Pacientes

Un solo pinchazo cada 3 años para tratar el edema macular

Una nueva terapia reduce las inyecciones oculares necesarias para controlar esta enfermedad asociada a la retinopatía diabética, con una notable mejora en la calidad de vida de los pacientes. El principal problema, su alto precio

La Razón
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Una nueva terapia reduce las inyecciones oculares necesarias para controlar esta enfermedad asociada a la retinopatía diabética, con una notable mejora en la calidad de vida de los pacientes. El principal problema, su alto precio

Los avances científicos y médicos están consiguiendo desarrollar toda una nueva generación de medicamentos que logran mejoras muy significativas en diferentes patologías. La cuestión es que, cada vez con más frecuencia, esta innovación viene unida a un alto coste económico que, en muchas ocasiones, supone un problema para el mantenimiento de los sistemas sanitarios que tienen que validar su coste-eficacia, es decir, si el precio del nuevo tratamiento resulta rentable a las arcas públicas.

Sucedió con la hepatitis C y con numerosas terapias oncológicas. Y ahora, también se presenta la misma tesitura en el caso del edema macular diabético (EMD) crónico, una enfermedad asociada a la retinopatía diabética (y la principal causa de pérdida de visión en estos pacientes en países industrializados) que afecta a alrededor de 6,8% de los diabéticos. El problema es que casi el 40% de los pacientes con EMD crónico tienen respuesta insuficiente a los tratamientos de primera línea y, con el actualmente disponible en segunda (la que se prescribe cuando falla la primera opción terapéutica) se requiere de un elevado número de inyecciones intraoculares (esto es pinchazos en el ojo), unos 9-10 de media al año en el caso de los anti-VEGF y dos o tres con los corticoides a largo plazo.

Ante esta situación aparece un nuevo fármaco, acetónido de flucinolona, que disminuye la frecuencia de inyecciones a sólamente una cada tres años, lo que supone una mejora en la calidad de vida del paciente ya que reduce la necesidad de inyecciones frecuentes y vistas médicas. «Ha demostrado ser eficaz en pacientes crónicos con una duración larga del EMD. Se trata de la solución para aquellos pacientes en los que los tratamientos actualmente financiados han fallado y ya no disponen de más opciones farmacológicas para recuperar la visión», cuenta Foix Aragonés, responsable médico científico del medicamento en España.

Además de esta ventaja, otra importante y a tener en cuenta es que, según se desprende del estudio FAME, los pacientes tratados con acetónido de flucinolona obtienen una ganancia igual o mayor a 15 letras de la escala de mejor agudeza visual corregida a los 24 meses en comparación con el grupo de control.

El cuanto al perfil tipo del paciente que se vería favorecido por esta terapia es aquel que ha mostrado una respuesta insuficiente al tratamiento de primera línea (anti-VEGF) y posteriormente una respuesta subóptima al abordaje de segunda línea (dexametasona). Estos pacientes representan un 10% de los tratados con dexametasona, los cuales necesitan múltiples inyecciones y en los que hay falta de eficacia o recidivas frecuentes del edema. «Hay otros afectados en los cuales la primera línea de tratamiento (anti-VEGF) no es adecuada, y sería beneficioso incluir en el Sistema Nacional de Salud (SNS) otra alternativa de segunda línea (corticoide): pacientes con alto riesgo cardiovascular, pacientes con vitrectomía previa, personas de zonas rurales que no pueden acudir periódicamente a las revisiones del oftalmólogo, etc.», añade Foix Aragonés.

Ahorro a largo plazo

El fármaco, desarrollado por Brill Pharma, se encuentra actualmente en proceso de negociación de precio por parte del Ministerio de Sanidad: «Estamos convencidos de los beneficios que aportará el reembolso de este tratamiento innovador a un grupo concreto y bien definido de pacientes, que actualmente presentan unas necesidades clínicas no cubiertas que Iluvien (el nombre comercial del medicamento) puede abordar. Así, esperamos que esté financiado en España este mismo año», asegura Aragonés.

Entre los argumentos a favor de la financiación pública del nuevo medicamento (que podría estar en torno a los 4.000 euros) estaría el potencial ahorro a largo plazo de la enfermedad, en comparación con el abordaje actual. «Mediante un robusto estudio farmacoeconómico basado en la práctica clínica del EMD en España, se ha demostrado que el tratamiento de estos pacientes con indicación clara para ser abordados con Iluvien es coste-efectivo y su financiación supondría un importante ahorro económico para el SNS, a corto, medio y largo plazo –asevera la responsable médico científico del fármaco en nuestro país–. En España un 10% de pacientes consumen más del 50% del coste en medicamentos para tratar el EMD y precisamente la introducción de Iluvien supondría un ahorro inmediato al SNS ya que, con un solo producto, trataríamos a estos pacientes durante tres años eliminando las múltiples reinyecciones. Además, no hay que olvidar que estos pacientes en la actualidad están insuficientemente tratados, que algunos reciben más de 20 inyecciones intraoculares en tres años con mal control de la enfermedad y riesgo de efectos secundarios graves», concluye Aragonés.