«La cirugía estética trata dismorfias que provocan sufrimiento con causa razonada». «Hay que intentar mejorar la forma, pero también la función de la zona operada»

–¿La cirugía estética se encuentra en el límite entre lo que son sus valores médicos y el uso frívolo de esta medicina?

–La cirugía estética, si de verdad es cirugía estética, es medicina. Estética quiere decir belleza y cirugía quiere decir una parte importante de la medicina. No es banal ni superflua. Lo que pasa es que las técnicas de cirugía estética son buenas pero hay que aplicarlas en su momento. La cirugía estética se ocupa de aquellas alteraciones de la imagen corporal que causan sufrimiento y si se utilizan esas técnicas para paliar el sufrimiento, eso es cirugía estética. Si se utilizan estas técnicas para un capricho, para un paciente que tenga una mala percepción de su imagen corporal, entonces es un error. Un cirujano estético ha de ser un buen psicólogo y sólo debe tratar aquellas dismorfias que causan sufrimiento con una causa razonada. Hay enfermedades psicológicas que hacen que la gente crea que tiene una alteración de la forma, pero lo que tiene es una alteración psicológica. Se llaman dismorfofobias y esto no hay que operarlo. El cirujano que opera esto es un mal cirujano y usa técnicas de estética mal usadas.

–¿Se ha perdido el miedo o el respeto hacia esta cirugía?

–Creo que no. El miedo a la cirugía no lo pierde nadie, pero esta cirugía, lo que tiene de bueno es que operas tejidos sanos gracias a lo cual es más fácil que el cuerpo responda bien a la cirugía, más difícil que se infecte si tomas las medidas adecuadas y la cicatrización es mucho más agradecida. -–¿Se debe animar a practicarla?

–La cirugía estética da buenos resultados y hay que animar a la persona que sufre por algo de su imagen corporal, porque hay buenas posibilidades de que quede bien, pero es una cirugía que exige rigor, porque precisamente operamos a gente sana, que lo que tiene es un defecto de forma y hay que intentar evitar complicaciones. La cirugía plástica no es una cosa banal. Por ejemplo, en las operaciones de aumento de pecho no preguntas a la paciente que talla de pecho quiere, sino que ésta ha de ir acorde con las características de su cuerpo. Eso es medicina pura. Lo que no es medicina es preguntarle la talla de pecho que quiere

–La cirugía plástica quizá no es una cirugía para salvar vidas, pero ¿sí para cambiarlas?

–Por supuesto. Hoy en día la gente está sometida a su imagen corporal, que puede causar sufrimiento. La OMS ya tiene muy claro que salud no es sólo que un bicho te pique, sino que cuando hay sufrimiento y su causa está razonada es también enfermedad y si está muy bien razonada, no es una enfermedad psicológica, sino real y solucionarla es una buena medicina, ayuda a ser feliz.

–Y lo efectos de la vejez ¿están también justificados por este concepto de la cirugía plástica?

–No hay que justificar nada. Hay mucha gente que envejece y está encantada de envejecer, pero hay otras personas a las que el envejecimiento les causa sufrimiento y en este caso la cirugía plástica les mejora la calidad de vida, que es lo que queremos todo

–Antes comentaba que el cirujano plástico ha de ser psicólogo

–Bueno, todos los médicos han de ser psicólogos pero un especialista que se dedica a un tema relacionado con la imagen corporal tiene que valorar bien si esta dismorfia que refiere el paciente es real o no. Por ejemplo, la nariz es para respirar y tiene muchas funciones, lo que hace que la nariz tenga que tener una forma para dirigir el aire adecuadamente y la naturaleza hace que las narices feas respiren mal. Una cosa muy importante es que el cirujano estético cuando opera tiene que tener muy en cuenta que todo en el organismo humano tiene una función, además de una forma, por lo que debe intentar siempre mejorar la forma y la función.

–¿Cómo valoran si realmente aquel rasgo físico que produce sufrimiento al paciente necesita cirugía?

–En el cuerpo humano hay unas proporciones establecidas. A mí basarme en las proporciones no me gusta pero las cosas tienen su forma y el equilibrio estético está definido. Hay unos criterios de proporcionalidad y belleza, que a mí no me gusta aplicarlos pero sirven de orientación. Analizas aquellas persona y le aconsejas. Lo bonito que tiene mi especialidad es que es creativa.

–Y, por lo tanto, ¿es una especialidad en constante evolución? ¿Hacia dónde va esa evolución?

–La innovación es básica en mi especialidad, está en evolución constante. La cirugía estética ha pegado un salto grande porque utiliza los avances de la física, la química, de la robótica, de la ingeniería genética. Así, nosotros sacamos grasa, esa grasa la centrifugamos y entre las células de grasa están la fracción vascular estroma o, como lo llaman algunos, las células madres. Esta grasa se puede sacar de donde se quiera del cuerpo del paciente, aunque intentamos sacarla de las zonas que están asequibles. Y luego la usamos para nuestras cirugías. Con esto se puede hacer hueso, cartílago, de todo.

–¿Qué beneficios conlleva el uso de las células madre en la cirugía plástica?

–Estas células aumentan la vascularización de la zona, la elasticidad de la piel y la regeneración del tejido. Así, la técnica, que es mía, aumenta las cualidades de la piel. Hemos sido pioneros y ahora en las intervenciones de mama ya se está usando esta técnica y se están interesando por ella otros especialistas.

–¿La cirugía plástica sigue estando al alcance de unos pocos?

–La Seguridad Social sólo hace cirugía reparadora que trata una enfermedad, pero el criterio de cuándo es una enfermedad no lo tienen claro. La cirugía plástica tendría que estar en toda la sanidad, pero la sanidad y todas las cirugías tendrían que tender un coste . Lo que ha pasado es que las mutuas se han retraído y no han incluido la cirugía plástica y la Seguridad Social dice que es una cirugía banal. La medicina es cara y cuando no la cubre la Seguridad Social, la paga el individuo.