Viajes
Un pueblo renacido del olvido en el Camino de Santiago
Un viaje a la España Vaciada. pero llena de historia y belleza
Un viaje en el tiempo por el Camino de Santiago Francés
Ruesta, un pequeño pueblo en la provincia de Zaragoza, a caballo entre las comarcas de las Cinco Villas y la Jacetanía, ha resurgido de sus cenizas para convertirse en un oasis de historia, naturaleza y cultura para los peregrinos del Camino de Santiago Francés.
Un pasado marcado por la despoblación y un futuro esperanzador
Atravesada por el majestuoso río Aragón y enclavada en la variante francesa del Camino de Santiago, Ruesta forma parte del paisaje de la "España Vaciada". Sin embargo, su renacimiento es un faro de esperanza en medio del éxodo rural que afecta a miles de pueblos en toda la península.
En 1965, la construcción del embalse de Yesa inundó la mayor parte de Ruesta, provocando el éxodo de sus habitantes y la desaparición del pueblo. Sin embargo, en 1988, la Confederación General del Trabajo (CGT) decidió darle una nueva oportunidad a este enclave histórico. En 1993, la UNESCO lo inscribió en su lista de Bienes Culturales de Interés Mundial y Patrimonio de la Humanidad. Esta inscripción conlleva que el camino físico se proteja, además de las aldeas, villas y ciudades por la que atraviesa.
Un renacimiento impulsado por la CGT
Ruesta ha renacido como un destino turístico único. Se han habilitado albergues como Casa Valentín y Casa Alifonso, para acoger a los peregrinos, y se ha restaurado la Casa de Cultura de Ramón Acín, donde se celebran eventos culturales.
El Castillo de Ruesta, un tesoro medieval
Uno de los principales atractivos de Ruesta es su imponente castillo, que data de la época musulmana. Los peregrinos encuentran en esta ruta, un tesoro de la historia medieval española. Su castillo, con torres musulmanas y murallas centenarias, se erige como un hito en el camino, atrayendo a visitantes de todo el mundo.
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