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El futuro es la atención primaria

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CARMEN MONTÓN (Ex ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social)

Mucho ha llovido ya desde 1978 con la Declaración de Alma Ata por parte de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Décadas después resulta necesario retomar el impulso en atención primaria e imbricarlo con una potente y profunda transformación del sistema sanitario público que permita afrontar los retos que tenemos por delante.

Partimos de una excelente posición y la atención primaria es el eje del SNS (Sistema Nacional de Salud). Tras unas primeras acciones encaminadas a recuperar derechos y eliminar los recortes sufridos en tiempo de crisis, ahora es el momento de tener visión estratégica y entender que el futuro del sistema sanitario público pasa por fortalecer y dar mayor protagonismo a la atención primaria. También de prestigiarla.

Considero imprescindible disponer de mayores y nuevos recursos para realizar nuevas actuaciones. Se puede mejorar su capacidad de resolución, incorporar nuevas tecnologías para acercar la atención sanitaria a los pacientes y ampliar la cartera básica de servicios ocupándose por ejemplo de cirugía menor, ecografía, circuitos rápidos de oncología, consulta no presencial, atención paliativa, cribados de violencia de género o salud sexual y reproductiva. Igualmente, imprescindible resulta el desarrollo de todas las capacidades de la enfermería, comenzando por una verdadera apuesta por la especialidad de la enfermería familiar. También de los técnicos de cuidados de auxiliar de esta profesión. Sin olvidar el empoderamiento de los pacientes y el autocuidado. Pero fundamentalmente, la atención primaria debe constituir un referente en la atención a la cronicidad, la prevención y la promoción de la salud o la evaluación del impacto sobre la salud de las personas de las variables socioeconómicas y medioambientales. Es hora de superar de una vez por todas el «hospitalocentrismo» y dotar de mayores recursos y capacidad de resolución a los profesionales sanitarios de la atención primaria, a la vez que mejorar la coordinación con el hospital y la atención domiciliaria, en residencias, en centros educativos o para colectivos vulnerables. Es hora de entender que el futuro es la atención primaria.