
Comer bien
El cachopo negro carbón que arrasa en Asturias y tienes que probar una vez en la vida
Se elabora en uno de los templos más reconocidos de la región donde el cachopo es la especialidad de la casa

Dentro del amplio abanico gastronómico que ofrece Asturias, hay un plato que brilla con luz propia: el cachopo. Esta receta, convertida ya en símbolo de la cocina asturiana, parte de una elaboración sencilla pero contundente: dos filetes de ternera de excelente calidad, finamente cortados, que envuelven un sabroso relleno antes de ser empanados y fritos.
La versión clásica, con jamón y queso, ha dado pie a una explosión de creatividad en las cocinas del Principado. Hoy en día, es raro encontrar un restaurante asturiano que no lo incluya en su carta, en cualquiera de sus muchas variantes. Su tamaño generoso y su sabor intenso lo convierten en una opción ideal para compartir.
Entre todas esas reinterpretaciones destaca una propuesta que ha ganado fama por su originalidad y por su sabor: el cachopo minero. Lo encontrarás en Las Tablas del Campillín, en pleno corazón de Oviedo, uno de los referentes indiscutibles del cachopo en la región. Este restaurante no solo ha sabido mantener la esencia del plato, sino que ha llevado su elaboración a un nivel superior, acumulando premios y reconocimientos a lo largo de los años.
Cinco galardones a este cachopo
El cachopo minero, el más premiado de su carta con cinco galardones, rinde tributo a la figura del minero asturiano. Su empanado, teñido con tinta de calamar, no solo aporta un color inconfundible, sino que añade un matiz marino que encaja a la perfección con los sabores intensos del jamón y los quesos asturianos que lo rellenan. Todo ello elaborado, por supuesto, con Ternera Asturiana IGP, una garantía de calidad y sabor.
Pero la propuesta gastronómica de Las Tablas del Campillín no se queda ahí. En su carta conviven recetas tradicionales y versiones más innovadoras, siempre con un toque personal. Aquí también se sirve el cachopo que fue elegido el mejor de Asturias en 2016, con paleta ibérica, queso Cabrales y pimientos del piquillo, una combinación potente y equilibrada.
El templo del cachopo
Como homenaje a la cocina tradicional, el restaurante también ofrece un cachopo dedicado a la reconocida guisandera asturiana María Luisa García. Este incluye jamón, queso y champiñones, un guiño a los sabores caseros de siempre. Y, por supuesto, no podía faltar el clásico de jamón y queso con rebozado crujiente, un imprescindible para los más puristas.
Más allá del cachopo, Las Tablas del Campillín cuenta con una oferta que refleja toda la riqueza de la cocina asturiana: croquetas, fabada, escalopines en salsa Cabrales con patatas caseras y una selección de tapas y ensaladas que completan una experiencia redonda. Y como broche final, sus postres caseros recuperan el sabor de aquellos dulces de la infancia, perfectos para terminar la comida con una sonrisa.
Quienes visitan este templo del cachopo suelen repetir. Así que si estás planeando un viaje a Asturias y quieres saborear una de sus joyas gastronómicas en uno de los lugares con más tradición, apunta bien este nombre: Las Tablas del Campillín. Porque aquí, cada bocado sabe a Asturias y hasta a minería.
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