Ciencias humanas

«Aún no se puede tratar la infertilidad con células madre»

En la imagen, Rita Vassena, directora científica de la Clínica Eugin
En la imagen, Rita Vassena, directora científica de la Clínica Euginlarazon

Quizá habrá un día en el que el uso de las células madre sea eficiente en los tratamientos de fertilidad, lo que es probable dado lo rápido que avanza la investigación en este ámbito. Sin embargo, a día de hoy eso es solo una quimera, o mejor dicho, un objetivo científico en el que se están invirtiendo muchos recursos, medios y esperanzas.

Esa es precisamente la principal conclusión de un estudio realizado por una decena de expertos internacionales, publicado por la revista «Human Reproduction» y avalado por la Sociedad Europea de Reproducción Asistida y Embriología (ESHRE). Por ahora y contrariamente a lo que anuncian y aseguran ciertos centros de fertilidad, no es factible recurrir al poder regenerativo de estas células para solventar problemas de fertilidad.

En este sentido, la doctora Rita Vassena, coordinadora del estudio y director científica de la Clínica Eugin, señala que, a raíz del análisis de los estudios existentes al respecto y los ensayos clínicos queda probado que pese a que «la investigación avanza muy rápidamente, con resultados alentadores en todas las áreas, a día de hoy no hay terapias con células madre que de verdad funcionen de forma probada en reproducción asistida».

Hay varios motivos por los que esto sucede pero el origen de todos ellos es siempre el mismo: falta de experiencia, investigación y conocimientos de la comunidad científica. «Por ejemplo, el desarrollo in vitro de gametos pretende recapitular un proceso que, cuando tiene lugar, es un proceso muy largo, con muchos pasos y muy controlados, con gran exactitud, y reproducir esta exactitud en un laboratorio todavía no lo sabemos hacer, es muy complicado», explica Vassena. «No sabemos lo suficiente sobre las células madre para controlar y utilizar su potencial», añade la doctora, quien recuerda que «la medicina regenerativa se ha desarrollado en los últimos 10 años y eso no es nada en comparación con los complejos problemas médicos que quiere solventar». «La reproducción asistida es relativamente nueva y de hecho hace sólo 37 años que nació el primer bebé in vitro», apunta.

Y pese a que la doctora Rita Vassena hace un llamamiento a los expertos para que «no envíen a los pacientes mensajes de falsas esperanzas» al mismo tiempo recuerda que «la investigación en células madre es muy activa y no se descarta que en unos años, aunque no sepamos decir cuántos, alguna de estas terapias estén al alcance de los pacientes».

Y esas terapias en las que a día de hoy se está trabajando y en las que hay depositadas muchas esperanzas en el ámbito del uso de las células madre en reproducción asistida, son, entre otras, la obtención de gametos, es decir óvulos y espermatozoides in vitro, en laboratorio. O el estudio sobre la posibilidad de hacer que el útero sea más receptivo a embriones o tratar problemas de disfunción eréctil, sobre todo como consecuencia de enfermedades crónicas.

Pero al margen de las aplicaciones médicas y prácticas de las terapias con células madre, tal y como destaca Rita Vassena «una de las razones por las que hay tanto interés por parte de la comunidad científica de desarrollar, por ejemplo, una forma de tener gametos in vitro no es tanto para la reproducción como porque a nosotros nos gustaría tener muchísimos óvulos in vitro porque así se podría testear por ejemplo los efectos adversos de fármacos y contaminantes ahora solo podemos esperar a que alguien le pase algo».

En cualquier caso, y tal y como prueba el estudio, las terapias con células madre aún no son una realidad en la medicina reproductiva, por lo que «no hay que dar falsas esperenazas»