
Falta la autopsia
Varón de mediana edad el último, y un bebé abandonado el anterior: inquietantes casos sin resolver de cadáveres hallados en esta planta de reciclaje
Hasta tres crímenes sin resolver se acumulan en el Parque Tecnológico del Reciclaje (PTR) de Zaragoza

El reciente hallazgo de un cadáver en el Parque Tecnológico de Reciclado López Soriano, en Zaragoza, empieza a no ser tan sorprendente para los investigadores de la Guardia Civil pese a lo truculento de la escena: el cuerpo inerte de un hombre de mediana edad tumbado sobre una de las cintas transportadoras del recinto. Todavía es pronto para conocer las causas de la muerte.
¿Es un trágico suceso aislado, por ejemplo, de ajuste de cuentas? ¿O está conectado con los diversos fallecidos encontrados en estas mismas instalaciones ubicadas entre los barrios rurales de La Cartuja y Torrecilla de Valmadrid? Posiblemente este tercer cadáver en menos de diez años haya caído como un mazazo en la benemérita aragonesa: cada vez queda más claro que el apartado lugar es un siniestro escenario de crímenes sin resolver.
Porque la sociedad aragonesa y, principalmente, los trabajadores de esta planta que ya por tercera vez comienzan la jornada con un muerto en sus instalaciones, quieren saber qué ocurre. Y, sobre todo, quieren que este encadenamiento de trágicos sucesos de víctimas mortales termine de una vez por todas. Tienen mucho miedo, están inseguros.
La cabeza de bebé
Vayamos caso por caso. El primer fallecido se encuentra en la zona el 17 de septiembre de 2015, cuando el pequeño cuerpo sin vida de un bebé recién nacido fue hallado en una cinta transportadora del Centro de Transformación de Residuos Urbanos, en el segmento más alto del parque industrial. Estremecedor para el empleado que se encontró de sopetón con tan deshumanizada escena, pero que según explican en ‘Hoy Aragón’ la Guardia Civil no pudo resolver tan desagradable misterio: ni consiguieron identificar completamente a la madre ni las circunstancias precisas del abandono del neonato muerto.
Segunda escena de horror, no mucho más tarde. Ni un año pasó desde el hallazgo del bebé muerto para que los trabajadores de la planta quedarán traumatizados con el siguiente susto, que aportaba además un importante grado de sadismo. El 12 de julio de 2016 otro de los trabajadores tuvo que comenzar la mañana topándose con la cabeza de un bebé en la cinta de orgánicos. Un cruel segundo suceso que, evidentemente, consiguió alarmar e inquietar todavía más a sus compañeros, pero también a la opinión pública aragonesa. Pero, aún así, tampoco se a esclareció totalmente.
El último caso: ¿accidente o asesinato?
Que ninguno de los dos casos anteriores se han resuelto son datos objetivos, y mucho menos empírico es pensar en que exista algo oculto alrededor de la siniestra zona y los cadáveres por lo que no se consiga atrapar a sus asesinos. Pero, a estas alturas, posiblemente las especulaciones sean muchas entre los asustados trabajadores y vecinos de esta zona de Zaragoza.
El único elemento nuevo, en el último suceso, es que el cadáver es el de un varón y no el de un bebé. Por el momento poco ha trascendido del caso a la espera de los resultados de la autopsia, aunque los investigadores dan por válido cualquier indicio, desde muerte accidental hasta asesinato. Es más, incluso no descartan una hipótesis típica de cualquier ‘true crime’ al uso: ¿su cuerpo fue trasladado en alguno de los camiones de recogida de residuos?
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