Tribunales

“El mexicano” reconoce que decapitó a su amigo de Huelva pero tras una muerte “accidental”

Se ha referido a la víctima como “su cuate, su hermano, su brother” y señala que aprendió a decapitar en las cárceles mexicanas

El acusado de decapitar a un amigo en octubre de 2020, M.J.M.B. (izq) durante el juicio que ha comenzado hoy lunes en la Audiencia Provincial de Huelva. EFE/Julián Pérez
El acusado de decapitar a un amigo en octubre de 2020, M.J.M.B. (izq) durante el juicio que ha comenzado hoy lunes en la Audiencia Provincial de Huelva. EFE/Julián PérezJulián PérezAgencia EFE

M.J.B.N., el hombre apodado ‘el mexicano’, acusado de matar y decapitar a un amigo C.R., y, posteriormente pasearse con su cabeza por Huelva a finales de octubre de 2020, ha reconocido hoy que lo decapitó pero no que lo matara, asegurando que la muerte fue “accidental” y se produjo durante un forcejeo.

Durante su declaración en el juicio que contra su persona se celebra hasta el miércoles en la Audiencia Provincial de Huelva con jurado popular, el acusado ha indicado que aprendió a decapitar durante el período de 10 años que estuvo en cárceles de México “obligado” para sobrevivir.

Se ha referido a la víctima como “su cuate, su hermano, su brother; crecí con él” y ha asegurado que su intención “nunca fue matarlo” y que “pensó en contarse la venas” cuando se dio cuenta de lo que había pasado: “Estoy arrepentido de lo que hice”.

El acusado de decapitar a un amigo en octubre de 2020, M.J.M.B. (i), acompañado de su abogado, durante el juicio que ha comenzado hoy en la Audiencia Provincial de Huelva. EFE/Julián Pérez
El acusado de decapitar a un amigo en octubre de 2020, M.J.M.B. (i), acompañado de su abogado, durante el juicio que ha comenzado hoy en la Audiencia Provincial de Huelva. EFE/Julián PérezJulián PérezAgencia EFE

El acusado ha justificado las múltiples contradicciones en las que ha incurrido con respecto a su primera declaración en sede judicial en que entonces “estaba bajo los efectos de la droga”, asegurando que la de hoy “es la real” que ha sido este lunes “cuando ha dicho la verdad”.

De esta forma, ha sostenido que el día de los hechos fue a casa de la víctima, después de que esta le insistiera mucho, para arreglar una bici, si bien “lo que quería era droga, sabía que yo tenía”.

Ha sostenido, frente a lo que mantuvo en sus otras declaraciones, que al llegar a casa de la víctima había allí “tres personas fumando y consumiendo cocaína”; después de un rato “empezó a pedirme droga y comencé a discutir con él, le dije que ya le había dado bastante y que se mirara como estaba sin mujer ni familia”.

En ese momento, ha añadido su amigo “empezó a enseñarme vídeos de relaciones con mujeres que tenía grabadas en el móvil, entre las que se encontraba mi hermana, y otras eran menores; después empezó a masturbarse y él y otra persona que estaba allí comenzaron a vacilarme, a reirse y a volver a pedirme droga”.

Fue en ese momento cuando se inició un forcejeo: “Él vino hacia mí, me empujó y yo a él y entonces cayó y se golpeó la cabeza con algo de hierro que había en la cocina”, ha dicho, negando que cogiera ese objeto para golpearlo de forma sorpresiva por la espalda como mantiene la Fiscalía y la acusación particular.

Tras esto la tercera persona se marchó y el acusado asegura que “trató de reanimar a su amigo” sin éxito, momento en el que “perdió la conciencia de espacio y tiempo y, creyendo estar de nuevo en la cárcel de México, cogió un cuchillo y lo decapitó”.

“Cogí la cabeza, la llevé al baño, la lavé y le eché champú” y después, metida en una bolsa se la llevó a una plaza cercana porque “era allí donde íbamos casi todos los días a beber cerveza y a hablar”, ha dicho emocionado.

Ha negado que mostrara la cabeza a la gente ni que la tirara a un contenedor: “Yo estaba paseando con mi amigo, hablando con él como había hecho toda la vida”.

Esta persona se enfrenta a una petición de 24 años y cinco meses de prisión por parte de la Fiscalía, al considerarlo responsable de un delito de asesinato y de otro de profanación de cadáver.

Por su parte, la acusación particular, ejercida por el abogado Marcos García Montes en representación de la familia de la víctima, le solicita 32 años y cinco meses de prisión: 25 años por un delito de asesinato; cinco años por el de robo con violencia; dos años por otro contra la integridad física y moral; y cinco meses por el de profanación de cadáver.

La defensa, por su parte, ha pedido que se le juzgue por un delito de homicidio, no de asesinato, y entiende que el hecho de que estuviera bajo los efectos de las drogas han de ser tenido en cuenta como atenuante.