Javier Esteban: «No vamos a caer en el error de abandonar la Plaza de España»

En solo cinco ediciones, Icónica Santalucía Sevilla Fest ha pasado de ser un sueño personal a consolidarse como uno de los festivales internacionales más relevantes de España. Este año celebra su quinto aniversario con cifras que son de largo excepcionales. Los organizadores prevén alcanzar las 250.000 entradas vendidas, lo que supone un incremento de casi el 20% respecto a las 214.000 del año pasado. Este éxito posiciona ya al evento sevillano como «el festival de ciclos número uno en ventas a nivel nacional» y lo catapulta hacia la élite europea, atrayendo ya a asistentes de toda Europa, México y Estados Unidos, entre otros.

Detrás de Icónica está todo un equipo volcado con el proyecto y su director, Javier Esteban, cuya experiencia previa en televisión y producción documental alimentó su pasión por la música y los grandes espectáculos. Consciente de los desafíos históricos de organizar grandes eventos musicales en Sevilla, Esteban decidió apostar por lo que nadie había hecho hasta entonces: vincular la música y la gastronomía al patrimonio monumental a través de un entorno inigualable como la Plaza de España y el Parque de María Luisa.

En una entrevista a LA RAZÓN, Esteban asegura que, aunque inicialmente atraer grandes estrellas internacionales resultó complicado, la clave ha estado en ofrecer «una producción de máximo nivel, tranquilidad para las oficinas de los cantantes y excelentes condiciones para los artistas». Es aquí donde se encuentra uno de los grandes alicientes que ha acabado «con la tradicional ruta Madrid-Barcelona que hacían los artistas internacionales», insiste Esteban. La Plaza de España sí, protagonista absoluta en Icónica, pero no es la única razón de su éxito. Lo que está claro es que la capital hispalense puede presumir ya de haberse convertido en un destino obligatorio para estrellas mundiales de la talla de Justin Timberlake, que este viernes abrió el festival y cuya única parada de su gira en España ha sido Sevilla. Ayer fue el turno de Rigoberta Bandini y Zahara y hoy visita su escenario Chayanne. Le seguirán, entre otros, Myke Towers, Emilia, Leiva, Pet Shop Boys, Jean-Michel Jarre, Ozuna, Bosé o Kylie Minogue.

«Hemos acabado con la tradicional ruta Madrid-Barcelona que hacían los artistas internacionales»

Hay más. A este cartel se suma una importante representación andaluza. «Apostamos desde el primer año por traer artistas locales que también pudieran presentar sus trabajos», recuerda Esteban. Así, en esta edición figuran Reincidentes, O’Funk’illo, Antílopez, Antoñito Molina y Los Caños, entre otros. «La idea era convertir Icónica en el festival de todos con un público que lo sienta como suyo», añade el director.

Un festival internacional y de la ciudad

Al hilo de esta declaración, uno de los indicadores más claros del éxito se encuentra en el perfil de los compradores. En 2021, apenas un 21% del público era local. En la actualidad, esta cifra se encuentra cerca del 65%, lo que refleja el objetivo inicial planteado por sus organizadores: que Icónica fuera percibido como «un festival de la ciudad», un evento del que el público local «pudiera sentirse orgulloso», insiste Esteban. De forma natural, también se ha convertido en una parada obligada para visitantes internacionales y de toda España, lo que ha ayudado a combatir ese pico de baja demanda del turismo en los meses de junio y julio. De hecho, según los datos de la Cámara de Comercio, es «el tercer evento con mayor impacto económico», después de la Feria y la Semana Santa, alcanzando cifras superiores a los 200 millones de euros de impacto económico.

Pero Icónica es también un modelo de gestión técnica y patrimonial. Aquí, la preocupación por la conservación del entorno no es marketing. El evento es auditado cada año por una empresa externa y por las instituciones públicas, se realiza una inspección técnica previa y posterior y se destinan 380.000 euros solo a tareas de protección y prevención. «Ningún evento que ha venido a Sevilla ha trabajado con tanto mimo el patrimonio», añade. Nada toca el pavimento sin pasar antes por una goma de amortiguamiento que lo aísla y todo el mobiliario urbano se protege durante el montaje y desmontaje. «Los protagonistas son, por este orden, la Plaza de España y el artista que toque esa noche», aclara el sevillano.

Por otro lado, el espectáculo lumínico Icónica Lights se renueva este año con una versión de «El fuego fatuo» de El amor brujo de Manuel de Falla, interpretado por Laura Gallego y Daniel Casares. Tres minutos y medio de música y luz que cada noche preparan el ambiente para los conciertos principales. «Es algo que es mejor vivirlo que contarlo, una experiencia que transforma la Plaza de España», señala Esteban.

«Ningún evento que ha venido a Sevilla ha trabajado con tanto mimo el patrimonio»

Y a todo ello se suma una apuesta por la innovación sonora sin precedentes en festivales españoles, un nuevo sistema de L’Acoustics que permite direccionar el sonido con precisión quirúrgica. «Podemos dirigir el sonido a dónde y cómo queramos que suene», avanza, para explicar después que, «además de que se mejora aún más la experiencia sonora», también se «minimiza completamente el impacto acústico sobre el monumento y fuera de este».

Preguntado por si cree que la plaza que diseñó Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929 podría quedarse pequeña, Esteban aclara que «creemos en el crecimiento sostenible que está teniendo Icónica, un festival que nació con la intención de poner en valor la Plaza de España y su uso primitivo». En este sentido, asegura que no contempla abandonar el monumento, que lo define como «eje del proyecto». De hecho, recientemente se ha renovado el acuerdo con el Ayuntamiento de Sevilla que permite su uso hasta 2031. «No vamos a caer en el error de abandonar la Plaza de España y el proyecto tal cual está concebido porque el éxito nos ha dado la razón», concluye.

La cultura genera cultura

Además, fuera del marco estrictamente musical, Icónica ha permitido impulsar otros proyectos culturales como la recuperación de la casa natal de Velázquez, que pasará a ser un centro de interpretación. «Queremos velazquizar Sevilla, que todo el mundo que entre en la ciudad sepa quién fue», dice Esteban. «Igual que Barcelona y Málaga se reparten a Picasso, queremos que Sevilla sea cuna de uno de los pintores más célebres y universales», sentencia.