Medio ambiente

Sierra Bermeja, un año después: brotes verdes en la joya natural de Málaga tras el peor incendio de 2021 en España

Las administraciones siguen trabajando para recuperar la zona, aunque los expertos calculan que se necesitarán dos décadas para la regeneración total

Uno de los montes de Sierra Bermeja, un año después del incendio forestal
Uno de los montes de Sierra Bermeja, un año después del incendio forestalÁLEX ZEA / EUROPA PRESSÁLEX ZEA / EUROPA PRESS

Aniversario triste pero también para la esperanza. Este jueves se cumple un año del comienzo del incendio forestal en el paraje de Sierra Bermeja, una de las joyas naturales más importantes de la provincia de Málaga, que se vio afectada por el fuego más devastador que hubo en España en 2021. El corazón de los malagueños se encogió esa noche con la primera chispa de un incendio que a día de hoy continúa investigándose como intencionado y que los mantuvo en vilo durante seis días hasta darlo por controlado. Las tareas de extinción se prolongaron durante un mes y medio, 46 días sin descanso hasta el 24 de octubre. Durante esta pesadilla, el bombero Carlos Martínez Haro perdió la vida.

Un año después del fatídico incendio, el bosque sigue su evolución natural, aunque los expertos auguran que tardará unos veinte años en volver a ser lo que fue. En los municipios afectados, la vida ha seguido con cierta normalidad. Y las administraciones trabajan en las actuaciones de emergencia para recuperar la zona. Los trabajos consisten básicamente en limpiar las carreteras y caminos para garantizar el tránsito seguro, cortar árboles quemados y construir estructuras hidráulicas para evitar la erosión: fajinas (en las laderas) y albarradas (en los cauces). Estas estructuras vienen a frenar las consecuencias devastadoras de las lluvias torrenciales, como las producidas en esta zona en marzo.

El Consejo de Ministros del 21 de septiembre declaró zona catastrófica los municipios afectados por el incendio de Sierra Bermeja. El subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, ha recalcado la respuesta del Ejecutivo central con la inversión de un millón de euros del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) para labores de restauración forestal en la zona, así como los cinco millones de euros destinados a los municipios afectados tras la declaración de Zona Gravemente Afectada por Emergencia de Protección Civil.

Salas ha recordado este “devastador” incendio y el “enorme esfuerzo” en la extinción, coordinado por el Plan Infoca, y donde el Gobierno actuó a través de los medios aéreos y terrestres del Miteco, la Guardia Civil y el ofrecimiento del Gobierno “desde el primer minuto” de la UME, cuya participación fue solicitada por la Junta de Andalucía “al cuarto día de iniciarse el mismo”, ha incidido.

Además, Salas ha recalcado la necesidad de que desde la Junta “se apliquen medidas preventivas para evitar incendios” y que, en caso de producirse, “su impacto sea el menor posible a través de la puesta en marcha de estas medidas de prevención” que, como ha recordado, “son cruciales para minimizar los efectos de los incendios forestales”.

Por parte del Ejecutivo autonómico, la ejecución de sus obras de emergencia se encuentran al 91%. Con un presupuesto de unos 4,6 millones de euros, los trabajos se dividieron en cinco lotes, de los que dos ya han finalizado, uno está al 98,8% de ejecución, otro al 90% y el quinto, al 71%. Los trabajos tienen una duración de nueve a doce meses. Después se acometerán planes de urgencia y estudios de reforestación que irán principalmente encaminados a recuperar la parte de pinsapar perdido.

Por su parte, la Diputación de Málaga comenzó en octubre los trabajos de arreglo de carreteras y caminos. En total, se han destinado 9 millones de euros para recuperar y reparar los daños causados por el fuego, para prevenir nuevos incendios y para mejorar la capacidad de respuesta ante este tipo de catástrofes, ha precisado el presidente de la institución provincial, Francisco Salado.

De esa cantidad, 4,6 millones corresponden a actuaciones para la mejora de carreteras y caminos, 1,9 millones para la reparación y adecuación de las infraestructuras hídricas, 1,4 millones para construir nuevas tomas de agua para camiones de bomberos en los quince municipios del Valle del Genal y un millón en ayudas y subvenciones a agricultores, ganaderos, explotaciones forestales y empresas de comercio, restauración y turismo rural de los municipios afectados.

“Es un lugar maravilloso en el que vive gente maravillosa, emprendedora, hospitalaria, con muchas empresas y negocios que viven del turismo”, ha afirmado Salado, apuntando que se han puesto en marcha varias actuaciones para promocionar el Valle del Genal e impulsar las visitas y estancias.

Mientras las actuaciones avanzan, los movimientos ecologistas siguen reclamando la participación ciudadana y de los expertos a la hora de continuar con la recuperación del paraje. Desde Ecologistas en Acción critican que las labores se han iniciado “demasiado pronto”, afectando al suelo de peridotitas, “todavía demasiado sensible” por el fuego.

Los ecologistas siguen exigiendo la inclusión de esta zona al Parque Nacional Sierra de las Nieves para impulsar su protección, la vigilancia y blindar la zona de cara a futuros incendios. A esta iniciativa se han sumado diferentes municipios como el de Estepona, el más afectado por aquel incendio. Su alcalde, José María García Urbano, ha destacado “los esfuerzos por poner en valor este espacio”, que posee singulares ecosistemas que le confieren una destacada excepcionalidad.

MÁS DE 8.000 HECTÁREAS AFECTADAS

A pesar del trabajo incansable de cerca de 6.000 efectivos y más de 200 medios aéreos, las llamas se propagaron rápidamente, afectaron a un total de 8.401 hectáreas de siete municipios malagueños (Estepona, Casares, Jubrique, Genalguacil, Júzcar, Faraján y Benahavís) y obligaron al desalojo de 2.670 personas.

Estas son las cifras de un incendio sin precedentes en Andalucía, catalogado de sexta generación, que originó una meteorología propia con la formación de pirocúmulos que iban generando nuevos focos. Esto, sumado a la densa masa forestal y a la complicada orografía del terreno, crearon una lengua de fuego de gran virulencia e incontrolable.

Para combatirla, el despliegue de medios también fue excepcional: 5.631 profesionales, 98 vehículos pesados y 267 medios aéreos del servicio de extinción de incendios forestales de Andalucía (Plan Infoca), junto a 230 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), otros 130 efectivos de los bomberos del Consorcio Provincial de Málaga y otros puntos de España, y 43 procedentes de la BRIF del Ministerio para la Transición Ecológica.

Las cifras que maneja la Junta de Andalucía indican que 7.300 de las hectáreas de bosque calcinado son de titularidad pública y otras 2.000 de titularidad privada. La mayor parte de la superficie corresponde a Estepona, con 4.117 hectáreas; seguida de Casares, Jubrique y Genalguacil, donde se quemaron más de un millar de hectáreas en cada uno. Las localidades de Júzcar (471), Faraján (285) y Benahavís (0,48) también se vieron afectadas.

El fuego destruyó un paraje natural de un incalculable valor medioambiental y también calcinó parte del bosque de pinsapos, de alto valor ecológico y único en el mundo. De hecho, el 95% de la superficie recorrida por las llamas forma parte de algún espacio incluido dentro de la Red Natura 2000 y de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía.

También se cobró la vida del bombero del Infoca Carlos Martínez Haro, vinculado al centro de defensa forestal (Cedefo) de Alhama de Almería (Almería), el cual llevará su nombre, y que será siempre recordado con una escultura que la Junta de Andalucía va a levantar en su honor en el área recreativa de Los Reales de Estepona (Málaga).

La investigación para dar con el autor o los autores del incendio continúa con varias líneas de trabajo abiertas en su momento por el equipo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Guardia Civil de Málaga. Todo apunta a una etiología intencional, pues se detectaron varios focos iniciales con el mismo método, originados de forma prácticamente simultánea y cercanos a sendos puntos de una carretera poco transitada.