vez ha sido para el periodista deportivo Manolo Lama, el exjugador del Real Madrid Manolo Sanchís, la presentadora Sonsoles Ónega y el futbolista del Sevilla Oliver Torres.

Unas palabras en las que han destacado la importancia de los valores que transmite un encuentro de estas características y con las que han animado a que siga viva la llama olímpica por muchos años y muchas generaciones.

Competidores en la prueba de tiradores de las XIII Olimpiadas Rurales de Los Pedroches. EFE/Salas
Competidores en la prueba de tiradores de las XIII Olimpiadas Rurales de Los Pedroches. EFE/SalasSalasAgencia EFE

“Sois unos cracks, esto no tiene nada que envidiar a las olimpiadas que se celebrarán en París”, ha resaltado Lama. “Tenéis mi admiración”, apostilla Sanchís. “Mucho ánimo”, replica Ónega, mientras que Torres ha deseado que “todo sea muy divertido para los más jóvenes y para los más mayores”.

La ola de calor que sufre Andalucía, más atenuada en el norte de la provincia de Córdoba, no ha impedido que durante la noche y la madrugada se celebren las primeras pruebas como “A piola”, “garrote” y “cucaña”.

Una piedra de toque para medir el nivel de los equipos y vislumbrar la lucha por las primeras plazas que se retoma por la mañana con las pruebas de los mizos o bolos rurales, las tiraeras, el adoquín o la carrera de sacos.

Con el tiempo justo para recuperar fuerzas, y gracias a que cada equipo cuenta con entre 16 y 20 deportistas, las puntuaciones se siguen repartiendo en las pruebas de los zancos, la soga, la carretilla, la sillita de la reina, y ya cerca de la madrugada, el baile de las jotas.

Todo ello animado de la verbena a cargo de la orquesta Chasis que cerrará la fiesta para que el domingo se celebre a primera hora el “pingané”, la espectacular prueba de la comba y el porteo de cántaros, que podría decidir el ganador.

Tres días de espíritu olímpico y pura competición entre padres, hijos y abuelos, gracias a esos juegos tradicionales, los de toda la vida, que recuperan la diversión de antaño en las zonas rurales y que nunca perecerán a pesar de una pandemia.