Nuevos abordajes en cáncer de ovario

Combinar cirugía con quimioterapia durante la misma intervención consigue mejorar la supervivencia de las pacientes que presentan carcinomatosis

Se produce carcinomatosis peritoneal cuando un cáncer se disemina dentro de la cavidad abdominal. Colon, ovario, estómago o peritoneo son los tumores que con mayor frecuencia pueden derivar en esta complicación que se considera, en sí misma, una fase metastásica de un tumor primario.

De hecho, se estima que entre el 20-35% de los pacientes con cáncer de colon desarrollarán carcinomatosis peritoneal durante el proceso de la enfermedad. En cáncer de ovario, la incidencia es mucho más alta, del 80%, y en cáncer de estómago (gástrico) la incidencia alcanza hasta el 20% inicialmente y el 30% cuando hay recaídas.

Un abordaje que se ha mostrado efectivo en este tipo de neoplasias es la aplicación de quimioterapia intraperioneal en el mismo momento en el que se está realizando la intervención quirúrgica para extirpar el tumor. Así lo acaba de demostrar un estudio, publicado en la revista «New England Journal of Medicine», cuyos resultados prueban que la cirugía citorreductora combinada con quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (Hipec, por sus siglas en inglés) mejora la supervivencia de las pacientes con cáncer de ovario que presentan carcinomatosis peritoneal en estadio III o metastásico.

La terapia Hipec consiste en extirpar el tumor y los implantes tumorales intraabdominales mediante cirugía y, posteriormente, se aplica una dosis de quimioterapia a alta temperatura (a 42ºC) y localizada dentro de la cavidad abdominal. El 40% de los pacientes sometidos a esta terapia sobrevive a los cinco años y el 85% mejoran su calidad de vida y la supervivencia media.

Otra técnica de quimioterapia intraperitoneal, ésta en forma de aerosol, es la Pipac (Pressurized Intraperitoneal Aerosol Chemotherapy), que permite reducir el volumen del tumor dando opción a practicar posteriormente una cirugía citorreductora, o bien como tratamiento paliativo en aquellos casos donde la cirugía no sea viable. Esta técnica introduce la quimio mediante un aerosol y los fármacos se extienden dentro de la cavidad abdominal de manera localizada.

El problema es que «el uso de la quimioterapia intraperitoneal no está generalizado en España», asegura Juan José Torrent, cirujano oncológico ginecológico experto en su empleo, a pesar, además, de que «las indicaciones de su administración van aumentando debido a las ventajas que ofrece en cuanto a menos toxicidad sistémica y eficacia local».

Y, ¿en qué casos está indicada? «Depende del origen de la carcinomatosis. En cáncer de ovario podría hacerse quimioterapia intraperitoneal normotérmica (evidencia en ensayos clínicos fase III) en todos los pacientes con cirugía completa (cirugía de citoredución CC0-CC1), en mesoteliomas peritoneales y pseudomixomas peritoneales, siempre (con Hipec). En casos de origen colorectal, en pacientes seleccionados, así como en cáncer gástrico», continúa el experto.

Además, subraya, «se trata de una cirugía muy compleja que requiere mucha experiencia y por supuesto, una formación muy especializada». Por eso, y a la vista de las cifras de incidencia y de la enorme trascendencia y protagonismo de la cirugía para el abordaje de estos pacientes, ha puesto en marcha la primera Unidad especializada de carcinomatosis peritoneal de Barcelona. Integrada dentro del Hospital El Pilar de la Ciudad Condal, está formada por un equipo internacional y multidisciplinar (cirujanos, oncólogos médicos, patólogos, radiólogos y especialistas en ginecología y del aparato digestivo), dirigida por el propio doctor Torrent y François Quenet, cirujano oncológico digestivo.