
Opinión | Méritos e infamias
A vueltas con Doñana
Pese a la presión foránea, el parque continúa siendo el pulmón de la baja Andalucía

Adolf Schultz recorrió Doñana buscando los restos de Tartessos, la más antigua civilización occidental que es un misterio para los investigadores y fluye por la raíz cultural de los andaluces. Piensen en el peculiar mundo que se arropa donde el Guadalquivir busca el océano y comparen con las otras civilizaciones del Mediterráneo. No quedan restos evidentes de la ciudad principal, pero las certezas de su existencia las tienen en su vida cotidiana, en el caudal de ritos vertidos en el delta del río. Su legado, que recorre en idas y vueltas, desde hace siglos sigue oculto entre las arenas del Parque Nacional, compartiendo coordenadas con el pulmón verde de fauna y árboles, sin que todavía se conozcan importantes yacimientos de relevancia. Doñana, como entidad, necesita un nivel superior de protección en cuanto a símbolo fundamental de la cultura andaluza. El bosque de Gargoris y Habidis no puede continuar bajo las ocurrencias de turno, tan increíbles, como montar un depósito de gas en sus cercanías. Un proyecto que orbita desde hace bastantes años, amenazando fundamentalmente el sentido común y que se vuelve a colocar sobre la mesa. Recuerden el famoso oleoducto que finalmente quedó en nada, la carretera que pretendía cruzarlo o el reciente conflicto por el uso sostenible de los recursos hídricos. Ahora la Junta se coloca al lado de los ecologistas para evitar un nuevo episodio de asedio al parque con buen criterio y oportunidad. El Gobierno insiste en sacar adelante esta vieja iniciativa que cuenta con un amplio rechazo social y cuya declaración ambiental data nada menos que de 2010. Como es habitual, desde Madrid nos tratarán de vender la moto sin tener en cuenta las voces que reclaman una especial protección para la zona, no sólo para el corazón de la marisma. El arco de los regantes freseros, pese a las buenas promesas, demandan el cumplimiento de los compromisos del «pacto de la foto» porque el dinero sigue sin llegar. Pese a la presión foránea, el parque continúa siendo el pulmón de la baja Andalucía.
✕
Accede a tu cuenta para comentar