Ensayo

Misterios del corazón

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Más allá de sus funciones vitales, este órgano tiene unas connotaciones que se escapan del ámbito científico y suponen un motivo para la controversia

¿Un mensajero del código del alma capaz de almacenar recuerdos y sentimientos? Según algunas teorías, la memoria no es exclusiva del sistema nervioso central, por lo que son muchas las células que pueden salvaguardar información. José María Caralps, el doctor que realizó el primer trasplante de corazón en España y actual consultor del equipo de cirugía cardíaca del Hospital Quirón Barcelona, aseguró hace tiempo en una entrevista que un paciente trasplantado notó cierta atracción hacia miembros de su mismo sexo y, posteriormente, descubrió que su donante era homosexual. "Es posible que esta persona recibiera memorias del donante, como otros trasplantados las han recibido en distintas ocasiones. En ninguno de los casos que he estudiado supusieron un cambio de personalidad, ni duraron más de pocos meses o algún año. Nunca afectaron de forma determinante a la esencia de la personalidad del receptor", afirma.

Todas las células del organismo contienen el material genético idéntico. Sin embargo, muchos expertos niegan que el corazón tenga neuronas capaces de almacenar sentimientos. José Luis Lambert, secretario de la sección de Insuficiencia Cardiaca y Trasplante de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), califica como poético el hecho que se asocie al corazón con el órgano del amor. "No es más que literatura. Tras sufrir una enfermedad grave, más que cambiar la orientación sexual, vale la pena ser más auténtico. Los trasplantados no pueden recibir memoria del donante, aunque haya comportamientos que no se entiendan. Por mucho romanticismo, el corazón es un órgano que nada tiene que ver con la memoria y los pensamientos", sostiene. Aun así, revela que cuando se realiza un trasplante, pueden aparecer células del donante en otros órganos distintos al trasplantado.

El latido, independiente al cerebro

Cerebro y corazón están en un constante estado de retroalimentación. Se comunican a través de cadenas de aminoácidos, conocidos como neuropéptidos, que se liberan con las emociones. Su acoplamiento a diferentes órganos es responsable de las reacciones que las emociones generan. Caralps destaca que se desconoce la mística del corazón, así como sus relaciones electromagnéticas. "Estudiamos la bioquímica como base del funcionamiento de nuestro organismo. En cambio, la biofísica podría explicar muchos fenómenos de los que teorizamos, pero desconocemos su base científica", asevera. Y añade que, para los defensores a ultranza de la teoría de la memoria celular, "el corazón es un mensajero del código del alma. Los modelos clásicos de conducta que atribuimos a nuestros órganos y a nuestras células están basados en informaciones limitadas que no nos permiten establecer claramente el porqué de, entre otras cosas, las funciones no conocidas hoy en día del corazón". Por su parte, Lambert incide en que el cerebro es el órgano director, responsable de todo lo que hacemos y sentimos. "Ordena y manda. El latido se genera en el corazón y late independientemente a la función cerebral. En un trasplante, el corazón queda aislado del cerebro, pero no deja de funcionar por el sistema nervioso", sentencia.