Economía

El turismo empieza a resentirse en temporada alta

Junio rompe con la tendencia negativa en las ocupaciones registrada en el primer semestre, pero los empresarios de la Costa del Sol prevén que julio y agosto no sea tan buenos, principalmente, por la caída del mercado nacional

Varios turistas caminan por el centro de Málaga y piden información en la Oficina de Turismo de la ciudad en un día de calor sofocante
Varios turistas caminan por el centro de Málaga y piden información en la Oficina de Turismo de la ciudad en un día de calor sofocante Agencia EFE

Este no será un verano de récord en el sector turístico. Así lo presienten desde la Asociación de empresarios hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) a tenor del cambio de tendencia que están empezando a observar para los meses de temporada alta, julio y agosto.

Las previsiones de ocupación que manejan para julio son de seis o siete puntos por debajo del año anterior –en 2024 también se observó una tendencia negativa–, si bien es cierto que confían en las reservas de última hora para que la caída sea menor. «Los principales portales turísticos nos comunican que el 53% de las reservas se está realizando con menos de un mes de antelación a la fecha de llegada, eso significa que se tiende a la última hora, así que hasta que no tengamos esos datos consolidados no podremos saber a ciencia cierta cómo está yendo el verano», apunta Javier Hernández, vicepresidente ejecutivo de Aehcos. No obstante, reconoce que «pinta un poco peor que el verano anterior».

¿Los motivos? Variados, aunque el principal es un cambio de tendencia en la estacionalización. «En la Costa del Sol estamos viendo un cambio de tendencia en la demanda, incrementándose la temporada media (de marzo a junio y de septiembre a octubre) y reduciéndose la temporada alta (julio y agosto)», apunta Hernández. Eso se debe, al buen clima que están registrando en primavera los países emisores, como Reino Unido o Italia, y a la caída del mercado nacional, que veranea principalmente en julio y agosto.

«El mercado nacional está cayendo entre un 6% y un 8%, principalmente, porque la economía de las familias está resentida por la inflación y el elevado precio de la vivienda, aunque el paro y los tipos de interés hayan caído», expone el vicepresidente de Aehcos. También hay que tener en cuenta que «los mercados con los que competimos a nivel internacional, como Grecia o Turquía están ofreciendo unos precios mucho más bajos», añade.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE,) junio se ha comportado muy bien en cuento a ocupación (subida del 3,2% respecto al mes de junio de 2024) y número de viajeros (+2%) en el cómputo regional andaluz. Pero este incremento no ha logrado mitigar el impacto negativo registrado en los meses anteriores. Según el INE, en el acumulado de enero a junio los hoteles andaluces han alojado 9.499.761 viajeros (-3,6%) que han generado 25.433.444 pernoctaciones hoteleras, lo que supone 399.858 noches menos (-1,54 %) que en el mismo periodo de 2024.

«En la Costa del Sol nosotros comenzamos muy bien el año: enero y febrero registramos las mismas cifras que en 2024, pero en marzo, abril y mayo se produjeron descensos importantes. En marzo ya lo esperábamos porque, además de que fue muy lluvioso, en marzo de 2024 cayó la Semana Santa. Pero en abril la caída fue del 2,6% y en mayo del 1,8%», indica el vicepresidente de los empresarios hoteleros de la Costa del Sol. En junio, en esta zona también se ha producido una tendencia positiva, con 1,3% más en las ocupaciones.

Además de la caída del mercado nacional, del buen clima en los países emisores y de una cierta desestacionalización, desde Aehcos apuntan a otros factores que afectan a la demanda, como la delicada situación geopolítica, con las guerras en Oriente Medio y en Ucrania, la incertidumbre económica global provocada por los aranceles de Donald Trump y, también, por el impacto de la turismofobia a la hora de elegir España como destino vacacional.

«Nuestra opinión con respecto a los efectos del turismo masivo es que la Administración debe empezar a gestionar y planificar los destinos de una manera más inteligente para mejorar la interrelación entre el visitante y el residente, así como la sostenibilidad medioambiental y económica. También se debe trabajar en nuevas temporalidades y pastorear el turismo hacia otras zonas con menor saturación», expone el vicepresidete ejecutivo de Aehcos, Javier Hernández.