
Curiosidades
¿Por qué los gatos son un símbolo de la 'buena fortuna' para los chinos?
Detrás de las conocidas figuras de los felinos que mueven la pata, existe una curiosa y antigua leyenda

Es cierto que algunos estereotipos están directamente relacionados con prejuicios hacia ciertas culturas, pero la mayoría de las veces sí están fundamentados en realidades. Se dice que los españoles hablamos muy alto, pero basta con medir el volumen de decibelios en cualquier mesón para comprobar que es cierto, es un norma general y verificable.
Suele ser más fácil desmentir ciertos mitos acerca de otras culturas o costumbres nacionales si el país en concreto está cercano al nuestro o si los viajes hacia ese lugar son frecuentes. China, a pesar de ser una de las grandes potencial mundiales, continúa representando en parte 'la gran desconocida'. Con la integración de familiar chinas en España se han refutado algunas leyendas urbanas, pero otras tantas siguen en el limbo.

Uno de los estereotipos más conocidos acerca de los chinos, casi un símbolo de identificación directa con ellos, son los famosos 'gatos de la suerte'. Sí es cierto que es costumbre colocarlo en negocios y casas, pero ni siquiera tiene su origen en 'el país del sol naciente'. Como explicaremos más adelante, en realidad esta figura proviene del Japón feudal, y tiene detrás una leyenda de lo más curiosa.
¿Por qué los gatos son un símbolo de la 'buena fortuna' para los chinos?
Aunque en la cultura china los gatos no son tradicionalmente el símbolo principal de la buena fortuna como en Japón, este felino tiene ciertas asociaciones muy positivas:
- Protectores contra los malos espíritus. En la antigüedad, los gatos eran vistos como guardianes espirituales que alejaban la mala energía y los espíritus malignos. Todo lo contrario a muchos lugares de Europa, donde los gatos negros se asocian con la 'mala suerte'.
- Símbolo de riqueza y prosperidad. Algunas creencias populares indican que los gatos pueden atraer la riqueza, ya que protegen los graneros de ratas y ratones, ayudando así a preservar los alimentos y los recursos.
- El gato dorado en el 'feng shui'. En los negocios chinos, es común ver estatuillas de gatos dorados con una pata levantada, colocados sobre todo en tiendas y restaurantes para atraer clientes y prosperidad. Esta costumbre bebe de otra japonesa, como explicaremos más adelante.
- El zodiaco chino. El gato no forma parte del calendario zodiacal chino ya que, según una leyenda, la rata le engañó durante una carrera y este fue reemplazado por el conejo en el horóscopo chino. Sin embargo, en algunas versiones vietnamitas del zodiaco, el gato sí está presente y se asocia con la agilidad, la inteligencia y la protección.

El famoso 'gato de la suerte' chino, en realidad es un amuleto japonés que se cree que atrae la buena fortuna, la prosperidad y la suerte en los negocios y el hogar. Fue tan popular que acabó extendiéndose a China y otros países asiáticos. Se le conoce como "Maneki-neko" o 'gato que llama', y su nombre proviene de las palabras japonesas 'maneku', que se traduce como "invitar" o "llamar", y 'neko', que significa "gato".
La leyenda del 'gato de la suerte'
La historia del Maneki-neko está rodeada de leyendas y relatos populares que explican su origen como un símbolo de buena fortuna, aunque la principal es la que lo relaciona directamente con el templo Gotokuji, en Tokio (Japón).
Se cuenta que durante el período Edo (1603-1868), un señor feudal llamado Ii Naotaka se encontraba de viaje y quedó atrapado en medio de una fuerte tormenta. Buscando refugio, no lo pudo encontrar sino debajo de un gran árbol, cerca de un templo pobre y en decadencia. Mientras se mantenía a resguardo del peligroso temporal, pudo ver a lo lejos un gato blanco con manchas sentado en la entrada del templo.
El felino levantaba una de sus patas delanteras, como si lo estuviera llamando para que se acercara. Intrigado y confiando en el animal, el señor feudal decidió salir de su refugio para seguir al gato hasta el templo. Nada más poner un pie fuera del escondite, un poderoso rayo cayó del cielo, haciendo trizas el árbol que lo había protegido.

El noble se dio cuenta de que ese gato blanco le había salvado la vida, al advertirle del peligro. Decidió entrar en el templo y, en agradecimiento, donó una importante suma de dinero para que pudiesen restaurarlo más adelante. Gracias a su contribución, el templo prosperó y comenzó a ser un lugar de culto muy frecuentado. Desde entonces, el gato con la pata levantada se convirtió en un símbolo de protección y buena fortuna.
El templo Gotokuji se considera el lugar de origen del Maneki-neko y hasta el día de hoy, las personas que lo visitan dejan figuritas de gatos como ofrendas de agradecimiento. Esta leyenda se hizo tan popular que terminó por expandirse a otros países asiáticos cercanos, especialmente a China, donde hoy en día también se considera al Maneki-neko un amuleto de la suerte: una llamada a la fortuna, la prosperidad y la protección.
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