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Los cuadros perdidos de Matisse en Sevilla: le robaron dos obras en la ciudad

El pintor Miguel Pérez Aguilera pasó media vida visitando todas las semanas el rastro por si encontraba las obras

El lujo de los sentidos y del espíritu de Matisse, en el Museo Thyssen
El lujo de los sentidos y del espíritu de Matisse, en el Museo Thyssenlarazon

Por Alfredo Valenzuela

El pintor Miguel Pérez Aguilera (Linares, Jaén, 1915-Sevilla 2004) viajó a París en 1948 en busca de la modernidad pictórica y se entrevistó con Henri Matisse, quien le contó que durante su estancia en Sevilla, entre 1910 y 1911, le robaron dos cuadros en la ciudad, lo que ha originado una cierta leyenda.

Maestro de pintores como Carmen Laffón y Luis Gordillo, Pérez Aguilera dijo tres años antes de su muerte en una entrevista en la prensa sevillana que había pasado media vida visitando todas las semanas El Jueves -el rastro de Sevilla, que se celebra los jueves- por si encontraba aquellos cuadros que el maestro francés perdió en el entorno de la Plaza Nueva sevillana.

Así lo contó Pérez Aguilera el 4 de noviembre de 2001 al periódico 'ABC' de Sevilla:

"Matisse me dijo que había vivido en Sevilla en 1911, en uno de los antiguos hoteles de la Plaza Nueva. Incluso me contó que había dejado varias obras suyas en Sevilla y que no sabía donde estaban. Se fue por la enfermedad de su esposa. Yo, la verdad es que durante años he estado buscando en El Jueves las obras que Matisse decía que había dejado aquí..., pero nunca las encontré".

Un cuadro de Matisse en una subasta reciente superó los ochenta millones de euros, una cantidad que no empaña sino que refuerza el eco que aquella historia que Pérez Aguilera, profesor de Dibujo en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, dejó entre sus discípulos, seguidores y amantes de la pintura en particular y de la leyenda en general.

Matisse se alojó en el Hotel Cecil, en la misma Plaza Nueva y desaparecido hace decenios, a pocos metros del Ayuntamiento de la ciudad, y su estancia está documentada por el pintor y erudito Juan Fernández Lacomba, autor del artículo 'Notas sobre la estancia de Henri Matisse en España', publicado en 1988 en el catálogo de la exposición de los cuadros del pintor francés conservados en museos rusos.

Matisse bailando con una modelo desnuda

'Miguel Pérez Aguilera. Luminoso Calvario Andaluz' es el título del libro de diarios del profesor Federico Ortés, uno de los principales estudiosos de la obra del pintor jienense y quien sostuvo una larga amistad con él durante muchos años.

Ortés, que en esos diarios recoge múltiples testimonios del pintor jiennense, también fue depositario de aquella historia de manera directa, y así la ha contado a EFE:

"En una de las fiestas de la gente de Bellas Artes, que Miguel decía que eran bestiales, se encontró con Matisse, que ya estaba gordo y asmático pero que estaba bailando con una de las diez o quince modelos desnudas que participaban en la fiesta; se presentó como un pintor sevillano y entonces Matisse se entusiasmó y le contó su visita a Sevilla".

"Le contó que se alojó en el Hotel Cecil, en la Plaza Nueva, y que le robaron dos cuadros, de los cuatro o cinco que pintó le robaron dos -los otros se conservan en museos rusos-, y entonces le pidió a Miguel que los buscara, y Miguel que era un hombre de una gran lealtad buscó en Sevilla por todas partes porque estaba convencido de que los cuadros podrían haber pasado desapercibidos y de que el depositario podría no saber lo que tenía".

Matisse en Andalucía

Fernández Lacomba señala en el mencionado artículo que la estancia de Matisse en Sevilla "se prolongó algo más de dos meses" y que "durante su viaje por Andalucía de algo más de tres meses, Matisse tuvo en Sevilla el tiempo suficiente como para ponerse a trabajar, y así consta en su correspondencia".

Lacomba cita el cuadro titulado 'Bodegón en Sevilla', el cual "tiene su antecedente más inmediato en 'Bodegón con geranios' y puede considerarse como obra intermedia decorado con estampados y bordados, en el que aparece un sofá, butacas y un velador de corte isabelino cubiertos con chales y tapices, probablemente producto de su anterior incursión granadina, durante la cual seguramente se proveyó de tejidos de corte alpujarreño".

De la misma descripción añade Lacomba que el cuadro reproduce "una maceta de geranios rojos en primer plano, superpuesta a una jarra de lavabo de la factoría sevillana Pickman de la Cartuja, una aceitera trianera, vidriada en verde (llamado verde cobre, o también verde tinta, muy característico de la cerámica tradicional sevillana)".

El cuadro titulado 'Bodegón en Sevilla' también ha sido llamado 'Interior con chales españoles', según señala Lacomba, quien también citaba en su artículo otras obras con títulos tan inequívocos como 'Bodegón en España'.