Sector agrícola

La falta de agua pone en jaque a la agricultura del Campo de Níjar

Una avería en la desaladora del municipio de Carboneras compromete seriamente el inicio de la campaña agrícola

Una avería en la desaladora de Carboneras limita el suministro de agua en el Campo de Níjar
Una avería en la desaladora de Carboneras limita el suministro de agua en el Campo de NíjarLa RazónLa Razón

Cada verano se incrementa el consumo de agua en el Levante almeriense, entre otras causas por un crecimiento exponencial del turismo en diferentes municipios y el mayor consumo humano, pero los agricultores del Campo de Níjar han mostrado su preocupación por que «no tenemos garantizado el suministro para nuestros cultivos, en un momento crítico de sequía y ante el inminente inicio de la campaña agrícola».

La avería en uno de los bastidores de la desaladora de Carboneras plantea una «situación muy grave hasta que no se tomen nuevas medidas y se complementen con la llegada de nuevos recursos», manifestó el presidente de la Mesa del Agua de Almería, José Antonio Fernández, tras un encuentro con los regantes de la comarca. Entre las soluciones, la propia «reparación y mejora de la desaladora de Carboneras y también que se termine de una vez la desaladora del Mar de Alborán, para que podamos llegar a los 15 hectómetros cúbicos».

«A la comarca de Níjar le faltan 30.000 metros cúbicos diarios de agua y está muy en peligro nuestra agricultura», apuntó Antonio López, presidente de la Comunidad de Usuarios de Aguas de la Comarca de Níjar (CUCN), señalando que «cualquier cantidad de agua que Rambla Morales pueda producir para el campo es bienvenida, pero en este momento es insuficiente». En este sentido, pidió «más celeridad a las administraciones para garantizar los caudales y que no tengamos que estar cada año con esta incertidumbre». Tras varias reuniones celebradas, los más de 500 regantes de la CUCN han propuesto organizar una manifestación frente a las administraciones pertinentes, para obligar a que garanticen un suministro suficiente lo antes posible.

Así, desde la Mesa del Agua de Almería, «instamos al Gobierno de España a que aporte soluciones para poder sacar adelante los cultivos y que ejecute todas las cuestiones que tiene pendientes», como «la reparación de manera urgente del bastidor averiado o la prometida ampliación en la producción de la desaladora mediante el compromiso de la eficiencia energética». José Antonio Fernández, también presidente de la Federación de Regantes de Almería (FERAL), exigió que «se aceleren los trámites administrativos para poder realizar las obras que permitan contar con balsas de almacenamiento en la Comarca de Níjar», además de «agilizar la reparación de la desaladora del Bajo Almanzora inutilizada por una riada hace más de once años». Asimismo, los regantes almerienses reclamaron «acelerar los trámites para la construcción de la nueva desaladora que Acuamed tiene previsto realizar en la zona del Almanzora», ya que «si no se toman medidas se está comprometiendo seriamente el horizonte futuro del sector agrícola de esta zona». Otra de las propuestas de CUCN respaldada por la Mesa del Agua consiste en «alcanzar un acuerdo con la Comunidad de Regantes de Cuevas de Almanzora, cuya planta produce aproximadamente 20.000 metros cúbicos diarios, para que dicha agua sea destinada a abastecimiento». De esta manera, «los agricultores de la zona podrían utilizar ese recurso para el riego del trasvase Tajo-Segura y dejar que la desaladora de Carboneras proporcione más litros a los regantes de Níjar», valoró Antonio López. «Sería una medida inmediata y podría ponerse en marcha desde la próxima semana», afirmó el presidente de los comuneros nijareños, lamentando que se prioricen las necesidades del turismo porque «las administraciones alegan que el abastecimiento es importante, y se ve que la agricultura no».

Alternativas para garantizar el suministro hídrico en el campo de Níjar que podrían pasar también porque la Comunidad de Regantes Cuatro Vegas abasteciera terrenos limítrofes a los que suministró agua en el pasado, aprovechando así una red de riego existente. «Esta medida reduciría la necesidad en cultivos localizados en zonas de Retamar y Los Trancos», aclaró José Antonio Fernández, reiterando la «necesidad de solucionas inmediatas en un momento crítico de sequía que no entiende de trámites ni concesiones administrativas».

El déficit hídrico almeriense, con apenas 18 hectómetros cúbicos embalsados y los pantanos a un 8% de capacidad, somete también a «escasez» y «falta de presión» en el suministro a algunas poblaciones de comarcas como la de Filabres-Tabernas. Municipios como Fiñana y Gérgal sancionan el consumo abusivo de agua, limitando su uso en la vida doméstica. Se prohíbe el «uso para baldear patios, fachadas y aceras», así como «lavar vehículos y llenar piscinas que no estén dadas de alta o no cuenten con sistemas de depuración». De hecho, los bandos publicados por ambos ayuntamientos, también limitan el «riego de hortalizas y cualquier otro uso que no sea meramente de carácter doméstico».