Sociedad
La relación de los trastornos alimentarios y la disfunción sexual en mujeres
El estudio concluye que esta casuística es "más pronunciada en el caso de la anorexia"
La Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), institución de la Consejería de Salud y Consumo, ha destacado los resultados de una publicación científica reciente que profundiza en la relación entre los trastornos alimentarios y la disfunción sexual en mujeres, "subrayando la relevancia de seguir investigando en salud pública como vía fundamental para avanzar en el diagnóstico y la prevención de enfermedades que afectan de manera integral a la calidad de vida".
El artículo, publicado en la revista 'International European Eating Disorders Review', presenta los resultados de una revisión sistemática y metaanálisis de estudios realizados a mujeres con trastornos de la conducta alimentaria, según han detallado desde la Consejería de Salud en una nota este jueves.
El análisis se centra en los casos de anorexia nerviosa (AN) y la bulimia nerviosa (BN), y concluye que existe "una mayor prevalencia de disfunción sexual en mujeres que padecen estos trastornos, siendo más pronunciada en el caso de la anorexia".
Este trabajo, fruto del esfuerzo conjunto de un equipo internacional de investigación, se apoya en una metodología "rigurosa" que incluye el análisis de más de 2.600 estudios, de los cuales se seleccionaron siete por cumplir con criterios "estrictos de calidad y comparabilidad".
La metodología, basada en desviaciones medias estandarizadas y modelos de efectos aleatorios, permite una visión "estadísticamente sólida de una problemática asociada a los trastornos alimentarios, que habitualmente está invisibilizada", según explican desde la Consejería de Salud y Consumo.
Los resultados revelan "una asociación significativa entre los trastornos alimentarios y la disfunción sexual, lo que pone de manifiesto la necesidad de incorporar el abordaje de la salud sexual en los tratamientos clínicos dirigidos a mujeres con estos trastornos".
Asimismo, "se subraya la importancia de ampliar la investigación" incluyendo otros perfiles clínicos como el trastorno por atracón (BED), que quedó excluido del metaanálisis "por falta de datos suficientemente consistentes, ya que este trastorno ha sido identificado como tal recientemente (DSM-5; CIE-11)".